Antes de arrancar los comicios en
Tamaulipas para elegir gobernador la sombra del crimen organizado ya se hizo
presente en la selección de los candidatos del PRI Baltazar Hinojosa Ochoa y
del PAN Francisco Javier Cabeza de Vaca, a quienes se les ha mencionado en la
investigación que se abrió sobre los exgobernadores Tomás Yarrington y Eugenio
Hernández, acusados de
lavado de dinero.
Aunque los dos políticos han negado de
manera reiterada que exista alguna investigación en su contra, sus nombres
salen a relucir en los testimonios registrados en la averiguación previa
PGR/SIEDO/UEIDCS/012/2009, iniciada en el sexenio de Felipe Calderón contra los
exgobernadores priistas Yarrington y Hernández Flores, presuntamente por
recibir dinero del Cartel del Golfo.
Desde el 2009 a la fecha, varios medios de
comunicación como Reforma, El Universal y La Jornada han publicado la
referencia de esta investigación, en la que se menciona que tanto Baltazar
Hinojosa como Cabeza de Vaca recibieron recursos para sus respectivas campañas
como alcaldes de Matamoros y Reynosa.
Apenas este miércoles el periódico Reforma
publicó la declaración de Héctor Crescencio de León Fonseca El R3, detenido el
pasado 7 de enero en Altamira, Tamaulipas, en posesión de armas y droga. A
pesar de que salió libre, quedó registrado en el reporte policiaco 0039/2016 de
la SEIDO, que le entregaba dinero a Cabeza de Vaca por órdenes de su jefe Marco
Antonio Haro Rodríguez, miembro del Cártel del Golfo.
Los últimos comicios en Tamaulipas han sido
difíciles y complicadas por la presencia de los grupos criminales. No hay que
olvidar que en la pasada elección para gobernador del 2010 fue asesinado el
candidato del PRI Rodolfo Torre Cantú, por órdenes de Eduardo Costilla Sánchez
El Coss, líder del Cártel del Golfo, luego de que el priista supuestamente se
negara a proteger las inversiones que permitían el lavado de dinero proveniente
de las ganancias del narcotráfico.
Hoy, envueltos en ese pragmatismo político
en el que sólo importa ganar sin preocuparse cómo, el PRI y el PAN lanzaron
como candidatos a estos dos personajes cuyos nombres están registrados en las
investigaciones que hay tanto en México como en Estados Unidos contra los
exgobernadores tamaulipecos Tomás Yárrington y Eugenio Hernández.
Una vez más, los comicios en Tamaulipas
corren el peligro de volverse violentas pues ahí el crimen organizado sigue
teniendo un enorme poder que alcanza hasta los niveles más altos de la
política, sin importar el partido político.
De ahí que el gobierno federal tenga la
tarea de asegurar que en esta entidad, como en otras donde también existe el
riesgo de la violencia de los grupos criminales, se desarrollen pacíficamente y
que todos los candidatos borren de su historia cualquier sospecha que exista en
su contra.
Twitter: @GilOlmos
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