“Denos la atención”, pidió uno de los pilotos a la encargada de la sección aduanera del Aeropuerto de Campeche cuando ésta pidió revisar una hielera.
-Sólo vamos a inspeccionarla -les dijo ella, quien minutos antes alcanzó a ver cómo la habían subido a una aeronave después de la revisión protocolaria en el hangar de vuelos privados.
Eran dos pilotos, ambos de origen hondureño. Respondieron con hostilidad y renuencia. Ante las constantes negativas, fue necesario llamar a elementos del Ejército.
“Las vacunas estaban muy bien escondidas, bajo una capa superficial de refrescos y golosinas; a primera mano sólo se topaba con hielo, parecía que no había nada más abajo. Se ordenó una segunda revisión y ahí estaban: debajo del hielo, envueltas en plástico”, contó a Crónica una de las oficiales en el lugar.
-¿Y cuál fue la reacción de ellos? -se le preguntó.
-Los pilotos se comenzaron a echar la culpa mutuamente y los pasajeros, que eran varios, se hicieron los desentendidos.
Todos fueron puestos a disposición de la Fiscalía General de la República.
“Lo que llamó la atención es que subieron la hielera después de la inspección física y que se respondieron con nerviosismo y evasiones. Si no se hubieran puesto pesados, tal vez no se habría descubierto nada, porque eso no lo detectan los caninos”.
El decomiso de vacunas Sputnik V -mil 055 frascos con lo equivalente a 5 mil 775 dosis-, anunciado desde la noche del miércoles por autoridades mexicanas, pintaba para ser un escándalo internacional vinculado a contrabando, aunque la suspicacia se suavizó tras el posterior anuncio del fabricante ruso en sus redes oficiales: el biológico era falso.
La discusión se desvió hacia el tema de la falsificación, pero también quedaron sobre la mesa pistas en torno a vicios y carencias del sistema aduanero mexicano, tráfico ilegal de vacunas hacia Centroamérica y posibles redes involucradas…
CHANCHULLOS. En la aduana de Campeche trascendió una alerta por el incremento de vuelos hacia Honduras durante las últimas semanas.
“Normalmente teníamos uno mensualmente, y en el último mes llevamos 5 o 6, lo que no es normal. La mayoría son viajes de políticos y empresarios de allá. Y ha sido de un jalón, porque antes había pocos movimientos en privados”, refirió la oficial consultada.
-¿Qué autoridades intervienen en las salidas? -se le cuestionó.
-El plan de vuelo lo autoriza la Dirección General de Aeronáutica Civil, de acuerdo con la normatividad vigente. El comandante de ahí, en teoría, avisa a las demás autoridades de la salida, para las revisiones respectivas: primero salubridad, luego migración y al final aduanas, que realiza la revisión física y sella el plan de vuelo.
-¿El procedimiento se presta a chanchullos?
-Sí, porque muchos pilotos, aunque afirmen no traer nada, siempre reparten dinero a los revisores: 500, mil, dos mil pesos, a veces más. Otras veces los comandantes de Aeronáutica no avisan, porque llevan su moche de por medio. Hay aeronaves que se van sin ser revisadas o la inspección es sumamente laxa, no se les ha puesto el ojo. Está todo acomodado para contrabandear.
-¿Por qué lo dice?
-Por la falta de personal en las áreas de vuelos privados de los aeropuertos. No hay personal fijo, la gente se concentra en las salas de vuelos comerciales. No es casualidad, como tampoco lo es que en las oficinas de las autoridades no haya red de teléfono o estén descuidadas, es plan con maña.
VERSIONES. La otra arista reveladora fue la versión manejada por medios de comunicación hondureños, los cuales adjudicaron la propiedad de la avioneta (Cessna 414A matrícula HR-AYI) al empresario de origen paquistaní y naturalizado catracho Mohamad Yusuf Amdani Bai, dueño del Grupo Karim’s y considerado uno de los hombres más ricos de aquel país, al cual llegó desde principios de la década de los 90´s.
Grupo Karim’s engloba diversas empresas textileras, manufactureras, constructoras, hoteleras y relacionadas con los bienes raíces y las industrias química y agrícola. También participa en Fundharse, una fundación ligada al ramo médico, entre otros rubros.
Aunque Honduras es su centro de operaciones -se le ubica incluso como socio del presidente Juan Orlando Hernández-, se ha extendido a países como Pakistán, Estados Unidos, República Dominicana, Panamá, Nicaragua, El Salvador, Guatemala, y México, en especial Campeche y otras áreas del sureste.
Fundó ahí, entre otras firmas, Campeche Holding, dedicada al sector textil en todos sus eslabones, desde la producción hasta el comercio exterior. En territorio campechano, donde incursionó hace más de dos décadas, construyó hace algunos años una mezquita destinada al culto islámico.
Apenas hace unos días, el gobernador Carlos Miguel Aysa González inauguró una planta industrial tabacalera propiedad del grupo. “Agradezco la confianza de los empresarios, encabezados por el presidente del Grupo Karim´s, Mohamad Yusuf Andani Bai”, dijo en la ceremonia.
El consorcio de Mohamad Yusuf es uno de los principales donantes de insumos contra el COVID-19, como cubrebocas y mascarillas, a los gobiernos de Campeche y Quintana Roo, en México, y de otras naciones de Centroamérica.
Algunos medios hondureños atribuyeron el vuelo privado al círculo del millonario paquistaní. Otros documentaron que al menos ha usado la avioneta retenida en diversas ocasiones.
“Nosotros estamos seguros de que la aeronave es de él, aunque no lo podemos probar todavía, que la tenga a nombre de un testaferro o de un prestanombres es muy posible”, dijo a Crónica un periodista local, quien investiga el caso.
“Lo que está probado es que Yusuf la ocupa mucho. Hay bitácoras de vuelo que lo demuestran, y no es casualidad que ahora su gente la haya utilizado”, confió a este diario un piloto comercial de ese país.
También se le han detectado viajes a Tuxtla Gutiérrez, Mérida, Villa Hermosa, Ciudad del Carmen, Cancún, Toluca y Acapulco.
El mismo piloto compartió imágenes de la avioneta en Toncontín, a 6 kilómetros de Tegucigalpa, considerado uno de los aeropuertos más peligrosos y desolados del mundo. A la par, se le ubicó en el Aeroclub de San Pedro Sula.
Al interior del ámbito textil mexicano, Amdani Bai es identificado como un zar del contrabando, “por sus tácticas de competencia desleales e ilegales”.
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