A quien le fue como en ‘feria’ ayer fue al gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, que ya no siente lo duro sino lo tupido.
Primero, en su querido y adorado McAllen, Texas, fue detenido su empresario consentido, Baltazar Higinio Reséndez Cantú. Los guardianes del orden de esas tierras lo capturaron y lo entregaron a la Policía Federal Ministerial mexicana en el puente internacional que conecta con Reynosa. De ahí se lo llevaron directo a Penal del Altiplano, antes conocido como Almoloya.
Más tarde, se dio a conocer que la ministra Norma Lucía Piña Hernández va a proponer que se revoque la resolución del ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá y, por tanto, se reabrirá en la Suprema Corte de Justicia de la Nación el caso del desafuero del gobernador tamaulipeco a partir de que se interpreten como inatacables las decisiones de la Cámara de Diputados.
Para colmo, Santiago Nieto, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), reveló en una breve entrevista que se detectó una ‘estafa maestra’ en la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), un modelo que implica el uso de empresas ‘fantasmas’ para desviar recursos públicos. El funcionario presentará la denuncia el próximo lunes ante la Fiscalía General de la República (FGR).
Francisco García Cabeza de Vaca tuvo un ‘jueves negro’ y, en ese contexto, no tuvieron tanto eco sus palabras de apoyo para Gerardo Peña Flores, a quien prácticamente subió a la lista de ‘destapes’, aunque no con las mismas ganas que tuvo con ‘El Truco’.
Veremos cómo afronta el gobernador la nueva ofensiva jurídica y política que se le viene encima. El mandatario estatal ya no siente lo duro, sino lo tupido.
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