De ser más inteligente habría rehabilitado los penales de Tamaulipas. Está visto que los van a necesitar antes de lo que habían pensado. El y su gente estarían más cómodos.
No era mala idea pero el dinero que inicialmente pidieron prestado para terminar el reclusorio en Victoria, lo desviaron a otros renglones no claros porque de todas maneras concesionaron a particulares la construcción de las “estaciones seguras”, y hasta una renta mensual se paga por las cámaras de videovigilancia.
En menos del tiempo esperado la Fiscalía General de la República accionó la captura del ahora ex Gobernador Francisco Javier García. Esta vez no se les escapará. Se acabó el fuero.
Un tipo inteligente sí, pero para la maldad y no en generar bienestar colectivo como funcionario. Su imaginación no tuvo límites para fraguar venganzas en contra de sus enemigos y contrincantes, y brillante para rasguñar dinero del erario.
De vendedor chamoyadas en un local de Reynosa, donde quedó a deber años de renta, se convirtió en un potentado, uno de los hombres más ricos de Tamaulipas y, como la sábila, los analistas le siguen descubriendo más propiedades.
Con ese espíritu proclive a la violencia no debió haber sido Gobernador. Le favoreció el hartazgo hacia un PRI que había sistematizado hasta el cinismo la corrupción. Francisco apareció como la tablita salvadora de una comunidad sedienta de justicia.
Falló a la esperanza ciudadana que le había apostado con su voto en 2016.
Al finales de sexenio enfermó de poder, casi enloqueció al perseguir a sus contrincantes y tramar venganza en “para todos tengo”.
Sin duda irá al bote. Será el tercer Gobernador tras las rejas, con lo cual Tamaulipas seguirá en el desprestigio nacional e internacional.
Lo saludable de todo esto es que el “cabecismo” llega a su fin. Pensaban eternizarse en dos poderes, Legislativo y Judicial, y la Superfiscalía que engordaron con más funciones. Al final lo que les queda es huir. No se sabe cuántas más órdenes de aprehensión fueron obsequiadas.
Descabezado el cabecismo, es el adiós de esa corriente panista sin escrúpulos. Más les vale a los cómplices que pelen gallo, “esconderse” en sus lugares de origen porque la barredora de basura ya viene. Con la FGR no se juega.
Más le vale al chilango Irving Barrios Mojica regresar a la gran capital y encomendarse al Señor. A pesar de su fuero estatal hay denuncias en su contra ante el fiscal autónomo Hertz Manero. Pronto ya no tendrán mayoría en el Congreso como blindaje para sus acciones delincuenciales.
Los forasteros panistas le hicieron mucho daño a Tamaulipas. Tal es el caso también del Auditor Superior, Jorge Espino Ascanio, de quien no se duda que pudiera acompañar a su jefe en algún penal celeste de mala muerte (porque no los modernizaron).
Cosecharon lo que sembraron. Si plantaron discordias, es lo que levantan, el odio de los votantes. Más claro: Sembraron vientos y cosecharon tempestades, como también dice la voz popular.
La huida es lo que les queda a los corifeos. No son paisanos, como toda la estructura de la Fiscalía General que Barrios Mojica trajo de otras latitudes para aterrorizar las malas artes de la procuración de justicia.
Con la vara que midas serás medido, reza el otro refrán, y bien vale aquella frase de “los carniceros de hoy serán las reses del mañana”.
Una vez encarcelado se acabarán los sueños de volver a detentar el poder en Tamaulipas, o la temeraria aventura de querer entrarle a la competencia por Palacio Nacional.
Y la pregunta obligada de la ocasión ¿en dónde se encuentra Francisco N? ¿a dónde huyó? Trasciende que la orden de captura le fue obsequiada desde el domingo por un Juez de Distrito y la turnó de inmediato a la Fiscalía.
Sabemos que no asistió al cambio de poder por haber abandonado la capital.
Antes de escribirse el punto final de la administración fallida del panismo, el “fuego amigo” dijo que iría a los Estados Unidos, refugiarse en Canadá o en Israel para evitar –o retardar- su traída a México, algo que no le valdrá. El largo brazo de la Ley lo alcanzará tarde que temprano.
Ahora bien, faltan investigaciones por otros delitos cometidos en el fuero común, con Barrios o sin él, derivado de ilegalidades al frente del ejecutivo en los últimos seis años… Más lo que se acumule producto de investigaciones del gobierno estatal de la 4T.
Por ahora el Gobernador Américo Villarreal no tiene necesidad de mancharse las manos. La Fiscalía General de la República hace su chamba.
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