Vicente Zambada, un exnarcotraficante mexicano que afirmó haber sido alguna vez informante de la DEA, declaró el jueves como testigo de la fiscalía durante el juicio que se sigue a Joaquín 'El Chapo' Guzmán en Estados Unidos y demostró que conocía a casi todos y todo sobre el negocio de la droga.
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Esta tarde, Zambada saludó a Joaquín 'El Chapo' Guzmán con una inclinación de cabeza y una sonrisa antes de revelar que el Cártel de Sinaloa mantenía un presupuesto de corrupción de más de un millón de dólares al mes, según CNN.
Mientras testificaba contra su antiguo mentor, Zambada se refirió repetidamente a Guzmán, de 61 años, en español como "mi compadre" o "mi amigo". Zambada dijo que conoce a Guzmán desde que tenía 15 años, y que Guzmán es el padrino de su hijo menor.
Esta tarde, el príncipe del Cártel de Sinaloa traicionó a su padre, Ismael 'El Mayo' Zambada, y su derecho de nacimiento, al testificar durante más de cinco horas sobre casi todos los aspectos del imperio del narcotráfico: rutas de contrabando, planes de lavado de dinero, guerras sangrientas, acuerdos personales y multimillonarios dólares en sobornos, de acuerdo con The New York Times.
Ningún testigo en el juicio del 'Chapo' se mostró tan familiarizado con la estructura y los detalles del negocio de la droga como Vicente Zambada. Bombardeó a los jurados con innumerables relatos sobre 'El Chapo' y su padre enviando toneladas de drogas en automóviles, trenes, aviones y submarinos, incluso en un camión bajo una carga de carne congelada.
Les contó historias no solo sobre las operaciones del narcotraficante en México, Honduras y Belice, sino también sobre sus proveedores, distribuidores, guardaespaldas, asesinos, primos, hermanos e hijos.
Arrojó luz sobre los millones pagados por el cártel para corromper a funcionarios del gobierno en camino de convertirse en una de las organizaciones de crimen organizado más importantes del mundo.
Fue una sorprendente traición de un hombre que comenzó a trabajar para el cártel en su adolescencia. Incluso a una edad temprana, Zambada asistió a reuniones con su padre y se sentó con él en las citas con otros traficantes y oficiales de policía, relató The New York Times.
"Comencé a darme cuenta de cómo se hizo todo, y poco a poco, comencé a involucrarme en el negocio de mi padre".
A medida que pasaban los años, dijo Zambada, ascendió de rango y se convirtió en el principal teniente de su padre, supervisando los envíos de cocaína de Colombia a México, y de México a través de la frontera de Estados Unidos a ciudades como Chicago y Los Ángeles. En diferentes momentos, desempeñó numerosos y variados roles para el cártel como embajador, gerente de operaciones y mensajero.
Zambada declaró que el presupuesto de soborno de su padre era a menudo de hasta un millón de dólares al mes. Un general del Ejército que trabajaba como oficial en la Secretaría de la Defensa Nacional ganó un estipendio mensual de 50 mil dólares del cártel, recordó Zambada. También dijo que su padre solía sobornar a un oficial militar que una vez fue guardia personal del expresidente de México Vicente Fox.
Hasta que en 2009 fue arrestado durante una operación del Ejército en la Ciudad de México y extraditado a Chicago. Al principio, se esperaba que fuera procesado por cargos de contrabando de toneladas de drogas mientras servía como la mano derecha de su padre. Pero antes de que comenzara el juicio, sus abogados lanzaron una bomba: afirmaron que durante años había estado trabajando en secreto como espía para la DEA.
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