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martes, 17 de febrero de 2015

ACUSA víctima de "PEDERASTIA CLERICAL" la indiferencia de la IGLESIA.


Jesús Romero Colín, quien de niño fue abusado sexualmente por un sacerdote, informó que las puertas de las autoridades eclesiales en México todavía permanecen cerradas para las víctimas de pederastia clerical.

Mexico D.F 17/Feb/2015 En una misiva dirigida al Papa Francisco, Romero Colín indicó que le había pedido al Cardenal Norberto Rivera Carrera su apoyo ante las autoridades civiles para hacer valer lo prometido por el Papa a las víctimas.

"Cabe mencionar que hasta el momento no he recibido respuesta alguna", comentó Romero en relación a la carta que envió a Rivera el pasado 6 de febrero.

El pasado 18 de enero, REFORMA publicó que en junio de 2013, el Pontífice mandó una tarjeta a Romero Colín, donde pedía disculpas a nombre de la Iglesia, y nada más.

"Después de un par de meses de recibir su carta, decidí acudir a la Nunciatura en la Ciudad de México, con fe en que la cooperación y el trato sería diferente, desgraciadamente me encontré con (la) misma actitud que caracteriza a la Iglesia en mi País: rechazo, minimización, deslindamiento, chantaje, descalificación y una negativa tajante para cooperar a favor de las víctimas en los tribunales de la autoridad civil", acusó Romero.

Romero, víctima hace dos décadas del cura Carlos López Valdés, solicitó una audiencia en 2012 con el Papa Benedicto XVI durante su visita a México, pero le fue negada.

En el texto, Romero insiste en que las reformas en la Iglesia deben de venir acompañadas de sanciones ejemplares, no sólo para los delincuentes, sino también para los encubridores sin importar la jerarquía.

"Desde México los sobrevivientes de abuso sexual seguiremos luchando por el mismo fin que usted señaló en su carta del 2 de febrero de 2015 'para que la Iglesia sea una casa segura' y para que los sacerdotes que han abusado de niños paguen por su delito, así como todos aquellos que los han encubierto", aseguró Romero.

En la circular del pasado 2 de febrero, Jorge Mario Bergoglio informó que correspondía al Obispo diocesano y a los superiores mayores la tarea de garantizar la seguridad de los menores y los adultos vulnerables.

También aseguró su convicción por hacer todo lo posible por erradicar de la Iglesia la pederastia clerical y abrir un camino de reconciliación y curación para las víctimas.


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