El Nata puso todo su empeño en ser Pablo Escobar. Replicó en mitad de Granada la famosa Hacienda Nápoles que el narco colombiano levantó a 180 kilómetros de Medellín. Eso incluyó la avioneta que corona la entrada de la finca que el granadino tiene en la localidad de Santa Fe. Pero, de tanto querer emular a Escobar, El Nata también ha copiado sus problemas con la justicia y ha acabado acusado de pertenecer a una banda internacional que exportaba marihuana para unos traficantes polacos.
Aunque el narco granadino ya fue apresado el pasado mes de octubre, no ha sido hasta ahora cuando la denominada Operación Vangelis se ha dado por culminada con la detención de 75 miembros de esta banda entre España y Polonia. Con el negocio de la venta y transporte internacional de marihuana, El Nata y sus compinches llegaron a amasar hasta ocho millones de euros entre bienes muebles, inmuebles y dinero en efectivo. La valoración da buena cuenta de la vida de lujos y excesos de los que la mafia hacía gala y que tenía uno de sus epicentros en la réplica de la Hacienda Nápoles.
Más allá de la avioneta que llama la atención en mitad de un camino de tierra a las afueras de Santa Fe, el interior de la finca era una oda al narcotráfico. Las estancias de la villa de El Nata estaban decoradas con fotografías de varios miembros de la organización delictiva en las que hacían ostentación de armas y grandes cantidades dinero. Fue una de las sorpresas que se llevaron los investigadores de la Guardia Civil de Granada que, en colaboración con la policía de Polonia y coordinados por Europol, han empleado más de dos años y medio en dar por desmantelada la organización.
La operación contra la banda internacional en la que el narco granadino de 40 años supuestamente desempeñaba uno de los cargos de responsabilidad en España comenzó en noviembre de 2017. En cada una de las vigilancias que los agentes realizaban descubrieron como El Nata aprovechaba su particular Hacienda Nápoles para “hacer ostentación del poder de la red y era utilizada para cerrar transacciones de droga y realizar celebraciones”, según ha valorado la Guardia Civil una nota de prensa emitida este jueves.
También llamó la atención de los investigadores el elevado tren de vida y ostentación de la que hacían gala los miembros polacos de la mafia cada vez que visitaban España en sus habituales viajes para controlar la actividad de sus colaboradores en Granada. Almuerzos en los mejores restaurantes, noches en hoteles de lujo y fiestas desenfrenadas formaban parte de la agenda habitual de los traficantes polacos. Más allá de la diversión, los policías consiguieron determinar que cada uno de los miembros de la banda desempeñaba una tarea en “un entramado eficaz de alta capacidad delictiva”. Entre los investigados, unos se encargaban del cultivo, otros de envasarla y unos más de trasladar la maría hasta Polonia.
Toda esa vida de lujo y narcotráfico llegó a su fin en octubre del pasado año, cuando la Guardia Civil asestó el primer golpe de los tres que ha necesitado la mafia para darla por desmantelada. Desde entonces se han detenido a las 75 personas —incluido el narco granadino— y se han realizado hasta 24 registros en domicilios de distintas localidades de la provincia, entre los que se incluía la casa en la que El Nata vivía con su mujer e hijos en Santa Fe y la copia de la villa de Escobar a las afueras de la localidad. En aquel despliegue también se intervinieron dos transportes de droga de alta capacidad en camiones semirrígidos; más de media tonelada de cogollos de marihuana recolectados y envasados; 2.690 plantas de cannabis; 187.440 euros en efectivo y 2 pistolas.
Gracias a la abundante documentación localizada en aquellos registros, se pudieron realizar las siguientes fases de la operación, destinadas a descubrir el entramado de blanqueo de la banda, uno de los puntos esenciales para la Fiscalía Antidroga de Andalucía para conseguir desmantelar las tramas de narcotráfico en el sur de España. Los agentes han conseguido bloquear varias cuentas bancarias con más de 370.000 euros y han embargado de forma preventiva hasta 36 inmuebles y medio centenar de vehículos, puestos a nombre de miembros de la banda o testaferros. En total, estos bienes muebles e inmuebles están valorados en más de ocho millones de euros, según valora el Equipo de Delincuencia Organizada y Antidrogas (EDOA) de la Guardia Civil de Granada.
Los integrantes de la mafia se enfrentan ahora a cargos que van desde delitos de pertenencia a organización criminal a elaboración y tráfico de drogas, blanqueo de capitales o tenencia ilícita de arma. Son los delitos por los que el titular del Juzgado de Instrucción no 4 de Santa Fe (Granada) ya envió al narco granadino a prisión el pasado mes de octubre. Al final, a El Nata le puede salir caro querer parecerse tanto a Pablo Escobar.
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