La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) busca contratar una nueva póliza de seguro para el avión presidencial TP-01 y para ello solicitó una cobertura de responsabilidad civil más alta que la del resto de su flota de 370 aeronaves.
Se trata del Boeing 787-8 que el Gobierno intenta vender desde 2019. La Secretaría pidió una cobertura todo riesgo -es decir, que incluye accidentes durante vuelos-, con límite de responsabilidad civil de 750 millones de dólares, que no tiene ninguna otra aeronave de la flota, cuyo tope es de 520 millones de dólares.
En la póliza contratada en 2019, Sedena no solicitó cobertura todo riesgo para este avión, que hasta el pasado 22 de julio estuvo almacenado en un aeropuerto de California, sino que el seguro sólo es por daños en tierra.
Para fines del nuevo seguro, vigente desde el 25 de agosto, el avión está valuado en 130 millones de dólares, en contraste con la licitación del año pasado, cuando se valuó en 71 millones de dólares, misma cantidad asignada a dos Boeing 737-800 que Sedena también compró en el sexenio pasado mediante financiamientos de Banobras.
El avión José María Morelos y Pavón forma parte de un grupo de nueve aeronaves en proceso de venta, que incluye dos jets Gulfstream G150, un Gulfstream G550 un King Air 350i y cuatro helicópteros Agusta Westland 109SP, que también entran en la póliza de Sedena con cobertura todo riesgo.
Las ocho aeronaves en venta, adicionales al avión presidencial, están valuadas en 122.2 millones de dólares, y en la póliza vigente tampoco tienen la cobertura todo riesgo, sólo el seguro en tierra.
Para los Gulfstream y el King Air, el beneficiario preferente de la póliza es Banobras, que financió su compra.
Sedena también pidió reducir el deducible del avión presidencial, de un millón a 450 mil dólares, pero a cambio incrementó el deducible de 23 aeronaves.
El seguro de la flota aérea ha sido problemático para Sedena. En 2018 y 2019 canceló las licitaciones y tuvo que adjudicar directamente el contrato a Seguros Inbursa por 54 millones de dólares más IVA, y luego a Seguros Atlas, por 43 millones más IVA.
En el concurso de 2018, varias empresas advirtieron a Sedena que la póliza podía volverse incosteable si no reducía la siniestralidad, especialmente los accidentes de helicóptero.
El pasado lunes, cinco aseguradoras presentaron ofertas para el nuevo contrato, y Seguros Atlas se perfila como la ganadora, pues presentó la cotización más baja, de 39.9 millones de dólares más IVA.
De las 370 aeronaves de la flota, sólo se pidió cobertura todo riesgo para 318, mientras que 52 estarán en tierra y por tanto su seguro es más barato. La póliza vigente incluye 374 aeronaves.
En la póliza contratada en 2019, Sedena no solicitó cobertura todo riesgo para este avión, que hasta el pasado 22 de julio estuvo almacenado en un aeropuerto de California, sino que el seguro sólo es por daños en tierra.
Para fines del nuevo seguro, vigente desde el 25 de agosto, el avión está valuado en 130 millones de dólares, en contraste con la licitación del año pasado, cuando se valuó en 71 millones de dólares, misma cantidad asignada a dos Boeing 737-800 que Sedena también compró en el sexenio pasado mediante financiamientos de Banobras.
El avión José María Morelos y Pavón forma parte de un grupo de nueve aeronaves en proceso de venta, que incluye dos jets Gulfstream G150, un Gulfstream G550 un King Air 350i y cuatro helicópteros Agusta Westland 109SP, que también entran en la póliza de Sedena con cobertura todo riesgo.
Las ocho aeronaves en venta, adicionales al avión presidencial, están valuadas en 122.2 millones de dólares, y en la póliza vigente tampoco tienen la cobertura todo riesgo, sólo el seguro en tierra.
Para los Gulfstream y el King Air, el beneficiario preferente de la póliza es Banobras, que financió su compra.
Sedena también pidió reducir el deducible del avión presidencial, de un millón a 450 mil dólares, pero a cambio incrementó el deducible de 23 aeronaves.
El seguro de la flota aérea ha sido problemático para Sedena. En 2018 y 2019 canceló las licitaciones y tuvo que adjudicar directamente el contrato a Seguros Inbursa por 54 millones de dólares más IVA, y luego a Seguros Atlas, por 43 millones más IVA.
En el concurso de 2018, varias empresas advirtieron a Sedena que la póliza podía volverse incosteable si no reducía la siniestralidad, especialmente los accidentes de helicóptero.
El pasado lunes, cinco aseguradoras presentaron ofertas para el nuevo contrato, y Seguros Atlas se perfila como la ganadora, pues presentó la cotización más baja, de 39.9 millones de dólares más IVA.
De las 370 aeronaves de la flota, sólo se pidió cobertura todo riesgo para 318, mientras que 52 estarán en tierra y por tanto su seguro es más barato. La póliza vigente incluye 374 aeronaves.
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