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martes, 24 de enero de 2017

FISCALIA de E.U "BUSCARA CONFISCARLE" al "CHAPO" 14 MIL MILLONES de DOLARES...algo así como el presupuesto de Sinaloa en todo el sexenio pasado.


El tiempo de Joaquín Guzmán Loera, el Chapo, en cárceles mexicanas llegó a su fin, luego que elementos de la Armada de México lo sacaran de su celda el jueves de la semana pasada, para trasladarlo al aeropuerto de Ciudad Juárez, y de ahí enviarlo a Long Island y luego a Nueva York, donde el capo enfrentará a la justicia estadunidense.
Terminaba ahí el capítulo más reciente de la leyenda del Chapo. Ahí mismo también se desvanecía la posibilidad de una nueva fuga de quien representó la figura del antihéroe que el narcotraficante era para muchos mexicanos.
Guzmán Loera, de 59 años y originario de La Tuna, Badiraguato, finalmente sucumbió ante las leyes mexicanas, y desde el mismo jueves pasado fue enviado a manos de su más férreo cazador, que a su vez era su principal comprador de droga: Estados Unidos.
No por nada el Procurador del Distrito Este de Nueva York, Robert Capers, se refirió a él con cierto desdén, al señalarlo no como el principal enemigo de su país, sino como un narcotraficante cualquiera que sería tratado con todo el peso de la ley.
“¿Qué quién es el Chapo Guzmán? Lo diré en breve: es un individuo conocido por la vida criminal que llevaba, y que estaba bordeada por la muerte, por la violencia y por la destrucción, pero que ahora deberá responder por ello. Eso es el Chapo Guzmán”, dijo Capers, en conferencia de prensa, justo antes de que el capo fuera presentado ante un juez.
Después de atender a los diferentes medios de comunicación, los fiscales se dirigieron al cuarto piso del edificio, y en la corte 466 del juzgado federal miraron como Guzmán Loera era llevado en medio de fuertes medidas de seguridad, e inmediatamente después se le leyeron los 17 cargos que el equipo de fiscales, liderados por Capers y Arthur Wyatt, presentaron en su contra.
El Juez Brian M. Cogan preguntó entonces a Guzmán Loera si se declaraba culpable, o no culpable, y el Chapo, vestido con una chaqueta azul oscura, camiseta color marrón y zapatos blancos, respondió a través de un intérprete que se declaraba “no culpable”, fijando el juez la primera audiencia preliminar para el 3 de febrero.
Entre los cargos que el capo enfrenta destacan cargos por corrupción, importación de drogas, distribución de armas de fuego y lavado de dinero, los cuales datan de1989 hasta 2014.

¿Dónde está la independencia judicial?

“Triste el papel de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en la entrega atropellada de Joaquín Loera El Chapo Guzmán a Estados Unidos; sin guardar las formas, los ministros de la primera sala cedieron a las presiones del gobierno federal de desechar los recursos de amparo con los que el narcotraficante pretendía aplazar su extradición, ¿Dónde quedó la llamada independencia judicial?”, sostuvo el periodista y columnista de La Jornada, Jesús Aranda.
Dijo que se trató de una operación fast track inédita, ya que “la primera sala de la Corte, presidida por Norma Lucía Piña Hernández, aceleró los trámites para notificarle ayer mismo al quinto tribunal colegiado en materia penal su decisión para que listara y desechara ayer mismo los amparos de Guzmán, dando así luz verde a la extradición que ya había autorizado sumisamente hace meses la Secretaría de Relaciones Exteriores”.
Manifestó que toda esta prisa tenía como propósito que el gobierno de Enrique Peña Nieto enviara un guiño al presidente saliente de Estados Unidos, Barak Obama, y un guiño de “buena voluntad” -entiéndase quedar bien- con el entrante Donald Trump, justo un día antes de que asumiera el mandato.
“Bien haría el canciller Luis Videgaray en explicar cuál era la prisa de entregar a El Chapo Guzmán, bien haría en explicar por qué no se siguieron los tiempos y plazos normales para tener la oportunidad de sentarse a negociar con la nueva administración estadunidense con cartas de juego en la mano para enfrentar las agresiones veladas y abiertas de Trump a los intereses soberanos de nuestro país”, advirtió Aranda. 
El color del dinero
La fiscalía estadunidense del Este de Nueva York, y del Sur de Florida, donde el Chapo también enfrenta cargos, señalaron que buscarían confiscar 14 mil millones de dólares al capo sinaloense, una cifra que según señala la fiscalía, tiene el capo.

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14 mil millones de dólares, considerando el tipo de cambio actual en los mercados internacionales, representan más de 294 mil millones de pesos mexicanos, cantidad ligeramente mayor al presupuesto que recibió el estado de Sinaloa durante el sexenio de Mario López Valdez.
Un experto en leyes del sur de Estados Unidos, explicó que la cantidad que la fiscalía intenta confiscar a Guzmán Loera “es ridículo”, y los mismos fiscales y el propio juez saben que será imposible que el traficante sinaloense tenga esa cantidad, pero que lo hacen como una forma de presionar al acusado para que ceda a todas las demandas de los fiscales.
“Es absurdo, pero es claro que los fiscales quieren afectar emocionalmente al acusado, y la forma en que ellos calculan esa cantidad, es por cada kilo de droga que se dice que este señor ingresó a Estados Unidos, calculan la ganancia, y en este caso la fiscalía cree que el señor Guzmán generó 14 mil millones de dólares”, observó un abogado estadounidense, quien solicitó no se revelara su identidad.
De acuerdo con la fiscalía estadunidense, el Chapo habría traficado 200 mil kilogramos de cocaína hacia Estados Unidos, entre 1989 y 2014. Considerando que cada kilogramo tuvo un costo de 45 mil dólares en el mercado negro, da como resultado 9 mil millones de dólares, pero al agregar los fiscales ganancias del Chapo por el tráfico de heroína, metanfetaminas, y mariguana, ello da como resultado los 14 mil millones de dólares que creen que el capo habría ganado en todo ese tiempo.
“Los fiscales tiran un número, y ellos saben que no colectarán esa cantidad, pero lo hacen como una estrategia porque si el juez llega a aprobar que se le decomisen bienes tratando de juntar esa cantidad, destruyen al acusado”, explicó el abogado.
El único otro caso fue el de Alfredo Beltrán Leyva, a quien la fiscalía estadunidense solicitó se le decomisaran 10 mil millones de dólares, aunque en ese caso el juez negó ese decomiso por considerarlo “extremadamente severo”.

