Sofía en realidad no estaba segura de que fueran balazos los que algunos de los aterrados clientes de La Plaza Mall habían asegurado escuchar cerca de una tienda departamental.
De hecho, la Policía reportaría más tarde que no hubo tiroteos en el intento de asalto a mano armada a una joyería del centro comercial.
Los estruendos que la gente escuchó pasado el mediodía, según la Policía, fueron los impactos de mazos o martillos utilizados por los ladrones para romper las vitrinas de la joyería.
"Me dio terror, nunca te imaginas que acá vaya a pasar una balacera. La gente corría y gritaba que se estaban tiroteando dentro del mall", señaló Sofía, una mujer de Reynosa que acudió ayer junto con sus hijas de compras.
La mujer tomó a las dos menores, una en cada mano y enfiló a toda prisa al estacionamiento, donde había unas 10 patrullas de diferentes corporaciones policiacas.
"Los agentes actuaron muy rápido, por eso es que detuvieron a los asaltantes. Estuvo fuerte el susto, pero por fortuna todo salió bien", dijo.
Sofía esperó más de dos horas en el estacionamiento hasta que los agentes de seguridad del centro comercial, le informaron que ya podría entrar de nuevo.
Rubén, quien apenas iba llegando a La Plaza Mall, describe el hecho como algo que sólo sucedería en Reynosa.
"No te lo esperas en McAllen. En Reynosa esto es común: te dejan a los muertos en los centros comerciales, los 'malos' se meten hasta adentro para matar. En cambio, aquí eso no se ve, no es común", expresó.
"La verdad estábamos muy asustados. Mi esposa estaba llorando y teníamos miedo, pero confiábamos en que la Policía iba a actuar rápido, como lo hizo".
El hombre aseguró que escuchó ruidos fuertes y que para él eran disparos de arma de fuego.
"Lo escuchamos muy claro, eran disparos, nos dicen que no fue una balacera, pero nosotros oímos disparos y vimos a la gente correr aterrorizada, por eso creímos que era una balacera", señaló.
La jornada terminó dos horas después con la detención de los siete sujetos que irrumpieron en la joyería Deutsch & Deutsch para asaltar el negocio.
Los hombres ya habían roto las vitrinas donde se exhibían relojes finos y joyas, y amagaban a empleados y clientes cuando llegaron los agentes de seguridad.
En un rápido operativo de oficiales del Departamento de Policía de McAllen, se logró su arresto.
Las tiendas fueron desalojadas y los clientes, mucho de ellos regios, salieron del centro comercial de manera apresurada, pensando que se trataba de algún enfrentamiento entre pistoleros.
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