Hace poco más de un año, Pemex abrió
gasolineras en Estados Unidos. Hoy en día, existen gasolineras Pemex en
Houston, Texas.
El galón de gasolina ahí se cotiza hoy en
1.99 dólares, es decir, el litro de gasolina cuesta 52 centavos de dólar o
10.98 pesos mexicanos (según el tipo de cambio al momento en que se escribe
esta nota), apenas un poco más de la mitad del precio en la gasolina en México.
¿Por qué en Estados Unidos la gasolina de
Pemex cuesta casi la mitad que en México?
La apertura de las gasolineras en Estados
Unidos se hizo con capitales de inversionistas privados extranjeros. Las
franquicias de Pemex en Houston venden gasolina producida en Estados Unidos –es
decir, las gasolineras no pagan la importación del combustible – y la empresa
mexicana no es proveedora de las estaciones. Los inversionistas fijan los
precios de las gasolinas en las franquicias de Pemex en Texas de acuerdo a las
condiciones del mercado global –es decir, su precio está liberalizado.
Con la instalación en Estados Unidos de
franquicias, Pemex pretendía expandir la marca en el país vecino. La decisión
de colocar franquicias de Pemex en Houston tiene más un trasfondo político que
aspiraciones de ganancia económica.
Además, hay mucha competencia en el mercado
gasolinero en la zona, por lo que las empresas tienden a bajar los precios –el
resultado de una competencia real. No es poca cosa que Houston sea llamada la
capital petrolera del mundo.
¿Las condiciones del mercado aquí son las
correctas para liberalizar?
En Estados Unidos el precio de la gasolina
está liberalizado, es decir es impuesto por las fluctuaciones de un mercado
globalizado.
Desde hace más de 20 años, la SHCP ha
fijado un precio subsidiado a los combustibles. Sin embargo, desde 2008 hasta
hoy, durante 9 años, los precios de los combustibles han subido y así la
población debe pagar el precio de venta de los mismos para igual los precios de
los mercados interno y externo. El subsidio se mantuvo, aunque disminuido, pero
los precios se han alzado.
De 2011 a 2014 el precio del petróleo bajó
y, por tanto, también disminuyó el precio de la gasolina en Estados Unidos, ya
que está determinado casi completamente por el precio del petroleo en el
mercado internacional.
En México, la gasolina ha sido cara por los
elevados costos de producción y refinación en las escasas seis refinerías de
Pemex en el país y los altos impuestos de los gasolinazos pasados.
La
liberalización del precio de la gasolina en México implica que su costo –ahora
también en el país– estará determinado por las fluctuaciones del mercado
internacional. Sin embargo, para que la liberalización de los precios de la
gasolina en México resulte útil para todos, hace falta condiciones de competencia,
condición que representa un enorme reto.
¿Llegaremos a pagar 10 pesos por un litro
de gasolina? No, por lo menos en el mediano plazo.
Fuente.-
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