A cuatro meses y cinco días de que se termine su administración, el sexenio de Enrique Peña Nieto suma 50 periodistas asesinados.
De acuerdo con un recuento realizado por La Silla Rota, en los primeros siete meses del 2018 han sido ultimados 11 periodistas en todo el país, los últimos tres en menos de un mes.
El más reciente fue el de Rubén Pat, acribillado en el centro de Playa del Carmen, Quintana Roo, la madrugada de este martes.
Pat trabajaba para el Semanario Playa News, al igual que José Guadalupe Chan Dzib, periodista asesinado también en Playa del Carmen, dentro del bar “La Baticueva”, en Felipe Carrillo Puerto, el 29 de junio pasado, un mes antes.
Sobre Pat se sabe que había recibido amenazar a finales de junio, por lo que solicitó al Mecanismo de Protección para Personas Defensoras en Derechos Humanos y Periodistas, no sirvió de nada.
Ayer, lunes 23 de junio, Luis Pérez García, director de la revista Encuesta Hoy, fue asesinado a puñaladas dentro de su casa, en Iztapalapa, Ciudad de México. Posteriormente intentaron quemar su domicilio para ocultar el crimen.
El 2 de junio, por su parte, la fotoperiodista María del Sol Cruz Jarquín fue acribillada durante un ataque dirigido a la candidata a alcaldesa Pamela Terán, en Juchitán Oaxaca.
En mayo también fueron asesinados tres periodistas: Héctor González Antonio, corresponsal de Excélsior fue asesinado a golpes en Ciudad Victoria, Tamaulipas; cuatro días antes, el 25 de mayo, Alicia Díaz González periodista de El Financiero fue asesinada a golpes al interior de su casa presuntamente por su expareja; el 15 de mayo, Juan Carlos Huerta, conductor y empresario de radio, así como televisión, fue asesinado en Villahermosa, Tabasco, luego de ser emboscado por un grupo armado.
El 21 de marzo, Leobardo Vázquez Atzin, reportero de Enlace Informativo Regional fue asesinado dentro de su casa en la ciudad de Gutiérrez Zamora, al norte de Veracruz.
El 5 de febrero, Pamela Montenegro, youtuber conocida como la "Nana Pelucas", fue asesinada dentro del restaurante de su esposo en Acapulco, Guerrero. Dos años antes había recibido amenazas.
Dos asesinatos más hubo en enero, el día 5 cuando José Gerardo Martínez, de El Universal, murió en un presunto asalto en Coyoacán, Ciudad de México.
Carlos Domínguez fue asesinado de 21 puñaladas cuando viajaba en su vehículo, junto a su hija, en Nuevo Laredo, Tamaulipas, el pasado13 de enero.
A la par que los crímenes contra periodistas aumentan, la impunidad en sus casos también va al alza.
Tan sólo en 2017, Artículo 19 registró 507 agresiones contra la prensa, de las cuales únicamente en 135 casos se abrió una carpeta de investigación en la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE).
Y según la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), hay impunidad en el 90% de los asesinatos contra periodistas.
En el análisis realizado por la CNDH a 176 averiguaciones previas relacionadas con homicidios y desapariciones de periodistas, sólo en 17 hubo una sentencia condenatoria.
Pero la libertad de expresión no sólo se acota a través de la violencia, sino también, mediante la ley.
El pasado primero de mayo, Eruviel Ávila, exgobernador del Estado de México, demandó al periodista Humberto Padgett por daños a la moral.
El priista pidió que el reportero pagara 10 millones de pesos por el reportaje incluido en el libro "Los Suspirantes 2018", donde Padgett relata a través de cinco fuentes una fiesta en la cual Ávila Villegas y el obispo emérito de Ecatepec, Onésimo Cepeda, fueron protagonistas presuntas situaciones sexuales con varones menores de edad.
Así, la edición 2018 de la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa elaborada por Reporteros sin Fronteras (RSF) coloca a México como el segundo país más peligroso para ser periodista.
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