Los documentos de Sedena Leaks confirman lo que hace meses era un secreto a voces: que elementos del Ejército mexicano juegan un papel fundamental en el mercado negro de armas de fuego y en la protección a los cárteles de la droga.
Uno de los militares que vende armas a organizaciones criminales está identificado en los documentos como “Antiguo”, argot militar para referirse a un miembro de alto rango. El intercambio de mensajes entre el soldado y el comprador salió de la Base Militar Número 1, en la Ciudad de México, según los documentos.
El ejército mexicano también ofreció equipo táctico (no especificado, pero que podría incluir chalecos antibalas o binoculares de visión nocturna, por ejemplo), municiones, información sobre pandilleros rivales y el paradero de funcionarios del gobierno, por el precio justo, según correos electrónicos incluidos en la fuga masiva de datos.
Un correo electrónico filtrado con fecha 24 de junio de 2019 reveló que otro militar identificado como “Nuevo Comandante” con grado de coronel también vendió “dos mil cartuchos para AK-47, cinco mil para R-15 y 50 cargadores para cada uno”.
ya se jubilaron con medalla de impunidad:
El mismo comandante también se ofreció a ayudar a una organización criminal no identificada localizando a un fiscal general local que estaba tratando de asesinar. Los miembros de un equipo de “reacción rápida” perteneciente al ejército mexicano también estaban protegiendo a los miembros del cártel, según más correos electrónicos filtrados.
Con informacion de: Vice/
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Tu Comentario es VALIOSO: