Visitanos tambien en:

domingo, 12 de enero de 2025

UNA “MASACRE ECONOMICA LLAMADA CULIACAN”: “4 MESES de NARCO GUERRA de la VENGANZA REVELAN la CRUDEZA y REALIDAD del PODER de FUEGO del CRIMEN bajo INEPTITUD IGUAL de CRIMINAL”…estado de derecho fue levantado y el imperio de la ley ejecutado.


Tras cuatro meses del inicio de la pugna entre “Los Chapitos” y “Los Mayitos“, los negocios en Sinaloa ya resintieron el poder del fuego y la logística criminal del Cártel de Sinaloa.

En Culiacán, plazas comerciales que concentran marcas restauranteras, hoteles y centros culturales, se han visto obligadas a cerrar por la inseguridad que impera en la región.

En vitrinas de la tienda PAVI aún hay pedazos de maniquíes desvestidos.

Hay brazos acomodados en un estante y piernas en otro, al fondo una pantalla aún proyecta modelos usando las prendas que se vendían hasta antes de la “narcoguerra” que sostienen estos dos grupos del Cártel de Sinaloa.

La tienda está en la Plaza Cuatro Ríos, un proyecto que hace cuatro años se prometió como un “monstruo” comercial en el fraccionamiento Tres Ríos, un sitio en el centro de la ciudad donde se concentran dos cosas que ahora mismo no son ajenas: la opulencia y el crimen.

Cuando se inauguró, la plaza prometía competir contra cualquier otro proyecto en la ciudad. Construirla costó 4 mil 770 millones de pesos, según se lee en el comunicado de LOMA desarrollos, empresa encargada del proyecto.

La plaza prometió tanto que causó una de las mayores especulaciones inmobiliarias de la capital de Sinaloa.

Cuenta, además del área comercial, con los dos edificios más altos de la ciudad -cada uno de 28 pisos- y 322 departamentos con un costo que supera los 12 millones de pesos cada uno. La Cuatro Ríos, sin embargo, se está vaciando.

PAVI es sólo uno de los más de 10 locales cerrados del lugar. Con ésta, hay otras tiendas de ropa, como Big Boss, joyerías y restaurantes que ya están vacíos, colocaron cortinas o dejaron escritos en los cristales con mensajes de lamentación.

“A nuestros clientes y amigos en Culiacán. Por causas de todos conocidas, hemos decidido cerrar temporalmente nuestro restaurante”, se lee en uno de los ventanales de El Farallón, un restaurante de mariscos con sucursales en Sinaloa y Sonora.

Las tiendas y restaurantes de esta plaza son conocidas por ser comercios con precios altos. Comer en cualquier restaurante de Cuatro Ríos junto con una familia con tres personas más podría significar la mitad de una quincena de cualquier trabajador promedio de Sinaloa, según los datos del IMSS.

El Gobierno de Sinaloa ha informado que se dispersaron más de 140 millones de pesos en apoyos y créditos a pequeños y medianos empresarios, incluyendo a quienes no están registrados como formales, pero esa cantidad, según el Colegio de Economistas, es ínfima frente a las posibles pérdidas que se calculan en más de 5 mil millones de pesos.

Esta situación por demas cruda y real nos revela ineptitud y complicidad de las autoridades en Sinaloa:

Un gobierno rebasado y cómplice

El cierre masivo de negocios en Culiacán evidencia el fracaso totalde la estrategia de seguridad del gobierno. Mientras la violencia del narco arrasa con la economía local, las autoridades se limitan a repartir migajas en forma de “apoyos” que no resuelven nada.

Militares inútiles y corruptos

El ejército y las fuerzas federales demuestran su absoluta incompetencia para contener la violencia. Su presencia es meramente decorativa, incapaces de enfrentar al crimen organizado o proteger a la población. Todo indica que están coludidos con los narcos.

Una clase política indolente

Los políticos locales y federales brillan por su ausencia ante esta crisis. Su silencio y pasividad los convierte en cómplices de la narcoviolencia. Prefieren mirar hacia otro lado mientras la ciudad se desmorona.

El narcoestado en su máxima expresión

El cierre de negocios de lujo en pleno centro de Culiacán demuestra que el cártel es el verdadero poder en Sinaloa. Las autoridades son meras marionetas, incapaces de garantizar ni siquiera la seguridad en las zonas más exclusivas.

Esta situación es el resultado de décadas de corrupción, impunidad y complicidad entre narcos y gobierno que se acentuaron durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador que han convertido Sinaloa en un narcoestado fallido donde la ley del más fuerte impera ante la mirada indolente de unas autoridades inútiles y corruptas.

Con informacion: ELNORTE/

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Tu Comentario es VALIOSO: