No hay nada más deprimente que un hombre te diga, con toda sinceridad y un énfasis inusitado en sus palabras, que está aburrido de consumir cocaína y que va a dejarla definitivamente y, acto seguido, te pase la carátula del DVD de Memento con varias rayas de polvo blanco primorosamente cortadas. No tengo paciencia para gente así, principalmente porque ya he pasado por ahí y sé de primera mano que estas personas se encuentran sumidas en una niebla de autoengaño.
Actualmente, el Reino Unido atraviesa una epidemia de consumo de cocaína, fomentada por el aumento en su pureza y disponibilidad. De hecho, hace poco Londres y Bristol fueron nombradas capitales europeas de la cocaína. El Informe Mundial sobre drogas de 2019 reveló que el 41 por ciento de los consumidores de cocaína quieren consumir menos. Llamé al fundador del informe, Adam Winstock, para hablar de cómo darle un descanso al tabique nasal.
VICE: Hola, Adam. En primer lugar: ¿cuándo consideras que el consumo ocasional deja de serlo para convertirse en un hábito?
Adam Winstock: La mayoría lo consume con moderación, es decir, medio gramo una vez al mes o menos. Aunque es un consumo no exento de riesgo, el tiempo que media es suficiente para demostrar que hay cierto control y que la cantidad tomada no es demasiado preocupante. Cualquier consumo que exceda esto puede suponer una potencial pérdida de control.
Según el Informe Mundial sobre Drogas, ¿qué porcentaje de personas excede este consumo?
Un 20 por ciento, y en algunos países, como Escocia, llega al 30. Si consumes una vez por semana, estarías entre los que forman el 5 por ciento que más toma.
¿Por qué crees que tanta gente toma cocaína hoy en día?
Antiguamente, si querías comprar coca, tenías que planificarlo con antelación. Ahora, en cambio, ha mejorado el precio, la pureza y la accesibilidad, lo cual contribuye a normalizar el consumo entre algunas personas.
¿En qué medida se puede reducir el consumo evitando a las personas que incitan a ello?
En gran medida. El consumo de cocaína está muy relacionado con la gente, los sitios y las cosas. Si te lo tomas en serio, tendrás que cambiar de entorno social y empezar a convivir con gente que no la consume. Eso es lo verdaderamente difícil: romper el ciclo.
Para algunos lo será, desde luego, porque la cocaína suele formar parte de los planes del fin de semana de los amigos.
Lo es, a no ser que estés muy motivado. Por muy buenas intenciones que tengas al empezar la noche, es muy fácil decir: “No pensaba meterme nada, pero si la gente me ofrece, ¿qué voy a hacer? ¿Que no?”. Y quienes más motivos tienen para dejarla son a los que más difícil les resultará, porque el hábito está tan arraigado entre los de su entorno que lo ven más normal.
Entonces, ¿es mejor evitar salir por completo?
Si vas siempre con el mismo grupo y sabes que los viernes la gente se mete coca, tienes que decirles que te parece demasiado y que vas a pasar un tiempo sin verlos. Si son amigos de verdad, que se preocupan por ti, lo entenderán y tendrían que apoyarte.
¿Es importante la pareja en este proceso?
Puede desempeñar un papel muy importante. Decir, “Este fin de semana saldré con mi novia” se considera socialmente más aceptable que “es que no me fío de que no vaya a acabar consumiendo drogas”. Haz planes para ir con tu pareja al cine, a cenar, donde sea. Así pasarán tiempo juntos, te irás a la cama relativamente pronto y no te habrás gastado tanto dinero. Eso es lo mejor de todo: en la vida, la mayoría de las cosas son mucho más baratas que meterse cocaína.
¿Y lo de borrar el teléfono de tu distribuidor de drogas antes de salir?
Mmm, sí, pero, de cualquier modo, muchos distribuidores te mandan un whatsapp para ofrecértela y si vas con un grupo de gente, alguien tendrá el número.
¿Y qué me dices de salir más tarde para evitar beber tanto?
Bueno, eso funciona en ambos sentidos. Si sales desde temprano, es probable que para las 21:00 ya lleves cuatro o cinco cervezas y pienses: “Ah, pues no es muy tarde para meterme un poco”. Y si sales tarde con la idea de beber menos y consumir menos droga, llegarás al mismo punto pero a las 23:00 y acabarás hasta muy tarde. No creo que la solución sea salir más tarde: es la gente, los sitios, las cosas. ¿Con quién vas a salir? ¿Dónde estarás? ¿Puedes eliminar el riesgo de consumir coca?
¿En qué momento crees que es necesario buscar ayuda?
Debes pensar si estás consumiendo más cocaína de la que habías planeado, antes de lo previsto, y si sigues haciéndolo pese a que acabas hecho una mierda el sábado y te quieres morir el lunes. Si reconoces esos aspectos y, aun así, no eres capaz de decir que no o de dejar de consumirla durante una temporada, tal vez debas hablar con alguien.
¿Qué recomendarías?
Para mucha gente, esto implica unas cuantas sesiones con un psicólogo para que les dé estrategias válidas con las cuales evitar el consumo, la mayoría de ellas ya las hemos cubierto en esta entrevista. Pero a lo mejor tienes que preguntarte por qué no puedes dejarla. Quizá sea porque no tienes otros amigos, porque sientes ansiedad cuando estás con gente o crees que no eres interesante, o tal vez sea porque estás deprimido y tienes otro problema mayor.
¿Qué le dirías a alguien que cree que a su amigo o amiga se le está yendo la mano con la coca y quisiera ayudarle?
Una charla en el momento adecuado puede hacer mucho bien. Los principios son: que la conversación sea en un sitio tranquilo y cuando ambos estén sobrios; plantéale la situación y dile que para ti no es nada fácil hablar de esto; dale ejemplos concretos que demuestren que está consumiendo demasiada coca; evita discutir y háblale con empatía y cariño; que sepa que se lo dices porque te importa y no porque pretendes juzgarle.
Gran consejo. ¡Gracias, Adam!
Fuente.-@dhillierwrites/
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