Carlos tiene tres años, pero resulta que mide 1.70 metros y en la foto que vemos en la pantalla de la computadora tiene la apariencia de un joven de más de 30 años con barba de candado. Mateo está próximo a cumplir cuatro años, pero en la fotografía tiene bigote y en su ficha se lee que tiene “cabello entrecano”. Gabriela tiene un año, sin embargo, la imagen que vemos es la de una joven que, según los datos de su expediente, “mide 1.60 y se tiñe el cabello de rojo”.
- El padrón de la PGR no se había depurado desde hace 20 años y tiene 66% de inconsistencias, como fotos y
Mexico,D.F 09/Mar/2015 Carlos, Mateo y Gabriela son tres de los 750 menores de 12 años que, según la base de datos de la Procuraduría General de la República (PGR) disponible en internet, están desaparecidos.
Continuamos con la navegación y nos damos cuenta de que a pesar de que Juan Manuel Suárez tiene sólo cuatro años, posee “tatuajes en la muñeca derecha y en el hombro”, y que José Luis Balderas, de casi cinco años, mide 1.72 de estatura y “tiene una cruz hecha de quemaduras de cigarro en el brazo izquierdo”.
Una investigación realizada por EL UNIVERSAL da cuenta de que esta base de datos presenta un rezago en su actualización desde 1994, año en que fue creada y, además, 66% de sus fichas se muestran incompletas o con inconsistencias, algunas tan evidentes como el hecho de que las fotografías no corresponden con las personas que se intenta localizar, otras como expedientes dobles o niños que nacieron después de haber desaparecido. También se detectó a menores que buscan a sus padres, en lugar de ser buscados. Todo esto deriva en el hecho de que no se tiene certeza alguna sobre la búsqueda de estos infantes.
La Dirección General de Prevención del Delito y Servicios a la Comunidad, el área encargada de esta base de datos en la PGR, acepta que el archivo está “desfasado”. Eliana García Laguna, titular del despacho, sostiene que en febrero de 2013 esta dirección encontró que “había un rezago en cuanto a su actualización” que venía de dos décadas atrás.
Este registro se creó a mediados de los 90, cuando se inicia el Programa de Servicio a la Comunidad para poder ayudar a las familias que reportaban a una persona extraviada, pero desde hace apenas siete meses (julio 2014) “lo que acordamos fue buscar y llamar a los teléfonos que teníamos disponibles de las personas, para poder saber qué había pasado con ellas”, agrega la funcionaria de la PGR.
— ¿Esto quiere decir que no se está buscando a las personas?— se le pregunta.
— Ahora lo más importante es, ¿y esas personas?, ¿qué pasó con ellas?, ¿regresaron a sus casas?, ¿no regresaron? A lo mejor esta frase es pueril, pero les puedo decir que ahora sí las estamos buscando, dice en entrevista con EL UNIVERSAL García Laguna, quien trabaja en esta dirección desde finales de 2012, aunque fue hasta 2014 cuando asumió la titularidad del área.
Pese a que la PGR tardó más de 20 años en hacerse estos cuestionamientos, al preguntarle a García Laguna sobre el porcentaje de personas de la base de datos pública que actualmente se está intentando localizar, responde de manera franca: “No sabría, no tengo idea”.
Al intentar minimizar el problema, la funcionaria explica que es “una base de datos de servicio a la comunidad”, pero muchas de estas fichas son las que se exhiben en carteles del transporte público como Metro y Metrobús, en las que se solicita ayuda a la población para localizar a los extraviados y, según diversas ONG que trabajan en el tema, la ayuda de la población es básica para localizarlos.
Padrón inservible
Esta herramienta plagada de equivocaciones ha llevado a asociaciones y a expertos a alzar la voz para exigir una base de datos confiable que permita un diagnóstico certero del problema y que genere un verdadero protocolo de búsqueda.
El registro de la PGR analizado por este diario es una de las dos bases de datos públicas que tiene el gobierno federal para llevar un conteo de los desaparecidos en todo el país; la otra es la que maneja el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
En cuanto a la base de la PGR, después de excluir del grupo de estudio los registros de los niños que se extraviaron en el extranjero, se obtuvieron 750 casos de menores de 12 años desaparecidos en el interior del país. De ellos, sólo 272 cuentan con expedientes completos.
Esto quiere decir que dos de cada tres fichas no poseen al menos uno de los siguientes datos básicos: nombre, expediente, sexo, estatura, color de ojos y cabello, edad, tez, tipo de ojos y cabello, fecha de nacimiento, entidad y fecha de extravío. Hay casos como el de los hermanos Adam y Jason de los que las autoridades sólo saben sus nombres.
