El presente año electoral ha estado marcado por un aumento en la violencia en el Estado, principalmente en el número de homicidios dolosos.
Pese a la inversión que ha presumido la Administración de Samuel García en el rubro de seguridad y con todo y las reuniones de mandos de los tres niveles de Gobierno que de cada semana, los índices de violencia no bajan. Por el contrario, van al alza.
Como muestra, el pasado mes de mayo fue el mes más violento del 2024 y de los últimos 12 años, al registrar 171 homicidios.
De acuerdo con datos de la Fiscalía General de Justicia y del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, hasta el 31 de mayo se han cometido al menos 594 homicidios dolosos.
Cuatro municipios de la zona metropolitana concentran el 52 por ciento de las muertes violentas, al acumular 312 casos.
Monterrey, encabeza la lista de municipios más violentos, al sumar 99 homicidios dolosos hasta el 31 de mayo.
En la capital de Nuevo León, la mayoría de los crímenes violentos se cometen en la zona norte y norponiente, en donde el patrullaje se divide entre Fuerza Civil y la Policía Regia.
Esta división de la vigilancia data desde el 2011, cuando el Estado tomó la seguridad de esos sectores ante la presencia de grupos de la delincuencia organizada que dispararon los delitos de alto impacto.
En segundo lugar está Juárez, con 77; que en mayo atravesó por una racha violenta que manchó de rojo las. calles. Luego le sigue García, con 69 y en cuarto lugar está Guadalupe, con 67.
La lista de municipios metropolitanos la completan Apodaca, con 41 muertes violentas; Santa Catarina, con 25; San Nicolás, 24, y Escobedo con 20.
De los municipios de la periferia, Pesquería es el más rojo, al acumular 42 asesinatos, seguido por Zuazua, con 25.
Ambos forman parte del sector conocido como el Valle de las Salinas.
En la zona citrícola, Linares encabeza esa lista, con 11 casos, seguido por Montemorelos, con siete.
Tanto mandos policíacos como especialistas en seguridad, han atribuido los altos índices de violencia a la pugna que mantienen células del narco para controlar la venta de droga al menudeo.
Andrés Súmano, profesor investigador en el Colegio de la Frontera Norte, dijo que los Alcaldes entrantes deberán de diseñar estrategias para disminuir estos índices delictivos.
"Si bien el crimen organizado es un delito que compete al nivel federal de Gobierno", explicó, "la realidad es que los casos de éxito en la reducción de los homicidios dolosos han partido de lo local.
"Hay que regresar al tema de la prevención", advirtió, "es un tema que se ha olvido y que hoy no se le presta atención", señaló.
Dijo que debe haber un balance entre las acciones preventivas y reactivas, para que la baja en la violencia se pueda lograr por la vía pacífica.
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