En
medio de los festejos por el Día de la Bandera, el presidente de la República
junto al secretario de la Defensa Nacional, inauguraron en Coalcomán un nuevo
cuartel militar para la conflictiva Tierra Caliente michoacana. Son unas
amplias y equipadas instalaciones para el municipio donde surgieron los
primeros grupos de autodefensa. Aquí estará la sede del 65 batallón de
infantería, famoso en otro tiempo por el mote que se ganó en Sinaloa de “narco
batallón”.
México, 27/Feb/2015.- Walter Armando González era un
teniente de infantería que en aquel año del 2002 estaba adscrito al 65
batallón, cuando su sede estaba en Guamúchil, Sinaloa. Este oficial narró que
había ocasiones en que los soldados y oficiales subían a la sierra, donde pasaban
semanas en labores de destrucción de plantíos del narco, y tiempo después
regresaban a su base con fajos de dólares, algunos llegaban a juntar varios
miles y se hacían de bienes que a ojos de sus colegas habían empezado a generar
suspicacias.
Detrás
de esas cantidades estaban los pagos de operadores de las familias Leyva
Cázares, Román Angulo y Beltrán Leyva, quienes habían logrado llegar a acuerdos
con jefes y oficiales del batallón para que “protegieran” los campos de cultivo
de mariguana en Mocorito y Badiraguato, dos de los municipios con poblados en
la sierra de Sinaloa, donde tenían su área de operaciones las tropas que
comandaba el entonces coronel Norberto Cortés Rodríguez.
El
testimonio del teniente Walter formó parte de la investigación que desarrolló
la fiscalía militar, y por la que en el verano del 2002 fueron detenidos 40
integrantes del 65 batallón de infantería. Por este hecho que se volvió un
escándalo la prensa local bautizó en aquellos días a esta unidad con el
apelativo de “el narco batallón”. Su popularidad llegó a tal extremo, por lo
burdo del caso, que hasta un corrido les compusieron.
Los
militares no actuaban solos, según declararon los acusados en el expediente
2984/2002 que se inició en aquel entonces, también estaban funcionarios de la
Policía Ministerial del Estado, la antigua judicial, de la que 16 agentes
resultaron con acusaciones penales.
El
escándalo se apaciguó con el traslado y “desintegración” del batallón. En su
lugar llegó a Guamúchil el 42 de infantería. Del 65 batallón se dijo en el
ejército por aquellos días que había sido desarticulado, los oficiales que no
resultaron con acusaciones penales fueron reubicados en otras unidades al igual
que la tropa, y el último mando no fue procesado, por el contrario, tiempo después
ascendió al generalato y apenas en la última promoción del pasado 20 de
noviembre, Cortés Rodríguez ascendió a general de brigada. Todavía en mayo
pasado fue nombrado como coordinador de seguridad de la zona centro de
Tamaulipas, con área de responsabilidad en los municipios de Victoria y Llera.
Pasó
algún tiempo, prácticamente todo el sexenio de Vicente Fox y del general
Gerardo Clemente Vega García al frente de la secretaría de la Defensa Nacional
para que se conociera el destino del 65 de infantería. Su base estuvo después
de Sinaloa en la comandancia militar de San Miguel de los Jagüeyes, en el
Estado de México. Después pasó a formar parte de la primera Brigada de
Infantería Independiente.
Tiempo
después fue enviado a Michoacán, a la zona de la Tierra Caliente, como una
unidad dependiente de la comandancia de la 43 zona militar con cuartel general
Apatzingán. Se le asignó como jurisdicción la zona serrana que parte de
Coalcomán, el municipio donde surgieron los grupos de autodefensa hace dos
años, y su zona geográfica de operaciones quedó delimitada hacia Aquila y
Coahuayana, en dirección hacia los límites con Jalisco, y rumbo a la costa de
Colima y Michoacán.
Nuevo cuartel en Coalcomán
La
ceremonia se buscó que coincidiera con la conmemoración del Día de la Bandera.
El pasado martes 24 de febrero el presidente Enrique Peña Nieto en compañía del
secretario de la Defensa Nacional, el general Salvador Cienfuegos Zepeda,
inauguraron el nuevo cuartel del 65 batallón de infantería, el antiguo “narco
batallón”, en el municipio de Coalcomán. El complejo militar que aparte del
cuartel, la zona de adiestramiento, y el área de comando, cuuenta con una
unidad habitacional para alrededor de 65 familias. El monto de la inversión del
año 2013 en que se puso en marcha, a la fecha, ascendió a poco más de 400
millones de pesos.
El
65 de infantería fue desplegado en una de las zonas consideradas estratégicas
para el trasiego de droga no solo de cultivo en la región montañosa, sino de la
que entra al país vía marítima por el puerto de Lázaro Cárdenas y por
Manzanillo. En otro tiempo esta área llegó a ser jurisdicción temporal de
unidades militares como el 51 y el 97 batallones de infantería, los cuales
habían realizado operaciones en municipios vecinos a Apatzingán y en la zona
centro del estado.
El
general de división Pedro Felipe Gurrola Ramírez, declaró en días pasados,
previo a la inauguración del cuartel y del complejo castrense, que el 65 de
infantería se desplegaría en esta área considerada problemática con el objetivo
de garantizar la seguridad de los michoacanos que viven en los lugares más
apartados.
El
día del evento, junto al general Gurrola Ramírez, se estrenó en su primera
ceremonia el general de brigada José Candelario Jaime Contreras López, quien el
pasado 15 de enero asumió el mando de la comandancia de la 43 zona militar con
cuartel en Apatzingán, de donde depende el 65 de infantería.
Contreras
López dejó a principios de año la comandancia de la 29 zona militar con sede en
Minatitlán, Veracruz. Es un oficial de estado mayor conocido por el
característico hermetismo con los medios de comunicación, no se le conocen
conductas violatorias de las leyes y reglamentos y quienes lo conocen, dicen
que es un buen soldado, un hombre que conoce su trabajo y que podría hacer
mejor papel que su antecesor en el cargo, el hoy general de división Miguel
ángel Patiño Canchola, a quien los grupos de autodefensa del grupo de José
Manuel Mireles, preso en Hermosillo, Sonora, acusaron de proteger a una facción
del narco que estaba operando dentro de las llamadas fuerzas rurales.
El
general Contreras López estuvo antes de Veracruz, donde en año y medio pudo
conocer a fondo el fenómeno de la operación de los grupos criminales dedicados
al tráfico de inmigrantes, en Oaxaca, en la zona militar de Mihuatlán,
considerada un paso natural de droga que viene de la sierra sur del estado
además de ser un foco de actividad guerrillera por ser puerta de entrada a la
zona de los Loxichas, donde en otro tiempo operó una célula del EPR.
Fuente.-@Veledíaz424
en tamaulipas estamos peor preguntenle al tachas cuanto les sigue pagando a esos militares
ResponderBorrary cuanta droga les proporciona por semana para sus consumos son bien cocainomanos y aparte le venden las armas sin verguenzas y todabia lo gritan
el tapon afirma tiene llena la nomina de soldaditos que le pasan armas e informacion presume paga nomas de 80 quee s la clave de la sedena 65 mil dolares por semana ..por eso en jarachina nadien lo molesta
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