La Agencia Antidrogas de Estados
Unidos relacionó con el narcotráfico a tres exdirectores de la Policía Nacional
de Colombia, entre ellos al exasesor de Enrique Peña Nieto en materia de
seguridad, Oscar Naranjo, a quien se le responsabilizó de acudir al paramilitarismo
como parte de su estrategia para combatir al crimen organizado.
En su portal de internet, la cadena privada
‘Caracol Radio’ dio a conocer que obtuvo los reportes que desarrolló la DEA y
que frenaron el ascenso del general Luis Eduardo Martínez, el único oficial
activo al momento en que los papeles fueron enviados a la Comisión Segunda del
Senado en Colombia, que en diciembre de 2015 estudiaba 39 ascensos.
En dichos informes se mencionan los nombres
de tres exdirectores de la Policía Nacional de Colombia, Rosso José Serrano
Cadena, Óscar Naranjo y José Roberto León Riaño, quienes habrían recibido
presuntos sobornos provenientes del narcotráfico.
La cadena radial explicó que si bien el
primero de los documentos es de 2008, “no tuvieron ninguna incidencia en
Colombia. Para esa época el general Óscar Naranjo ya era director de la
Policía, cargo que ocupó desde mayo de 2007 hasta junio de 2012″.
Por su parte, el general León Riaño fue
director de Carabineros, inspector general, director de Seguridad Ciudadana y
director de la Policía.
En los memorandos de la DEA “también
mencionan al general Mauricio Santoyo, quien en 2012 fue condenado por una
corte de Virginia, Estados Unidos, a 12 años de cárcel por su colaboración con
grupos paramilitares”.
Los documentos destacan las “presuntas
declaraciones de conocidos narcotraficantes extraditados a Estados Unidos, como
alias ‘Macaco’, ‘Percheron’ y un oficial retirado de la Policía, y detallan
cómo lograban evadir a las autoridades a través de sobornos y pagos por
información privilegiada”.
El primer informe de la DEA es de 2008. Se
trata de “una entrevista a una fuente bautizada como SOI, y recuerda el
episodio de los helicópteros de Francisco Iván Cifuentes Villa que utilizó la
Policía en el departamento de Antioquia”.
En este documento se afirma que “sobornaron
al entonces coronel Luis Martínez con una computadora, mientras que a un mayor
y al general Mauricio Santoyo con más de 50 mil dólares”.
Para esa época Cifuentes Villa tenía
“contratos incluso con la NAS (Narcotics Affairs Section), una sección de la
embajada de Estados Unidos creada en 1985 y subordinada del Departamento de
Estado. Sus facturas eran pagadas por la embajada en Bogotá”.
Para los años 90 se pudo establecer que “el
piloto ‘Pacho’ Cifuentes Villa no solo fue socio de Pablo Escobar, sino que
mantenía negocios con el cártel de Sinaloa. Fue asesinado en 2007 por sicarios
que le dispararon en una finca de Antioquia.
El reporte más comprometedor, de marzo de
2011, destaca que el mayor de la Policía en retiro Byron Ernesto Ordoñez le
contó a los agentes de la DEA que los sobornos incluyeron a generales como José
Roberto León Riaño, Oscar Naranjo y Rosso José Serrano.
Igualmente implicó a Leonardo Gallego
Castrillón, quien fuera director Antinarcóticos, así como a Dagoberto García
Cáceres, César Augusto Pinzón, el ya fallecido coronel Danilo Gonzáles y el
entonces coronel Luis Eduardo Martínez.
Anteriormente el general retirado Oscar
Naranjo ya había sido señalado de tener nexos con cárteles del narcotráfico,
acusaciones que rechazó en julio de 2012 al señalar que durante su gestión al
frente de la Policía de Colombia fueron capturadas mil 400 personas
relacionadas con el tráfico de drogas y quienes eran solicitadas en
extradición.
“Si hubiéramos sido tan corruptos no
habríamos capturado a uno solo. Por eso estamos tranquilos”, dijo en esa
ocasión.
En este sentido, señaló que las acusaciones
que hizo el diario ‘La Jornada’ eran “una especie de “persecución en su contra”
y de la Institución, aclarando que los colombianos serían sus jueces en ese
caso.
“He vivido en Colombia 36 años como
policía. Si existe algún oficial que haya capturado más ‘narcos’ que yo que me
lo digan. Mi vida está basada en resultados”, precisó el exdirector de la
Policía antes de viajar a México para asesorar al entonces recién elegido
presidente de México Enrique Peña Nieto en temas de seguridad.
El general en retiro presumió que durante
sus cinco años de gestión la Policía Nacional le dio “certeros golpes” al
narcotráfico.
“Cárteles y grupos narcotraficantes que
antes eran muy poderosos hoy están recluidos y sus cabecillas están en las
cárceles. Ellos no llegaron allá por invitación, llegaron capturados por
autoridades colombianos en coordinación con autoridades norteamericanas”.
Y aseguró que desconocía por completo las
revelaciones presentadas por ‘La Jornada’ que hizo el narcotraficante Juan
Carlos Ramírez, ‘Chupeta’, en el que aparecían mencionados varios oficiales de
la Policía de Colombia.
