Ahora tres delincuentes implicados en el secuestro, violación y asalto de una familia en una quinta de Santiago, en el 2013, caso por el que hasta recibieron sentencia, fueron absueltos por la Quinta Sala Colegiada del Tribunal Superior de Justicia.
Con el argumento de las malas prácticas y tecnicismos legales -aludido para absolver también a otros criminales-, los magistrados revocaron la sentencia de 35 años que se había dictado contra los hermanos Víctor Mauricio y Jonathan de Jesús Ibarra Cano, de 19 y 18 años, respectivamente, y José Luis Rodríguez Cavazos, de 26, ordenando su liberación.
No obstante, aunque un informante aseguró que los acusados ya no estaban presos, las autoridades estatales no confirmaron si ya habían salido libres.
En un fallo que tuvo lugar a finales de enero, pero trascendió hasta ayer, los juzgadores Leonel Cisneros Garza, Genaro Muñoz Muñoz y Juan Manuel Cárdenas González determinaron que la detención de los acusados era ilegal porque fue prolongada, además de que no fueron capturados en flagrancia.
También establecieron que algunas pruebas eran ilícitas porque fueron obtenidas durante el arraigo de los sospechosos y se señaló que en algunas diligencias ante el Ministerio Público no estuvieron presentes los abogados de los acusados.
En el caso destaca que, aunque en la investigación se mencionó que dos de los implicados agredieron sexualmente a una menor de 13 años durante el asalto, la Procuraduría de Justicia no los acusó por ese delito.
Esta absolución se suma a otras que se han registrado recientemente en el Estado porque los jueces y magistrados aplican criterios de la Suprema Corte para proteger los derechos humanos de los detenidos.
Estas decisiones han sido cuestionadas por especialistas debido a que estos criterios protegen los derechos de los delincuentes y no los de las víctimas.
El caso que detonó más reacciones públicas de indignación fue la absolución de los cuatro asesinos y plagiarios del empresario Damián González del Río, de 31 años, cuyo fallo se dio a conocer la semana pasada.
El ataque a la familia tuvo lugar el 4 de febrero del 2013, cuando los dos padres y dos hijos fueron secuestrados dentro de su quinta, en El Faisán, en Santiago.
Los hermanos Ibarra Cano y Rodríguez Cavazos golpearon a las víctimas y les robaron un auto Passat, una camioneta RAV4 y equipo electrónico, todo valorado en 265 mil pesos.
Más tarde, policías de Fuerza Civil detuvieron a los acusados cuando viajaban en el Passat por la Carretera Nacional, pero tardaron siete horas en poner a los asaltantes a disposición de un Fiscal.
Pese a esto, el 14 de mayo del año pasado, el Juez Segundo Penal en Monterrey sentenció a los tres hombres por secuestro, robo con violencia y agrupación delictuosa, lo que, tras una apelación, fue revisado y revocado, ordenándose su libertad.
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