El Operativo Monterrey Seguroiniciado en febrero de este año en el área metropolitana, con la llegada de 500 militares, no ha frenado la escalada de violencia en la entidad.
Con mil 324 homicidiosreportados hasta el viernes en Nuevo León, éste es el año más violento de la última década y ha convertido algunas zonas del área metropolitana en lugares de muerte.
Cifras del semáforo del delito con base en denuncias de la Fiscalía General de Justicia indican que la zona norte del municipio de Monterrey ocupa el primer lugar en cuanto a homicidios, con 80 muertes del 1 de enero al 30 de septiembre, según el reporte más reciente, cuya tendencia no ha variado.
Esa zona comprende las colonias de los sectores La Alianza, San Bernabé y Ciudad Solidaridad.
"Está horrible. Hay demasiada inseguridad. A cada rato se oyen los balazos", dijo una vecina de La Alianza. "Nosotros salimos con miedo".
La segunda zona en hechos de sangre es la limítrofe entre Guadalupe y Juárez, con 77 homicidios reportados.
El centro de Escobedo, así como el norte de Santa Catarina, ocupan el tercer lugar, con 45 homicidios reportados, seguidas por el centro de Monterrey, con 33.
La mayoría de los crímenes está ligada a la delincuencia organizada y muchos se han dado en plena vía pública y con víctimas inocentes.
Al caminar de día o de noche en la zona norte de Monterrey se siente el temor entre los habitantes, quienes aseguran vivir con el miedo de presenciar o ser víctimas de alguna balacera.
En Ciudad Solidaridad, el 9 de octubre un grupo armado desató el terror al atacar a vecinos que convivían en la plaza del Barrio Santa Isabel tras un partido de futbol, matando a tres e hiriendo a cinco, entre éstos dos niños.
"La verdad ya nada volvió ser lo mismo, ya no salen niños", asegura Karen, quien vive en el Barrio de Santa Isabel. "Después de ser una cuadra muy alegre, ahorita ya no.
"Sigue la inseguridad y siguen pasando carros (de delincuentes)", agregó.
En algunas calles de estas colonias, las cintillas amarillas usadas para asegurar el área cada vez que ocurre un hecho violento son mudos testigos de que el barrio quedó marcado por la sangre.
"Ya uno no puede salir a la calle, porque ya no hay ley que detenga a los matones", afirmó un hombre que vive en la Colonia Portales de San Bernabé.
En el sector de San Bernabé, más pegado al Cuartel de Fuerza Civil -encargada de vigilar la zona- también viven con temor, pues el 1 de noviembre sicarios mataron a un hombre que viajaba en una motocicleta y a un menor e hirieron a otro.
Ahí todavía están la cintilla amarilla, las veladoras y los impactos de las balas en las fachadas de las casas.
"Vimos a los dos muchachitos tirados en la calle", narró una vecina. "Fue muy temprano, como a las 10 de la noche.
"Mire cómo quedaron las casas con todos los balazos que les tiraron".
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