Desde que el esquema Ponzi de Bernie Madoff se derrumbó en 2008, se ha hablado
mucho de que entre los inversores figuraban evasores fiscales, traficantes de
drogas que lavaban el dinero obtenido través del estafador y magnates
adinerados que ocultaban activos de sus ex.
A fin de cuentas, el plan liquidó 20 mil millones de dólares de inversores, pero los reclamos de las víctimas ascienden solamente a 17 mil 500 millones. ¿Quién dejaría de lado 2 mil 500 millones, y por qué?
Parte de la respuesta puede ser mucho menos misteriosa o dudosa de lo que se cree.
Casi la mitad del dinero no reclamado puede rastrearse hasta un par de fondos especulativos con sede en el Caribe. La razón, pese a ser desconocida, puede responder a una decisión calculada de que cualquier recuperación de sus reclamos por mil 200 millones sería pequeña en comparación con lo que podrían verse obligados a devolver si se enredaran con la justicia estadounidense, según abogados al tanto del proceso de recuperación.
En cuanto a los mil 300 millones restantes de dinero no reclamado, los expertos sólo pueden conjeturar. A diferencia de estos dos fondos, probablemente se trata de inversores individuales que tuvieron una serie de razones para mantenerse al margen del proceso de denuncias, especialmente en un momento en que se suponía que las víctimas recuperarían sólo 4 o 5 centavos por dólar, dicen los expertos legales.
“¿Qué aspecto negativo tiene presentar un reclamo y ver lo que pasa, a menos que alguien no quiera que se inspeccionen sus propios asuntos?”, dijo Richard Scheff, exfiscal federal. Es posible que algunas de estas personas estén arrepentidas; las víctimas están recibiendo 57 centavos por dólar.
FONDOS SUBORDINADOS
Esta situación pone de relieve las complejidades que implica el esfuerzo de recuperar dinero para las víctimas de Madoff. Hasta ahora, Irving Picard, el fideicomisario contratado para ir cerrando la firma de Madoff, devolvió unos nueve mil 200 millones a personas que invirtieron directamente en la firma del estafador. Decenas de miles de otros esperan alguna recuperación. No pudieron presentar denuncias a Picard porque colocaron el dinero en los llamados fondos de inversión subordinados que invertían en la firma de Madoff.
“No podemos hacer conjeturas sobre las motivaciones de un cliente que decide no intentar recuperar capital perdido a través del proceso de denuncia”, dijo Amanda Remus, portavoz de Picard y su equipo de abogados en BakerHostetler LLP en Manhattan. Picard no puede, por ley, revelar los nombres de las víctimas.
El más grande de los dos fondos especulativos que invirtieron en la firma de Madoff es Harley International (Cayman) Ltd., manejado por una oscura compañía de fideicomiso llamada Euro-Dutch Managament Ltd.
Harley abrió una cuenta en Madoff en 1996, aproximadamente en la época en que el estafador comenzó a acelerar su fraude con la ayuda de programas informáticos manipulados, muestran registros judiciales en Nueva York.
Harley terminó invirtiendo todo su dinero, más de dos mil millones, en la firma de Madoff, según presentaciones de documentación oficial. Pero al acelerarse la crisis financiera, Harley retiró mil 70 millones en los dos años previos a su arresto. Los mil millones restantes en la cuenta de Harley se hicieron humo, y un tribunal de las Islas Caimán determinó la liquidación del fondo en 2009.
Picard demandó a Harley ante la justicia federal en Manhattan en 2009 por la devolución del total de los mil 70 millones que había retirado. Picard argumentó que el fondo especulativo “sabía o debió saber” queMadoff era un estafador, sobre la base de los retornos poco realistas y constantes que recibía, según una denuncia contra el fondo.
Harley enfrentó una decisión: presentar un reclamo por su pérdida de mil millones expondría al fondo especulativo a la jurisdicción estadounidense y a la demanda de Picard. Harley decidió no presentar una denuncia e ignoró la demanda.
Los registros judiciales muestran que otro fondo subsidiario, Vizcaya Partners, podría haber presentado una denuncia por 147 millones pero no lo hizo. El fondo con sede en las Islas Vírgenes británicas también ignoró una demanda de Picard que requería los 180 millones retirados de la firma de Madoff meses antes de que ésta quebrara. Posteriormente, se llegó a un arreglo por el que Vizcaya pagó 25 millones.
No presentar un reclamo no es automáticamente señal de haber cometido un delito. Pero una cosa es segura: las denuncias faltantes significan que habrá mucho más dinero disponible para las otras víctimas de Madoff. Picard ha dicho que le gustaría devolver 100 centavos por dólar, y ahora puede lograrlo más pronto.
