El Observatorio Nacional Ciudadano sustentó con cifras cómo la delincuencia y la violencia han aumentado y cada vez son más los estados en esta espiral.
El ONC analizó la estadística de 10 delitos, tanto en número de víctimas como de carpetas de investigación por cada 100 mil habitantes en 2017.
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Tamaulipas sigue destacando en secuestro y extorsión.
En diciembre, las tasas más altas de secuestro fueron en Tamaulipas (0.44), Quintana Roo (0.30) y Veracruz (0.26), superando la nacional en 336.44%, 196.80% y 154.18% respectivamente.
Ese mes, la tasa más alta de víctimas se reportó en Tamaulipas con 0.58 por cada 100 mil habitantes, 367.99% mayor que la nacional.
En 2017, la mayor tasa de víctimas por este delito se registra en Tamaulipas con 5.96 por cada 100 mil habitantes y fue 316.56% mayor que la nacional.
En extorsión, al comparar diciembre con el promedio de los 12 meses anteriores, el mayor incremento absoluto se reportó en Tamaulipas, el cual fue de 8.67 carpetas de investigación.
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La mayoría de los delitos de alto impacto están aumentando en la mayor parte de las entidades federativas. Es una grave crisis de inseguridad que afecta a casi todo el país.
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El ONC recuerda que hace cinco años los funcionarios del gobierno salieron a autoaplaudirse los descensos que iniciaron en la pasada administración, presumieron eficacia gracias a la coordinación y al uso de inteligencia; y hoy no rinden cuentas, apenas reconocen tímidamente los aumentos y eventualmente descargan responsabilidades.
El organismo hace ver que lamentablemente, para reducir la delincuencia y la violencia no existen acciones mágicas, se requiere una serie de estrategias que autoridades federales y locales deben emprender con responsabilidades según sus competencias.
Algunas de ellas: echar a andar un servicio (real) de carrera sustentado en perfiles, indicadores de desempeño y resultado que se construya sobre cargas de trabajo realistas y justas, sueldos y prestaciones adecuadas y homologadas.
La Federación debe revisar la efectividad y eficiencia del gasto en seguridad y justicia, al tiempo que las entidades deben iniciar a rendir cuentas en cómo, en qué y para qué gastan, cuál es la pertinencia de sus decisiones y cuáles los resultados.
Sin duda, todo un reto en Tamaulipas.
Con información de.-Cristina Gomez/
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