domingo, 31 de diciembre de 2023

EL "CONFLICTO de 2023": LA "CERRAZON del PRESIDENTE que MUY PRONTO sera EX-PRESIDENTE esta JUGANDO con FUEGO"...y la suerte dura hasta que se acaba.



Cuando se escriba la historia política de los últimos doce meses, el 2023 sin duda será recordado como el Año de la Cerrazón Presidencial.

Mexicanos y extranjeros fuimos testigos de cómo Andrés Manuel López Obrador recrudeció este año su desprecio por las formas y su falta de respeto a la Ley para lanzarse a buscar con desesperación las reformas que necesita para perpetuarse en el poder con su Cuarta Transformación.

La más peligrosa de todas las cerrazones, la que todavía no se ve, pero ya se siente, es la que el inquilino de Palacio Nacional enfrenta con el gobierno de Joe Biden.

De qué tamaño es el conflicto, para que por sexta ocasión en lo que va del sexenio, el Secretario de Estado, Antony Blinken, suspenda vacaciones decembrinas para trasladarse por tercera vez en 2023 a México para buscar atajar los conflictos no resueltos de migración y fentanilo.

En Washington están convencidos de que el gobierno mexicano o no entiende o de plano “les da el avión” prometiendo todo, entregando nada.

Al presidente López Obrador se le olvida que allá también tendrán sus elecciones presidenciales en 2024 y que cualquier crisis magnificada golpea al debilitado gobierno demócrata de Biden. ¿Será que el mandatario mexicano ya volvió a alinearse para el 2024 con el republicano Donald Trump?

Lo que el inquilino de Palacio Nacional no debe olvidar es que su homólogo norteamericano todavía tiene un año en la Casa Blanca y si se perciben hostilidades del lado mexicano, tendrán que emplear otros caminos para conseguir lo que se exige. Y la posibilidad de una intervención abierta cada vez está más cercana.

No hay que olvidar que ya están en puerta los juicios contra Genaro García Luna y Ovidio Guzmán López, de donde saldrá mucha leña para quemar en la hoguera de las vanidades al benemérito de la Cuarta Transformación.

La cerrazón 2023 está también en el apogeo presidencial con el golpeteo a la Suprema Corte y, en especial, contra su ministra presidenta Norma Piña, en un contraste denigrante tras el paso del ex ministro presidente Arturo Zaldívar a la campaña morenista de Claudia Sheinbaum.

Y ni qué decir de la cerrazón de Palacio Nacional frente a los legisladores -diputados y senadores- que rechazan sus desplantes autoritarios para sacar adelante sus atorados sueños dictatoriales. O están conmigo o están contra mí.

El círculo se cierra con la cerrazón presidencial sobre las propuestas del sector privado, ajeno a las convocatorias para generar los grandes cambios. En la mesa del presidente López Obrador sólo se sientan los “mafiosos” como Carlos Slim y los corifeos complacientes que a todo le dicen “lo que usted ordene, Señor Presidente”. Y todos ellos apenas llenan un vagón del Tren Maya.

Y ya ni para qué hablamos del despropósito de desmantelar los sistemas nacionales de salud y de educación. La cerrazón presidencial es tal, que en su supina ingenuidad cree que con una sola Megafarmacia va a resolver todos los problemas del enorme desabasto de medicinas o que con unos ideologizados libros de texto colocará a los alumnos mexicanos a la punta para competir en el primer mundo.

El presidente López Obrador está jugando con fuego en el cierre de su sexenio, porque esa cerrazón pasará su factura en un sexto año en el que el mandatario ya no tiene la fuerza para imponer, para exigir. Claro está, a menos que elija el peligroso camino del contragolpe. Pero eso sería una equivocación que cobraría un muy alto precio en su de por sí pobre historia.

Por lo pronto, hoy va el tercer round contra Blinken. Y no duden que del resultado de ese encuentro se medirá la razón o la sinrazón del sexto año de gobierno. ¡Vaya cierre 2023!.

Fuente.-

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