Dos años después, en enero de 2014, el
entonces asesor del presidente Enrique Peña Nieto fue acusado por el Partido de
la Revolución Democrática (PRD) de favorecer la creación de grupos
paramilitares en Michoacán.
Alejandro Sánchez Camacho, quien fungía
como secretario general de esa fuerza política, solicitó una investigación
contra Óscar Naranjo, pues sostuvo que en su cargo como asesor del Ejecutivo
mexicano en temas de seguridad había estimulado el surgimiento de grupos que
buscaban enfrentarse con los narcotraficantes.
Sánchez aseguró que sus acusaciones se
basaban en que se trataba de la misma situación que se presentó en Colombia
para combatir a Pablo Escobar, por lo que Naranjo –apuntó– estaría utilizando
la misma estrategia en México.
Además de esos señalamientos, el PRD exigió
la salida de Naranjo del país en caso de que se llegara a comprobar su supuesta
relación con los grupos paramilitares mexicanos.
El general en retiro fue clave en los
golpes del gobierno de Álvaro Uribe a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de
Colombia (FARC). Uno de los más importantes fue el de la Operación Fénix en
marzo de 2008, cuando la Fuerza Área Colombiana bombardeó un campamento
guerrillero en la provincia de Sucumbíos, en Ecuador, a unos dos kilómetros de
la frontera con Colombia.
En el ataque murió el segundo al mando de
las FARC, Luis Edgar Devia Silva, ‘Raúl Reyes’, y cuatro estudiantes mexicanos
de la UNAM. Otra más, Lucía Morett, sobrevivió al ataque.
Con ese antecedente, Naranjo fue contratado
por Enrique Peña Nieto en junio de 2012. Cuando el mexiquense presentó al zar
antidrogas colombiano como su asesor externo, aseguró que la invitación a
colaborar se debió a sus logros en materia de seguridad en Colombia, entre
ellos la reducción en la tasa de homicidios y el desmantelamiento del Cártel del
Norte del Valle y la guerrilla de las FARC.
Pero el exjefe de la Policía Nacional de
Colombia tiene una historia contradictoria. Según varios testimonios recogidos
por la prensa del país sudamericano, Naranjo encabezó y ordenó acciones que
vulneraron los derechos humanos en su país, y durante años se le ha vinculado
con grupos paramilitares. No sólo eso, su propio hermano, Juan David Naranjo,
fue detenido en 2006 en Alemania, acusado de presuntos vínculos con el
narcotráfico.
“El mayor dolor personal y familiar que he
tenido: mi hermano Juan David fue arrestado en Alemania, relacionado con
mafiosos en Europa, y terminó en la cárcel”, declaró Naranjo a la revista
colombiana ‘Semana’.
En su momento, la revista Proceso reportó
que el hermano del general fue detenido por tráfico de cocaína, dentro de una
investigación en la que participó el gobierno mexicano. Juan David habría
intentado vender 35 kilogramos de coca a dos policías encubiertos.
El boletín de la fiscalía de Karlsruhe, ciudad
ubicada al suroeste de Alemania, refirió que durante una larga investigación de
las autoridades alemanas para desmantelar la red de tráfico de Colombia a
Europa, la policía consiguió asegurar 99 kilos de cocaína y arrestar a nueve
personas, entre ellas a Juan David Naranjo.
La noticia de la detención de Juan David
conmocionó a la opinión pública colombiana en aquel año, toda vez que el
general era considerado desde los años 90 “el mejor policía del mundo” por sus
logros en la lucha contra capos del narcotráfico.
“En 30 años de servicio, nunca creí que la
maldición del narcotráfico llegara a mi propia casa”, declaró entonces el
general.
En un inicio la justicia del país europeo
sentenció al hermano de Naranjo a siete años de prisión, pero al final le redujeron
el castigo a cinco años y medio. El general aseguró después que el capo Diego
Montoya planeó asesinar a su hermano, pero en lugar de ello prefirió “usar la
estrategia de enlodarme”, declaró.
Por otra parte, en Colombia Oscar Naranjo
ha sido acusado de haber ordenado detenciones masivas mientras se desempeñaba
como comandante en Cali.
Según el diario ‘El Universal’ de ese país,
Naranjo habría mandado retener hasta a 182 personas en un operativo, a las
cuales incomunicó y no se les respetaron sus derechos fundamentales; algunos de
ellos –reportó en su momento el diario– incluso pasaron hasta dos años sin
recibir un proceso apegado a la ley.
Años atrás, Daniel Rendón Herrera, quien
fuera un jefe paramilitar colombiano conocido como “Don Mario”, aseguró que en
2004 Óscar Naranjo se encontró con el narcotraficante y también paramilitar
Miguel Arroyave justo antes de que asesinaran a este último.
Rendón Herrera sostuvo que el general
contratado como asesor de seguridad por Peña Nieto se reunió con Arroyave para
hablar del asesinato de un coronel de la policía colombiana.“Por lo menos tenían una
relación para discutir este tipo de temas”, dijo el exparamilitar; sin embargo,
en enero de 2012 señaló que tales declaraciones las había hecho porque el
general lo había comparado con Pablo Escobar.
fuente.-
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