GOBERNADORES "DESPILFARRARON" 72 MIL MILLONES en "NOMBRE de la SEGURIDAD"...mucho el costo y casi nulo el beneficio.

Durante la última década se han gastado 72 mil 755 millones 850 mil 632 pesos, canalizados a través del Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública (FASP), para fortalecer a policías municipales y estatales. 

A esa cifra se suma el suministro, durante cinco años, de otro fondo para crear policías acreditables, es decir, que fueran capaces de pasar exámenes de control de confianza (pruebas que incluyen interrogatorios en polígrafo para certificar que no tiene ligas con criminales o corruptelas), capacidades en manejo de armas, así como conocimiento de la ley y procedimientos policiales.

El gasto, a juzgar por lo dicho por el Presidente Electo y su equipo, fue fondo perdido, al igual que la década, pues “existe la opinión, casi generalizada, de que no están funcionando, por decirlo con diplomacia, ni las policías estatales ni las municipales, salvo honrosas excepciones…“, según las palabras de AMLO ratificadas en diferentes momentos por Alfonso Durazo, quien encabezará la Secretaría de Seguridad Pública federal.

DINEROS. El FASP es un fondo presupuestal previsto en la Ley de Coordinación Fiscal a través del cual se transfieren recursos a las entidades federativas para dar cumplimiento a estrategias nacionales en materia de seguridad pública.
Se orienta al desarrollo de capacidades en las instituciones locales, para el diseño de políticas públicas destinadas a la prevención social de la violencia y la delincuencia con participación ciudadana en temas de seguridad pública.

“Una de las grandes deficiencias del Estado mexicano es la falta de cuerpos policiales, lo que ha sido expuesto por los diagnósticos de organismos civiles”, afirma el extitular del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, Juan Mihguel Alcántara Soria.

Para Soria es claro que este sexenio se perdió el paso y lo expone en entrevista telefónica. Da como prueba de esa pérdida de rumbo lo que pasó con Miguel Ángel Osorio Chong, quien al iniciar el sexenio como secretario de Gobernación pensó que las sesiones del Sistema Nacional (Presidente y gobernadores) tenían demasiadas recriminaciones y (al estilo priista, dice Soria) optó por reuniones sin discusión. Al final del sexenio, Osorio se quejaba de que los gobernadores no habían hecho su trabajo de integrar policías fiables.

Así, durante los últimos años “las sesiones del Consejo Nacional de Seguridad Pública se volvieron rutinarias”.

Cada año, el Consejo Nacional de Seguridad Pública autoriza la cantidad de recursos (FASP o acreditable mientras existió) para los estados del país, incluyendo a la Ciudad de México.

Sin embargo, Alcántara piensa que no debe tratar de iniciarse todo desde cero:

“Hubo estados que se pusieron las pilas con el Subsidio de Policía Acreditable que empezaron a permitir dar seguimiento desde las convocatorias para reclutar a jóvenes que quisieran unirse a la policía acreditable. Como Nuevo León, que al ver que no había la respuesta para acudir a las capacitaciones y reclutamientos de los propios nuevoleoneses, tuvo que dirigirse a otros estados para completar los mínimos elementos con los cuales se cubrieran los cupos de formación inicial.

Esto también implicó la generación de condiciones atractivas para esos elementos, lo que implicó mejorar sustancialmente los salarios, como ya estaba previsto en la ley general a la hora de hablar de los tabuladores salariales policiales en el esquema terciario: se generaron condiciones de políticas de vivienda para las policías estatales, becas para los hijos, entre otros. “Hubo un proyecto de vida profesional para los policías, que está exigido en la ley y que Osorio Chong lo hizo a un lado de manera reprochable, ahora tenemos insuficiencia de policías en todo el país”.

Alcántara es tajante en algo: “Yo considero que no hay que empezar desde cero, las acciones de refundación o transformación han sido pretenciosas y soberbias. Todo el proyecto de profesionalización de los cuerpos policiales federales y estatales que está en la ley requiere pocos ajustes”.

—¿Se trata más de que se cumpla?

—Así es.

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