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viernes, 6 de junio de 2025

“LOS que NADA DEBEN,SI DEBEN TEMER y…MUCHO”: “TRES INOCENTES HERIDOS en TIROTEO en CULIACAN se DEBATEN entre la VIDA y la MUERTE”…estaban en el lugar y momento correcto,pero habia gente incorrecta.


Las tres personas que resultaron heridas durante un enfrentamiento ayer jueves entre civiles armados, en la colonia Guadalupe Victoria, se encuentran en estado grave de salud, reportó el Secretario de Salud estatal, Cuitláhuac González Galindo.

De acuerdo con el funcionario, Linda Fabiola, de 16 años, fue trasladada al Hospital General de Culiacán en estado delicado; Ricardo Antonio, de 19, con herida de bala en tórax y hombro, también fue internado en el mismo nosocomio; y otra persona de la cual no se aportaron sus datos, fue internado en el hospital del ISSSTE, también con herida en tórax, todos reportados en estado grave.


“El que nada debe, nada teme”: Una frase sin vigencia en Sinaloa

La expresión popular “el que nada debe, nada teme” sugiere que solo quienes están involucrados en actividades ilícitas tienen razones para preocuparse por la violencia en medio de la intervención de las autoridades. Sin embargo, los hechos recientes en Sinaloa, como este enfrentamiento armado en la colonia Guadalupe Victoria de Culiacán, demuestran que esta frase ha perdido toda vigencia en la realidad actual del estado.

Argumentos:

1. Víctimas colaterales: inocentes en la línea de fuego

En el enfrentamiento de ayer jueves, tres personas resultaron gravemente heridas: Linda Fabiola, de 16 años; Ricardo Antonio, de 19; y una tercera persona cuya identidad no fue revelada. Ninguna de ellas estaba involucrada en el conflicto, pero aun así terminaron hospitalizadas. Este hecho evidencia que, en Sinaloa, la violencia no distingue entre “quienes la deben y quienes nada deben”. Cualquier persona puede convertirse en víctima colateral de la reyerta entre armados del Cartel del Sinaloa y el mismo gobierno,simplemente por estar en el lugar y momentos correctos pero con gente equivocada.

2. El miedo cotidiano: vivir bajo amenaza constante

La normalización de los enfrentamientos armados genera un clima de miedo generalizado entre la población civil. Padres de familia, estudiantes y trabajadores viven con la incertidumbre de que una bala perdida o un tiroteo inesperado pueda cambiar sus vidas en segundos. Así, el temor no es exclusivo de quienes tienen cuentas pendientes con la ley, sino de toda la sociedad, pues cuando no te mata el crienlo hace la autoridad con la misma impunidad criminal.

3. Impunidad y ausencia de garantías

La falta de resultados efectivos en la prevención y persecución del delito incrementa la sensación de vulnerabilidad. La ciudadanía percibe que, aunque “no deba nada”, no hay garantías de seguridad ni protección por parte del Estado que por ciertos parte de su “mal estado”.

En este contexto, la frase pierde sentido: el miedo es una constante para todos que parece no incluir a los delincuentes, pero si a militares que disparan sin que les disparen, como delincuentes,convirtiendose en asesinos, pero en nombre de la ley.

4. Estigmatización y revictimización

Sostener la frase “el que nada debe, nada teme” contribuye a estigmatizar a las víctimas inocentes, insinuando que, si resultaron heridas o afectadas, de alguna manera “algo debían”. Esto no solo es falso, sino profundamente injusto para quienes sufren las consecuencias de la violencia sin haber tenido participación alguna en los hechos.


Conclusión

A la luz de los recientes acontecimientos en Sinaloa, queda claro que “el que nada debe, nada teme” es una frase obsoleta y peligrosa. Hoy, los que más deben temer son los ciudadanos común y de bien, que sin deberla ni temerla, puede verse atrapados en la espiral de violencia que azota la región. 


Con informacion: NOROESTE/

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