En el puerto de Veracruz la muerte brota del suelo. Una nueva fosa clandestina se encuentra en gestión para iniciar la búsqueda, se trata del bulevar portuario en el kilómetro 13 y medio; con este hallazgo, Colinas de Santa Fe, el predio considerado el cementerio ilegal más grande de América Latina, podría ser superado en semanas.
A tan sólo 10 minutos de la primera zona de rastreo, se estima que el nuevo terreno alberga más de 500 restos.
Desde 2014, el colectivo de madres de desaparecidos supo de la existencia de un predio que “podría superar el número de restos de los encontrados en Colinas de Santa Fe”. Rosalía Castro Torres, madre del Solecito, comenzó desde aquella fecha con las gestiones para ingresar al terreno.
“En el lapso de un par de días a varias de nosotras nos hicieron llegar un mapa con la ubicación del lugar. Yo hice una primera visita al lugar, no había las condiciones, ni teníamos los conocimientos para entrar y buscar (…) Hay la señalización de fosas por las cruces que se nos indica”, explica la activista.
Solecito comenzó desde hace tres años con un proceso de capacitación, ensayo y error, desde la ubicación de Colinas de Santa Fe. “Un grupo de madres fuimos a Iguala a aprender de los padres que buscaban allá y con el equipo mexicano de Medicina Forense (…) Colinas fue el lugar donde aprendimos porque, de inicio, nos dijeron, ‘rasquen la tierra y donde sea van a encontrar cuerpos’”.
Dos años después de “picar” en la tierra, se han exhumado 295 cráneos y miles de fragmentos de huesos. “Es importante que se puedan encontrar cráneos porque representa una persona. Se puede vivir sin brazo pero no sin cráneo; la policía científica nos apoya y recupera estos restos para iniciar su proceso de identificación”.
El distanciamiento entre el gobierno del estado y los colectivos de madres de desaparecidos, desde hace un año, llevó a que las activistas conocieran que sólo 16 cuerpos han sido identificados en Colinas de Santa Fe. De esta cifra 10 han sido entregados y otros seis están en la espera.
“El proceso de reconocimiento ha sido lento, periódicamente había una reunión con el gobernador Miguel Ángel Yunes, el Fiscal Winckler y otros funcionarios, pero de un año se acabaron las reuniones y el flujo de información”, explica.
Esta carretera es uno de los tramos más transitados por los choferes de carga. Lo hace tierra fértil para los crímenes como la venta de gasolina robada, la prostitución y drogas sintéticas para mantener a los traileros despiertos. En las famosas “cachimbas” los cargueros se surten con diferentes mañas para esconder el “perico” (droga). En algunos casos lo guardan en llaveros, lapiceros, placas o hasta en hebillas.
El kilómetro conecta a carreteras, fraccionamientos y atraviesa la zona industrial de la ciudad de Veracruz. Es una vía de comunicación donde fácilmente los camiones con mercancía se accidentan por el índice de tránsito y la falta de mantenimiento.
Rosalía y el colectivo ha visitado tres veces el predio. La primera, la que ya se mencionó, en 2014. Una segunda ocasión en 2016 y hace unos meses asistieron con “algunos policías para poder ingresar al lugar, pero ya está acordonado, hay una caseta y no te dejan entrar si no hay autorización. He ahí la importancia de los permisos”.
La tramitología comienza desde el acceso a la información anónima y “las cruces que nos indican. Hasta el momento hay el estimado de 500 restos a encontrar; podría ser más o menos, lo importante para nosotras es buscar a nuestros familiares”.
Las madres esperan que en unas semanas se pueda iniciar la búsqueda, “todo depende de la voluntad política”. Los gobiernos de transición comenzaron las reuniones de trabajo aunque las madres solicitan lo mismo desde hace varios años, que las ayuden a encontrar a sus desaparecidos.
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