Las divisiones internas pueden estar desintegrando el grupo criminal más poderoso de México, lo que podría llevar a un recrudecimiento de las matanzas en un país que aún se recupera de su año más violento hasta la fecha.
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Luego de la noticia a comienzos de este mes de que el CJNG pudo haber asesinado a un exmiembro del grupo, de nombre Ramón Sánchez Radilla, alias “El Marro”, de quien se dice que pertenecía a una facción disidente del CJNG, conocida como “El 2”.
Otro presunto miembro de El 2, Luis Emmanuel Rodríguez Cerros, alias “El Cholo”, fue abatido en agosto del año pasado. Se dice que El Cholo era la mano derecho del capo del CJNG Nemesio Oseguera Cervantes, alias El Mencho. Pero en marzo de 2017, él y otros —incluyendo a El Marro— fueron exiliados del grupo y se ordenó su muerte por su presunta participación en el homicidio de un colaborador colombiano del CJNG.
Análisis de InSight Crime
El CJNG ha sacado ventaja de la división y el debilitamiento de otros grupos criminales mexicanos, como el cartel de Sinaloa, que presenta señales de ahondamiento de sus disputas internas y ataques de grupos rivales tras la captura y posterior extradición del antiguo capo Joaquín “El Chapo” Guzmán. Pero el CJNG puede estar sufriendo ahora de una fragmentación similar a las fracturas que le costaron su dominio al cartel de Sinaloa.
Tanto Jaime López, consultor de seguridad y exoficial de policía en México, como Mike Vigil, exagente de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), atribuyeron parte de esa fragmentación dentro del grupo al hecho de que El Mencho, líder del CJNG, es uno de los capos de la droga más buscados en México y Estados Unidos.
“Cuando se tiene al jefe de un cartel huyendo de la ley y de los carteles rivales, dirigir la organización se hace cada vez más difícil, y es ahí cuando la gente dentro de la organización aprovecha las oportunidades que le permitirían asumir el control”, comentó Vigil.
El mismo Vigil opinó que el actual jefe del cartel de Sinaloa, Ismael “El Mayo” Zambada García, puede estar atizando las brasas de la discordia dentro del CJNG.
“Aun cuando sean enemigos, estoy seguro de que (El Mayo) tiene amigos en el CJNG a los que está presionando para que produzcan una insurrección dentro del cartel”, explicó Vigil. “El cartel de Sinaloa y el CJNG son los únicos dos carteles poderosos de México, y al hacer esto él reduce el poder del CJNG para devolverle la supremacía al cartel del Sinaloa”.
López y Vigil recalcaron que la fragmentación del CJNG no es buen presagio para la situación de seguridad más general en México, y que es probable que contribuya a una mayor escalada de la violencia.
Lopéz afirmó que CJNG ha “cruzado la línea en lo que respecta a la violencia contra agentes federales y el ejército”, y el escalamiento del conflicto con el gobierno mexicano está ejerciendo presión sobre el grupo que podría estar contribuyendo a esa fragmentación.
Vigil advirtió que esto podría crear un círculo vicioso, en especial dada la reputación de tendencia a la agresión del CJNG contra sus rivales, contra el estado y contra la población.
“Una de las cosas que sabemos es que cuando ocurre una fragmentación, hay grupos más pequeños que entran en juego y se disputan el mismo territorio, y eso acarreará más violencia contra los rivales, los agentes de seguridad y personas inocentes que queden atrapadas en el fuego cruzado”, comentó Vigil a InSight Crime.
La correlación entre la fragmentación de los grupos criminales y el aumento de la violencia es un fenómeno que se observa en otros lugares de la región. Por ejemplo, luego de la desmovilización de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el panorama criminal en Colombia quedó gravemente fragmentado. Esto en últimas generó mayor violencia, por la lucha entre disidentes del proceso de paz y otras redes criminales por el control de zonas estratégicas dejadas por las FARC.
Con informacion.-
(Imagen/Web)
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