El viernes el PAN dio a conocer que 95 militantes en Tamaulipas fueron expulsados del partido debido a que tuvieron participación activa en otros partidos políticos, o se afiliaron a ellos, durante las pasadas elecciones intermedias.
PUGNAS INTERNAS COMO EN LOS CARTELES
Fue el Comité Directivo Estatal (CDE) del blanquiazul el que informó sobre esta situación y refirió que la decisión se tomó después de que la Comisión Permanente del Consejo Estatal analizó las situaciones advertidas y resolvió iniciar “las gestiones necesarias” para la desafiliación de este grupo de personas.
El CDE panista aseveró que debió darse de baja a los implicados para evitar que estos pudieran regresar al partido. Y es que, señaló, si se les permite renunciar tienen el derecho de regresar a formar parte de la organización política.
De esta forma fueron dados de baja los 95 militantes, los cuales correspondían a 17 municipios de la entidad tamaulipeca. Nuevo Laredo con 31 bajas, Ciudad Madero con 23 y Reynosa con 10 fueron las demarcaciones con mayores “pérdidas”.
El resto de municipios involucrados son Llera, Altamira, El Mante, Ocampo, Antiguo Morelos, Méndez, Palmillas, Jaumave, Gómez Farías, Xicoténcatl, Victoria, Matamoros, Soto la Marina y Tampico.
Inconforme con la decisión
Maki Ortiz, alcaldesa de Reynosa, fue una de los 95 militantes en Tamaulipas desafiliados. La mandataria manifestó su desacuerdo con esta situación y dio a conocer sus motivos.
En su cuenta de Twitter, Ortiz externó que “tienes prohibido felicitar a tu hijo si logra un triunfo por un camino diferente al de ellos”. Y agregó que se trata de “liderazgos retrógrados”.
Esta fue la razón por la que se le dio de baja del partido, porque felicitó a su hijo, Carlos Peña Ortiz, por haber ganado las elecciones pasadas. “Makito” compitió por la alcaldía de Reynosa, pero por Morena, lo que generó malestar entre la dirigencia estatal.
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