A fin de cuentas, el plan liquidó 20 mil millones de dólares de inversores, pero los reclamos de las víctimas ascienden solamente a 17 mil 500 millones. ¿Quién dejaría de lado 2 mil 500 millones, y por qué?
Parte de la respuesta puede ser mucho menos misteriosa o dudosa de lo que se cree.
Casi la mitad del dinero no reclamado puede rastrearse hasta un par de fondos especulativos con sede en el Caribe. La razón, pese a ser desconocida, puede responder a una decisión calculada de que cualquier recuperación de sus reclamos por mil 200 millones sería pequeña en comparación con lo que podrían verse obligados a devolver si se enredaran con la justicia estadounidense, según abogados al tanto del proceso de recuperación.
En cuanto a los mil 300 millones restantes de dinero no reclamado, los expertos sólo pueden conjeturar. A diferencia de estos dos fondos, probablemente se trata de inversores individuales que tuvieron una serie de razones para mantenerse al margen del proceso de denuncias, especialmente en un momento en que se suponía que las víctimas recuperarían sólo 4 o 5 centavos por dólar, dicen los expertos legales.
“¿Qué aspecto negativo tiene presentar un reclamo y ver lo que pasa, a menos que alguien no quiera que se inspeccionen sus propios asuntos?”, dijo Richard Scheff, exfiscal federal. Es posible que algunas de estas personas estén arrepentidas; las víctimas están recibiendo 57 centavos por dólar.
FONDOS SUBORDINADOS
Esta situación pone de relieve las complejidades que implica el esfuerzo de recuperar dinero para las víctimas de Madoff. Hasta ahora, Irving Picard, el fideicomisario contratado para ir cerrando la firma de Madoff, devolvió unos nueve mil 200 millones a personas que invirtieron directamente en la firma del estafador. Decenas de miles de otros esperan alguna recuperación. No pudieron presentar denuncias a Picard porque colocaron el dinero en los llamados fondos de inversión subordinados que invertían en la firma de Madoff.
“No podemos hacer conjeturas sobre las motivaciones de un cliente que decide no intentar recuperar capital perdido a través del proceso de denuncia”, dijo Amanda Remus, portavoz de Picard y su equipo de abogados en BakerHostetler LLP en Manhattan. Picard no puede, por ley, revelar los nombres de las víctimas.
El más grande de los dos fondos especulativos que invirtieron en la firma de Madoff es Harley International (Cayman) Ltd., manejado por una oscura compañía de fideicomiso llamada Euro-Dutch Managament Ltd.
Harley abrió una cuenta en Madoff en 1996, aproximadamente en la época en que el estafador comenzó a acelerar su fraude con la ayuda de programas informáticos manipulados, muestran registros judiciales en Nueva York.
Harley terminó invirtiendo todo su dinero, más de dos mil millones, en la firma de Madoff, según presentaciones de documentación oficial. Pero al acelerarse la crisis financiera, Harley retiró mil 70 millones en los dos años previos a su arresto. Los mil millones restantes en la cuenta de Harley se hicieron humo, y un tribunal de las Islas Caimán determinó la liquidación del fondo en 2009.
Picard demandó a Harley ante la justicia federal en Manhattan en 2009 por la devolución del total de los mil 70 millones que había retirado. Picard argumentó que el fondo especulativo “sabía o debió saber” queMadoff era un estafador, sobre la base de los retornos poco realistas y constantes que recibía, según una denuncia contra el fondo.
Harley enfrentó una decisión: presentar un reclamo por su pérdida de mil millones expondría al fondo especulativo a la jurisdicción estadounidense y a la demanda de Picard. Harley decidió no presentar una denuncia e ignoró la demanda.
Los registros judiciales muestran que otro fondo subsidiario, Vizcaya Partners, podría haber presentado una denuncia por 147 millones pero no lo hizo. El fondo con sede en las Islas Vírgenes británicas también ignoró una demanda de Picard que requería los 180 millones retirados de la firma de Madoff meses antes de que ésta quebrara. Posteriormente, se llegó a un arreglo por el que Vizcaya pagó 25 millones.
No presentar un reclamo no es automáticamente señal de haber cometido un delito. Pero una cosa es segura: las denuncias faltantes significan que habrá mucho más dinero disponible para las otras víctimas de Madoff. Picard ha dicho que le gustaría devolver 100 centavos por dólar, y ahora puede lograrlo más pronto.
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