La semana pasada, el juez federal de distrito de los Estados Unidos Lee Yeakel condenó a Eri Gutberto Parra-Lopez, de 25 años, de Phoenix, AZ, a 72 meses de prisión por distribuir fentanilo.
Según documentos judiciales, entre mayo de 2021 y julio de 2021, Parra, entonces sargento del ejército en servicio activo estacionado en Fort Hood, vendió aproximadamente 3150 tabletas de fentanilo, que pesaban alrededor de 3349 kg, a oficiales encubiertos en el área de Austin y sus alrededores. El 20 de abril de 2022, Parra se declaró culpable de un cargo de distribución de fentanilo.
Como publica BREITBART,un grupo de trabajo de la DEA hizo que un detective de la policía de Pflugerville se pusiera en contacto con Parra López a través de Snapchat, donde el hombre usó el apodo de “ElEnchufe71”, una referencia a enchufe o traficante. El detective instaló compras de drogas en varios lugares y finalmente compró miles de píldoras que contenían fentanilo.
Una vez que la DEA supo que Parra López estaba en servicio activo, buscaron la ayuda del Departamento de Defensa con el caso.
“El fentanilo está inundando los Estados Unidos a un ritmo alarmante y nuestras comunidades en el centro de Texas no son inmunes a su devastación”, dijo la fiscal federal Ashley C. Hoff. “Este caso subraya nuestra determinación de abordar el peligroso tráfico de fentanilo con todos los recursos disponibles. Continuaremos priorizando y enjuiciando los delitos relacionados con este veneno mortal y estamos agradecidos por el trabajo sobresaliente de nuestros socios locales, estatales y federales”.
“Este caso demuestra hasta dónde están dispuestos a llegar los cárteles mexicanos para infiltrarse en nuestras comunidades con fentanilo letal para sus propios beneficios egoístas”, dijo el agente especial a cargo de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), Daniel C. Comeaux, de la División de Houston. “Seguimos comprometidos con nuestros esfuerzos de colaboración con nuestros socios locales para revertir la epidemia de sobredosis y envenenamiento y llevar ante la justicia a quienes la alimentan”.
“Esta sentencia es el resultado del gran trabajo en equipo que tenemos con nuestros socios policiales locales, federales y estatales”, dijo la agente especial a cargo Maria Thomas del Departamento de la División de Investigación Criminal del Ejército (CID). “El CID del Ejército y nuestras agencias asociadas se toman muy en serio la amenaza del fentanilo para el público y el Ejército. Continuaremos trabajando con nuestros socios encargados de hacer cumplir la ley para interceptar la distribución de fentanilo donde sea que ocurra”.
Los Departamentos de Policía de la DEA, Pflugerville y Austin, y el CID del Ejército investigaron el caso con la ayuda de la Oficina del Sheriff del Condado de Travis.
El fiscal federal adjunto Mark H. Marshall procesó el caso.
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