Existe otro dato revelador: aunque la base de la PGR contiene registros desde 1991 hasta finales del año pasado, sólo contabiliza la desaparición de 728 menores de 12 años. En cambio, la usada por el SESNSP suma más de 900 casos en un lapso más corto (2006 a 2014).
A esto hay que agregar que se encontraron 22 expedientes que corresponden a personas adultas. Los casos de Carlos, Mateo y Gabriela ya fueron subsanados luego de mostrar a la subprocuradora los errores en sus respectivas cédulas. Sin embargo, la PGR se limitó a poner parches a los casos evidenciados, en lugar de reclasificar los registros mal catalogados. Prueba de ello es que las fichas de José Luis y de Juan Manuel permanecen con errores.
También se detectaron nueve casos de niños que nacieron después de extraviarse, ocho de menores que aunque ya fueron localizados aún siguen apareciendo como extraviados, una niña con dos expedientes diferentes y otros más en donde la descripción del cabello, tamaño de ojos o color de tez no coinciden con el rostro que aparece en la foto. En total, 66% de esta base tiene algún tipo de inconsistencia.
Ya se trabaja en mejorarla, afirman en PGR
La subprocuradora Eliana García expone que a partir de que se dieron cuenta del rezago, hicieron una primera depuración de la base a través de llamadas telefónicas. De 12 mil registros de personas de todas las edades, quedaron unos siete mil: “Dimos de baja a más de cinco mil, que en su mayoría ya habían sido localizadas”.
Ahora, comenta, ya se encuentran en una segunda etapa de trabajo “muy importante, que consiste en ir a ver a sus domicilios (de los desaparecidos) qué sucedió. A lo mejor con esta segunda etapa logramos depurarla más para poder tener un registro confiable, que es parte de las exigencias de las familias”.
Al final, del nuevo padrón que salga, las personas que sigan sin localizarse tendrían que pasar a un “nuevo estatus, en el que la procuraduría tendrá que ser mucho más eficiente en la investigación ministerial, policial y pericial de las personas no localizadas”, agrega García.
Nadie sabe cuántos son
Las cifras de niños desaparecidos son muy dispares. Mientras que en la base de datos de la PGR aparecen mil 524 menores de 18 años extraviados entre 1991 y 2014, el Senado de la República dijo que de 2007 a 2011 la cifra ascendía a 150 mil. Por otra parte, los medios han reproducido la cifra de 500 mil niños no localizados, aunque ninguno precisa el origen de la información.
ONG que llevan 20 años en el tema, como la Asociación Mexicana de Niños Robados y Desaparecidos (AMNRDAC) y la Fundación Nacional de Investigaciones de Niños Robados y Desaparecidos (Fnrd), han insistido en que es indispensable tener un registro confiable.
“Desgraciadamente no hay una base de datos a nivel nacional”, afirma María Elena Solís, presidenta fundadora de la AMNRDAC, e insiste: “Se ha intentado con senadores, diputados, pero no hemos tenido éxito”.
Guillermo Gutiérrez, presidente de la Fnrd, señala que “lamentablemente muchos estados de la República no dan esa información porque afectaría al turismo, la imagen y los ingresos”.
Por su parte, Areli Rojas, directora de la ONG ¿Y Quién Habla por Mí?, dice que “no hay ninguna base de datos fidedigna que te lleve a conocer cuántos niños realmente están desaparecidos (...) esto es porque el delito de la sustracción o robo de menores está tipificado de forma diferente en las 32 entidades, además de eso no han empatado una base de datos de la PGR con las de las procuradurías locales”.
José Francisco Coronato, diputado federal de Movimiento Ciudadano, presentó en octubre de 2013 una iniciativa de ley para crear un Sistema Nacional de Registro de Menores Sustraídos. “No hay datos porque hay un abandono”.
— ¿En la praxis este abandono es una falta de búsqueda?— se le pregunta.
— Correcto.
Este problema se traduce en que las instancias de procuración de justicia no están buscando a los desaparecidos. Es decir, una cédula de no localizado no corresponde a una investigación. La subprocuradora García Laguna coincide en que no todas las personas en la base de difusión de la PGR están siendo buscadas.
Finalmente, asegura que la dependencia ya trabaja con el software para la búsqueda de desaparecidos que donó la Cruz Roja Internacional. Esta base, que incluirá el ADN de personas que buscan familiares, permitirá el intercambio de información entre hospitales, albergues, cárceles y el Servicio Médico Forense.
Fuente.-El Universal