En la
última década, Pemex ha gastado más de 5 mil millones de pesos en estrategias
fallidas para combatir la ordeña de combustible.
Ahora,
la petrolera pretende atacar el ilícito en sus más de 17 mil kilómetros de
ductos con 3 motos, 365 camionetas y un GPS.
Para tratar de contener la pérdida de 23 mil barriles diarios de combustible por el robo en 4 mil 282 tomas clandestinas de todo el País, este año firmó un contrato por 625 millones de pesos para la renta de una flotilla hasta el cierre de 2020, el cual fue adjudicado el 18 de enero a la empresa Integra Arrenda.
El denominado Servicio Integral de Transportación Terrestre para Salvaguardia Estratégica, Seguridad Nacional y Combate al Mercado Ilícito de Hidrocarburos contempla la renta de las unidades tipo pick-up y el sistema de localización.
La arrendadora tendrá que entregar las camionetas en 22 ciudades del País y proveer placas, pólizas de seguro, servicios y refacciones, así como sustituir las unidades dañadas o que lleguen a 150 mil kilómetros recorridos.
De 2004 a 2016, la petrolera implementó al menos siete programas, como la compra de vehículos, sistemas de seguridad en ductos, despliegue de elementos federales y vigilancia con aviones no tripulados.
Además, en el último año modificó la logística de distribución de combustible; sin embargo, las tomas clandestinas y el robo se multiplicaron y las pérdidas para la empresa alcanzaron los 54 millones de pesos diarios.
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