Durante los últimos 15 días se sintió en Tamaulipas, como no se había sentido en los últimos años, el peso del gobierno federal. La orden de aprehensión contra Cabeza de Vaca, de la que nos enteramos gracias a la alerta migratoria girada por el Instituto Nacional de Migración, es uno de los puntos más álgidos de un conflicto político inédito en la historia moderna del estado. Desde luego que no está concluido, ni mucho menos.
El exgobernador recurrirá a la justicia para intentar defenderse, pero tendrá que hacerlo -por lo menos hasta que consiga un nuevo amparo- desde el extranjero, lo que complica de verdad su proyecto político que presumió hasta el último día de su mandato: mantenerse vigente en la política local y nacional para figurar de alguna manera en el 2024. Sobra decir que no será sencillo promocionar su figura en calidad de prófugo de la justicia.
Muy pronto, conforme se acerque el inicio del próximo proceso electoral, el principal problema de Cabeza de Vaca dejarán de ser los morenistas. Su enemigo estará mucho más cerca, en las filas de su propio partido.
Ya fue evidente que el respaldo de los suyos tardó en llegar y no fue lo unísono que le hubiera gustado a quien hasta hace unos días detentaba el poder en Tamaulipas.
Marko Cortés se tardó más de cinco horas desde la publicación de la alerta migratoria, para pronunciarse en las redes sociales y publicar un documento oficial de Acción Nacional en el que condenan lo que ellos llaman una “persecución política”.
Hasta el “Cachorro”, quien apenas el lunes había presumido que Cabeza de Vaca se encontraba en su rancho de Soto la Marina y que el lunes había convivido con él, se demoró más de cuatro horas para salir a defender a su exjefe.
Los gobernadores de Acción Nacional fueron de los primeros en fijar una postura, pero lo hicieron con una tímida demanda de que “en el caso de @fgcabezadevaca se aplique estrictamente la ley, sin persecuciones, revanchas ni consignas”, que colgaron en la cuenta oficial de la GOAN.
De la mayoría de las figuras del panismo tamaulipeco lo que hubo fue un silencio sepulcral. Ni hablar de los priístas, que bastantes problemas tienen para resolver al interior de su partido. Más enjundiosos fueron perredistas capitalinos -devenidos en defensores del calderonismo- como Fernando Belaunzaran o Guadalupe Acosta Naranjo.
La condena unánime de la oposición (aliancistas incluidos) que brotó con fortaleza el año pasado cuando inició el proceso del desafuero, ayer no cuajó y son varias las razones:Sin acceso al presupuesto estatal, se acabó el entusiasmo de muchos que hasta hace poco se pintaban la cara de guerra a la menor provocación.
Nunca se cumplió el pronóstico de los estrategas electorales que apostaban a que el papel de perseguido político redituara al ex gobernador en términos de popularidad.
El PAN tiene sus propias dinámicas, y más bien pareciera que busca cerrar la puerta al cabecismo.
A nivel local, sus cuadros perdieron las elecciones por las dirigencias municipales, y en el plano nacional, ha sido notorio que la dirigencia actual no incluye a Cabeza de Vaca en su pasarela de presidenciables y figuras a destacar, a pesar de que él mismo ha levantado la mano.
Con esta Fiscalía General de la República es difícil pronosticar cuál será el desenlace de esta telenovela que no hace sino alargarse, pero en términos políticos, lo de ayer fue un golpe certero, difícil de esquivar.
Fuente.-Elefante Blanco/Miguel Dominguez
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