Nuevo León amaneció ayer con el
hecho inédito de un ex Gobernador en la cárcel, luego de que el priista Rodrigo
Medina fue vinculado a proceso por peculado y daño patrimonial al Estado, y se
le dictó prisión preventiva.
Pero, en un giro legal por la
orden de un juzgado federal, el día terminó con el ex Mandatario en libertad,
luego de 19 horas preso.
Después de revelarse la orden de
liberación, el Subprocurador Anticorrupción del Estado, Ernesto Canales, dijo
que Medina continúa vinculado a proceso por los dos delitos señalados, y por el
de ejercicio indebido de funciones, que le fue dictado en agosto pasado.
"Eso (las vinculaciones a
proceso) es lo de fondo", dijo, "y claro, es muy importante también
la medida cautelar (prisión preventiva), y la vamos a pelear.
"Es una batalla legal que ya
habíamos anticipado, y la tenemos que enfrentar".
Medina fue internado en el Penal
del Topo Chico a las 3:30 horas de ayer, luego de que el juez de Control Miguel
Ángel Eufracio Rodríguez le dictó como medida cautelar la prisión preventiva en
una jornada de audiencias que el miércoles duró 17 horas.
Pese a que la defensa del ex
Mandatario alegó contar con una suspensión provisional de amparo que protegía
su libertad personal, la medida cautelar se tomó, se dijo, por una posible
evasión de la justicia de Medina, por su falta de arraigo al no vivir en Nuevo
León y por sólo tener a su nombre una propiedad, en General Terán, de 3.6
millones de pesos, con lo que no podría resarcir el daño que se le imputa.
Por la tarde, horas antes de
ordenarse la libertad de Medina, Canales dijo que había un plazo clave de 48
horas para definir si procedía un recurso de queja de la defensa ante la
justicia federal.
Aunque el plazo marcado por el
juez de Control para la prisión preventiva fue de 30 días, por la noche, el
Juzgado Quinto de Distrito en Materia Penal en Nuevo León ordenó al juez de
Control estatal la inmediata libertad de Medina.
"Por incumplimiento a suspensión
provisional, juez federal ordena a juez de Control la inmediata liberación de
un ex Gobernador de Nuevo León", señala la nota informativa difundida por
el Poder Judicial Federal.
El recurso legal a favor de
Medina se dio mientras se manejaba su posible traslado al Cereso de Apodaca por
cuestiones de seguridad.
Medina fue registrado en el Topo
con el número 0238, y una foto de él con el uniforme naranja de reo circuló con
intensidad en redes sociales a lo largo del día.
Por la noche, a las 22:49 horas,
cuando llevaba 19 horas y 19 minutos internado, el ex Gobernador salió del
Penal del Topo Chico vistiendo el traje, la camisa y la corbata de la larga
jornada anterior, y denunciando una injusticia.
"El día de hoy (ayer)
pasamos un tiempo aquí de manera injusta e indebida", afirmó.
"Es un acto de injusticia
que perjudica mi imagen", dijo. "Estamos dándole la vuelta a esto con
este auto de libertad. Finalmente se hizo justicia.
"Eso (de la foto difundida
con uniforme y registro) son los daños morales que causa esto por una
injusticia, por haber dado una mala orden".
Por separado, Canales dijo que,
por los tres delitos a los que está vinculado a proceso el ex Mandatario, puede
recibir hasta 36 años de cárcel.
Estos delitos forman parte de la
investigación en torno a una serie de incentivos irregulares otorgados a la
empresa Kia por más de 3 mil 600 millones de pesos, sin abarcar otras
irregularidades detectadas a la Administración estatal de Medina, que concluyó
en octubre del 2015.
Para que Medina fuera vinculado a
proceso e internado en el penal como medida cautelar, Canales dijo que fue
clave el reunir más pruebas y demostrar que podía darse a la fuga.
Hizo énfasis en que su reclusión
fue sólo una medida cautelar, y que no significa que Medina haya sido declarado
culpable de algún delito.
Horas antes de darse a conocer la
orden para que Medina fuera liberado, el Fiscal anticipó que todo podía pasar
con la justicia federal.
"Mi respuesta sería que en
la viña del señor federal todo puede pasar", expresó.
En un comunicado, la Fiscalía
advirtió anoche que presentará una queja ante el Tribunal Colegiado por la
orden del Juzgado Quinto de
Distrito. (Con información de Ángel Charles
y Mirna Ramos)
DOS DIAS de VOLTERETAS...Libre y Hasta Molesto.
Durante
38 horas, el destino de Rodrigo Medina fue una rueda de la fortuna.
Todo empezó la mañana del miércoles, cuando Medina arribó al Palacio de Justicia para la audiencia donde se le imputarían nuevamente los delitos de peculado y daño al patrimonio estatal por los incentivos otorgados a la empresa Kia.
