Un sicario buscado por la ejecución y tortura de dos policías en Tamaulipas fue arrestado luego de un tiroteo en un bar en uno de los municipios más lujosos del norte de México. El sicario ya se encuentra en aquel estado fronterizo donde enfrenta cargos de homicidio y secuestro por una ejecución que fue grabada en video.
Detectives de la Agencia Estatal de Investigaciones de Nuevo León (AEI) arrestaron recientemente a José Carlos “El Guero Lentes” de 31 años, José Pérez, luego de un tiroteo en un bar en la zona de entretenimiento conocida como Centrito Valle en el lujoso barrio de San Pedro. García Pérez fue uno de los heridos en el tiroteo que parece haber comenzado como una pelea dentro de un bar llamado Torito Sinaloense.
Fuentes policiales revelaron a Breitbart News que después del tiroteo, García Pérez fue a un hospital local para recibir tratamiento donde intentó evitar ser identificado proporcionando información errónea e incompleta a las autoridades sobre su identidad. A pesar de sus esfuerzos, los investigadores de AEI pudieron ligar a Garcia Perez con una orden de arresto de Tamaulipas sobre cargos de secuestro y homicidio por la ejecución de un comandante de policía y un investigador de policía en la ciudad fronteriza de Nuevo Laredo.
En el momento de su arresto, García Pérez afirmó no estar trabajando actualmente para ningún cartel. Los agentes de AEI entregaron a García Pérez a las autoridades del estado de Tamaulipas que lo encerraron en la prisión de Nuevo Laredo en espera de juicio.
La información del caso proporcionada a Breitbart News reveló que en 2016 El Guero Lentes supuestamente trabajó como asesino a sueldo para la facción Vieja Escuela de Los Zetas y fue enviado a Nuevo Laredo para tomar el control de la región de una facción rival de Los Zetas llamada Cartel del Noreste (CDN).
Como parte de su esfuerzo por tomar el control de la región, García Pérez supuestamente secuestró al comandante de la policía estatal de Tamaulipas, José Wenceslao, Gaznarez Gonzales y una de sus investigadoras, María Liliana Vásquez Arreola. Los sicarios secuestraron a los dos policías cuando salían de un restaurante llamado Cabo Grill en el centro de la ciudad de Nuevo Laredo. Un mes después, las autoridades encontraron los cuerpos torturados de los dos policías en una tumba clandestina.
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