Cuando el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) completa su primer año en el cargo, no tiene una estrategia de seguridad nacional y las fallas ahora van más allá de las fronteras de su país.
El año 2019 marcó muchos cambios en la aplicación de la ley mexicana, como disolver la fuerza de la Policía Federal y reformularla como la Guardia Nacional. El tiempo dirá si los movimientos son exitosos.
Sin embargo, México tiene una larga historia de cambio de marca de agencias de la ley con problemas.La Agencia Federal de Investigación (AFI) creada bajo el presidente Vincente Fox en 2001 fue reemplazada por la Policía Judicial Federal. En 2008, el presidente Felipe Calderón integró la Policía Federal Preventiva y la Policía Judicial en una sola organización. En 2012, el presidente Peña Nieto creó otra fuerza para combatir a los carteles conocidos como la Gendarmería .
Mientras que el aparato de seguridad mexicano cambia los parches y uniformes de la unidad, la dinámica violenta de los carteles continúa aumentando con nuevas embarcaciones comerciales y diseños para la expansión global.
Durante casi una generación, estas reformas a nivel de la superficie en medio de la violencia de los carteles apenas llegaron a la sección "mundial" de los diarios. Ahora, muchos creen que algunos cárteles funcionan como gobiernos regionales paralelos, como lo declaró recientemente el nuevo embajador de Estados Unidos en México .
La consideración pública del presidente Donald Trump de designar a algunas facciones del cartel como Organizaciones Terroristas Extranjeras marcó un posible cambio tectónico en la política.
A lo largo de la campaña, AMLO criticó la estrategia militarizada de cacería de capos de sus predecesores. Muchos expertos en México y Estados Unidos que estuvieron de acuerdo con él claramente habían perdido el ritmo con las nuevas tácticas de muchos carteles. Fiel a su palabra, AMLO finalizó la política y reorganizó los programas de seguridad.
El resurgimiento de la migración masiva, el tráfico de personas y el tráfico de personas a los Estados Unidos a principios de 2019 llevó a una crisis internacional en la frontera de los Estados Unidos. Los carteles en muchas regiones operaron con casi impunidad a medida que las luchas territoriales hiperviolentas se extendieron rápidamente por todo México.
Todos los demás incidentes se eclipsaron en octubre cuando las fuerzas federales finalmente recibieron la aprobación para arrestar a Ovidio Guzmán, hijo de El Chapo y actual líder del Cartel de Sinaloa. Sus hombres tomaron represalias contra Culiacán, Sinaloa, con un verdadero ejército de pistoleros en vehículos blindados. Sus armas de grado militar cerraron la ciudad, mataron a 13 y tomaron numerosos rehenes (como las familias militares) para aprovechar la liberación del "Chapito". AMLO cedió, proporcionando un fallo de seguridad a nivel mundial.
En diciembre, el Departamento de Estado de EE. UU. Emitió avisos de viaje para los estados de Colima, Guerrero, Michoacán, Sinaloa y Tamaulipas como regiones de "Nivel 4", lo que significa que son tan peligrosos como Irak y Afganistán.
Foggy Bottom aconsejó además planes de viaje reconsiderados a los estados de Coahuila, Durango, Jalisco, México, Morelos, Nayarit, Nuevo León, San Luis Potosí, Sonora y Zacatecas. Las guerras territoriales de cárteles están de moda en la mitad del país ahora.
fuente.-Jaeson Jones es un Capitán retirado de la División de Inteligencia y Antiterrorismo del Departamento de Seguridad Pública de Texas y colaborador de Breitbart Texas. (Original English Link)
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