"Qué frío está", dijo al sentir el aire acondicionado de la sala de audiencias.
Eran las 08:52 de la mañana y para el ex Gobernador empezaban dos de los días más largos de su vida.
'¿YO, AL TOPO CHICO?'
Tras siete horas y media de debate y seis de receso, Medina salió a la pequeña explanada del Palacio de Justicia a tomar aire y caminar durante 57 minutos.
A las 00:06 horas, el Juez de Control Miguel Ángel Eufracio Rodríguez reinició la audiencia y, sin mayor protocolo, anunció la vinculación del ex Gobernador y le impuso la prisión preventiva para evitar una eventual fuga.
El abogado Alonso Aguilar Zinser advirtió al juez que incurriría en desacato a una suspensión provisional de amparo, pero el juzgador desestimó el recurso.
Cuando la sala fue desalojada, contó luego un testigo, Medina sólo atinó a hacerle una pregunta al juez, ya fuera de audiencia: "¿Yo, al Topo Chico?".
Se convirtió en el primer ex Gobernador de Nuevo León en ingresar al penal como acusado.
SIN LUJOS, SIN CAMA
Aunque le asignaron su uniforme naranja y el número 0238, Medina no era un interno más en el penal.
Temiendo por su seguridad, los administradores del centro penitenciario no lo enviaron a la celda de observación, como al resto de los reos que ingresan, y desde que llegó, a las 03:30 horas de ayer, lo mantuvieron en una sala de espera de 2 por 1.50 metros.
Allí el ex Mandatario prescindió de cualquier comodidad y hasta de cama, y tuvo que dormir o intentar hacerlo en una silla de plástico que los litigantes asiduos al lugar califican como "tipo IMSS".
LIBRE, PERO MOLESTO
Casi 19 horas después de su ingreso al penal, Medina salió por orden de un juzgado federal y, pese a recuperar su libertad, se mostró serio alegando que fue víctima de un abuso.
"Es un acto de injusticia que perjudica mi imagen", expresó a las puertas del penal.
El ex Gobernador se mostró preocupado por la fotografía que circuló con el uniforme naranja y su registro en el penal.
"(La ciudadanía) cree que con esa foto somos culpables, (pero) no hemos cometido ningún delito", añadió antes de retirarse en una pick up doble cabina color gris, flanqueado por sus abogados.
Todo empezó la mañana del miércoles, cuando Medina arribó al Palacio de Justicia para la audiencia donde se le imputarían nuevamente los delitos de peculado y daño al patrimonio estatal por los incentivos otorgados a la empresa Kia.
"Qué frío está", dijo al sentir el aire acondicionado de la sala de audiencias.
Eran las 08:52 de la mañana y para el ex Gobernador empezaban dos de los días más largos de su vida.
'¿YO, AL TOPO CHICO?'
Tras siete horas y media de debate y seis de receso, Medina salió a la pequeña explanada del Palacio de Justicia a tomar aire y caminar durante 57 minutos.
A las 00:06 horas, el Juez de Control Miguel Ángel Eufracio Rodríguez reinició la audiencia y, sin mayor protocolo, anunció la vinculación del ex Gobernador y le impuso la prisión preventiva para evitar una eventual fuga.
El abogado Alonso Aguilar Zinser advirtió al juez que incurriría en desacato a una suspensión provisional de amparo, pero el juzgador desestimó el recurso.
Cuando la sala fue desalojada, contó luego un testigo, Medina sólo atinó a hacerle una pregunta al juez, ya fuera de audiencia: "¿Yo, al Topo Chico?".
Se convirtió en el primer ex Gobernador de Nuevo León en ingresar al penal como acusado.
SIN LUJOS, SIN CAMA
Aunque le asignaron su uniforme naranja y el número 0238, Medina no era un interno más en el penal.
Temiendo por su seguridad, los administradores del centro penitenciario no lo enviaron a la celda de observación, como al resto de los reos que ingresan, y desde que llegó, a las 03:30 horas de ayer, lo mantuvieron en una sala de espera de 2 por 1.50 metros.
Allí el ex Mandatario prescindió de cualquier comodidad y hasta de cama, y tuvo que dormir o intentar hacerlo en una silla de plástico que los litigantes asiduos al lugar califican como "tipo IMSS".
LIBRE, PERO MOLESTO
Casi 19 horas después de su ingreso al penal, Medina salió por orden de un juzgado federal y, pese a recuperar su libertad, se mostró serio alegando que fue víctima de un abuso.
"Es un acto de injusticia que perjudica mi imagen", expresó a las puertas del penal.
El ex Gobernador se mostró preocupado por la fotografía que circuló con el uniforme naranja y su registro en el penal.
"(La ciudadanía) cree que con esa foto somos culpables, (pero) no hemos cometido ningún delito", añadió antes de retirarse en una pick up doble cabina color gris, flanqueado por sus abogados.
Fuente.-
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