Este martes, el periodista Carlos Loret de Mola dio a conocer una investigación, la cual aborda la fortuna que el senador de Morena, Napoleón Gómez Urrutia, y su familia han acumulado: casas, departamentos, vehículos, empresas, etc.
En este reportaje, llamado “Emperador Napoleón”, expuso una de las mansiones del senador, que EL UNIVERSAL ya había documentado en marzo de 2006.
En ese año, esta casa editorial reveló en su portada impresa que el exlíder sindical minero había adquirido una mansión en Tepoztlán, Morelos, que estaba valuada en ese tiempo en 3 millones de dólares.
La investigación detallaba que la “napoleónica” casa era usada por el entonces líder obrero para descansar los fines de semana, antes de que estallara el conflicto sindical.
La propiedad, ubicada a 65 kilómetros de la Ciudad de México, tiene una alberca y un jacuzzi para 10 personas, una cancha de futbol, media cancha de basquet, cocheras cubiertas para 10 autos y un estacionamiento descubierto para vehículos.
“La mansión pareciera ser la herencia de aquellos años de la opulencia inexplicable, de la riqueza inusitada que construía faraónicas casonas para miembros de la clase política nacida y alimentada por el viejo régimen”, se lee en la publicación impresa de este diario.
Foto: Jorge Ríos / EL UNIVERSAL
Esta propiedad es la más grande del pueblo, ya que cuenta con 5 mil metros cuadrados de construcción. En aquella época era cotizada en más de 3 millones de dólares, de acuerdo con revistas extranjeras especializadas en bienes raíces. De frente, tiene amplios ventanales en los que se pueden contemplar el valle de Tepoztlán y sus ocho barrios.
El inmueble está edificado en lo más alto de Tepoztlán, los habitantes de este lugar conocen esta morada como la “Casa del Cerro”. Gómez Urrutia y sus invitados tenían que cruzar todo el pueblo y tomar una brecha para llegar a “un enorme arco color café y un portón verde”.
Foto: Jorge Ríos / EL UNIVERSAL
“El inmueble tiene una fachada de concreto pintada de café y techos de teja. La parte frontal de la propiedad está tapizada por enredaderas. La construcción y la alberca están rodeadas de palmeras y ficus escrupulosamente recortados”, detalló esta casa editorial.
A finales de los años 80 y principios de los 90, la construcción de la mansión originó descontento por dos razones: la casa rompe con el diseño arquitectónico del lugar y fue levantada en áreas protegidas del Parque Nacional El Tepozteco y el Corredor Ecológico Ajusco-Chichinautzin.
Foto: Jorge Ríos / EL UNIVERSAL
Es el pueblo bueno y sabio
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