Los fantasmas del Chapo
Según el expediente 1:09-CR-00466-BMC, presentado el viernes pasado ante el juez Cogan, el Chapo sería responsable de traficar y distribuir cocaína hacia y en Estados Unidos, lo mismo que metanfetaminas, heroína, mariguana, así como lavado de dinero, asociación delictuosa y posesión ilegal de armas de fuego.
Según el documento, las pruebas que se tienen en contra del capo son contundentes, y se basan principalmente en testigos protegidos, quienes serían antiguos socios del Chapo, y que en algún punto se unieron al programa de testigos protegidos, además de video y audio grabaciones que aparentemente lo involucran haciendo negocios.
Entre quienes se cree pudieran ser los principales acusadores de Guzmán Loera, destacan los hermanos Pedro y Margarito Flores, antiguos distribuidores del narcotraficante en la zona de Chicago, quienes desde el tiempo en que el capo estaba libre, se habrían unido al programa de testigos protegidos para ayudar a la DEA a detectar a colaboradores de alto perfil del Cártel de Sinaloa.
También se incluiría en esa lista a narcotraficantes colombianos, y mexicanos, aunque el documento del Departamento de Justicia de Estados Unidos no precisa los nombres de los colaboradores de la DEA que estarían dispuestos a carearse con el Chapo, y sólo los identifica como “colaboradores” del gobierno estadunidense.

La historia
Sería en los últimos años de los 80 que habría iniciado la leyenda del Chapo, tal y como la conocemos. El archivo judicial precisa amistades con Ignacio Coronel, Héctor el Güero Palma, Juan José Esparragoza, Vicente Carrillo Fuentes, e Ismael Zambada García, el Mayo.
La muerte de un compadre del Chapo a manos de los hermanos Arellano Félix, desató una guerra sin cuartel entre el Cártel de Sinaloa y el de Tijuana, que eventualmente cobraría la vida del cardenal Juan José Posada Ocampo, en Guadalajara, incidente que culminaría con el arresto de Guzmán Loera, en 1993.
El Chapo se fugó de prisión en 2001, y a partir de ahí, creció su poder, infiltrando a su gente en todo México, y en varios países de Centroamérica, principalmente Honduras, Costa Rica, Panamá y El Salvador, así como en algunas naciones de la comunidad Europea, con quien el Chapo hizo negocio.
En el documento, presentado apenas el viernes pasado y al cual Ríodoce tuvo acceso, se explica cómo el narcotraficantes invirtió millones de dólares para corromper a corporaciones completas, para que su grupo pudiera traficar la droga que adquirían en Colombia, y que era trasladada a Sinaloa y posteriormente a Estados Unidos por tierra, mar y aire, llegando a convertir a su fracción en la más prominente del Cártel de Sinaloa.
Otros aspectos de operación que se mencionan en el expediente es la intimidación y la violencia, para de ese modo lograr lo que se busca, incluyendo la formación de un ejército personal que protegía los intereses del Chapo, y también a él.
Este comando criminal habría sido el que declaró la guerra a los Carrillo Fuentes, en 2004, y a los Beltrán Leyva en el 2008.
Esta ola de violencia habría sido un factor determinante para reforzar la cacería del capo, quien eventualmente sería cazado en algún punto, pero por alguna razón, siempre lograba escaparse, incluyendo un encuentro con elementos castrenses en la colonia el Vallado de Culiacán, en enero de 2014, de donde el capo logró escaparse.
La suerte finalmente se le habría de acabar a Guzmán Loera en febrero de 2014, cuando elementos de la Marina lograron arrestarlo en Mazatlán Sinaloa.
La fuerza del Estado
Aunque Estados Unidos ha dicho que juzgará con todo el peso de la ley a Guzmán Loera, el procurador de Brooklyn dijo que no aplicarían la pena de muerte al capo, no porque no quieran, sino gracias a los acuerdos bilaterales que existen en los acuerdos de extradición de mexicanos a Estados Unidos.
“Eso es un hecho (que no buscaremos la pena de muerte), pero sí lo juzgaremos con todo el peso de la ley”, observó el procurador.
Respecto a la habilidad del Chapo para escapar de prisiones, William Sweeney del FBI, dijo a los medios en Nueva York, que estarían muy pendientes del capo, y consideraron casi “imposible”, que Guzmán Loera se vuelva a escapar.
“Podemos asegurar que nadie construirá ningún túnel que lleguen a su celda ni a su baño, porque estará muy vigilado”, dijo Ángel Meléndez, agente especial del Buró de Seguridad Nacional de Estados Unidos.
De ser encontrado culpable, el Chapo podría enfrentar cadena perpetua, y nunca más regresaría a México. 

Con información de CNN y New York Times.



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