La corrupción en el sistema penitenciario mexicano se ha dejado ver en más de una ocasión, y el caso más reciente es la fuga de un reo ocurrida en plena Nochebuena, en una cárcel del municipio de Tehuacán, en Puebla.
Se trata de Eduardo Rodolfo Mendoza Martínez, alias “El Chinchola”, un hombre de 27 años quien ingresó al penal en agosto del 2023 y escapó en uno de los muebles que fabrican los internos del penal, según informó el Diario Cambio.
El sujeto estaba en prisión por delitos de robo de vehículo, homicidio en grado de tentativa, delitos contra la salud, ataques a vías de comunicación y portación de arma de fuego de uso exclusivo del ejército mexicano, entre otros.
De acuerdo con el medio citado, fue el pasado 24 de diciembre cuando se realizó el pase de lista y el reo no estaba, versiones señalan que pudo escapar en una camioneta doble cabina de batea que estaba en el acceso de talleres, otra versión indica que pudo escapar con la gran afluencia de visitantes al reclusorio.
Tras darse a conocer la noticia de la fuga, autoridades determinaron cancelar las visitas que ya estaban preparadas para pasar un tiempo con sus familiares con motivo de la Nochebuena y vísperas de la Navidad.
La Secretaría de Seguridad Pública de Puebla (SSP) informó que apoyan en las labores para la búsqueda y detención del interno, quien es calificado como de “alta peligrosidad”.
Hasta el momento se desconoce si hubo complicidad por parte de las personas que manejaban la camioneta en la que escapó, o si los empleados no se percataron de lo sucedido, pero la Fiscalía de Puebla ya investiga los hechos.
Fuga similar a la del Chapo
Esta no es la primera vez que ocurre algo así en un penal de México, el 25 de diciembre de 2022 se reportó el intento de fuga de un reo de una cárcel de Tabasco, el cual trató de huir escondiéndose en un ropero.
De acuerdo con El Heraldo de México, el recluso que trató de escapar en plena noche de Navidad fue Gerardo Estrada, quien fue condenado a 60 años de prisión por el asesinato de su ex pareja, Geraldineth Pérez en el año 2014.
Pero la fuga más memorable de este tipo es la del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán, quien se encontraba recluido en el Penal de Puente Grande, en Jalisco, de donde se escapó el 19 de enero de 2001.
El capo se fugó en un carrito de lavandería con ayuda de Francisco Javier Camberos Rivera, alias “El Chito”, quien desempeñaba labores en el área de mantenimiento.
“El Chapo” llevaba ocho años preso cuando ocurrió su primera fuga. De acuerdo con el narcotraficante Jesús “El Rey” Zambada, él mismo se encargó de llevarlo vía terrestre desde Jalisco a la Ciudad de México, donde les esperaban un grupo de agentes policiales que estaban a su sueldo para darles protección.
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