La de Luis Cárdenas Palomino es la historia de un policía que creció y cayó en desgracia a la sombra de Genaro García Luna.
Le decían "El Pollo" y probablemente no haya otra persona que conozca tan de cerca al otrora poderoso secretario de Seguridad Pública.
En 1989, cuando nació el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), en sustitución de la Dirección General de Investigación y Seguridad Nacional, García Luna (1968) y Cárdenas Palomino (1969) formaron parte de la primera generación de oficiales de inteligencia.
Cárdenas Palomino fue transferido en 1993 al recién creado Centro de Planeación para el Control de Drogas (Cendro), el órgano de inteligencia de la PGR, y tres años después pasó a las filas de otra institución también recién fundada en la Procuraduría, la Unidad Especializada en contra la Delincuencia Organizada (UEDO).
Siendo el primer jefe del Grupo de Secuestros de la UEDO, volvió a encontrarse con García Luna, quien continuaba en el Cisen.
Con la irrupción de secuestros de alto impacto, el Gobierno federal instaló una coordinación de la que formaban parte todas las instituciones de seguridad pública y nacional.
Desde este grupo, el Cisen, la UEDO y el Ejército planearon y ejecutaron la persecución de plagiarios como Daniel Arizmendi y Andrés Caletri, así como de los miembros del Ejército Popular Revolucionario.
Con la llegada de García Luna a la Policía Judicial Federal de la PGR, Cárdenas Palomino se convirtió en el director adjunto y la corporación fue convertida en la Agencia Federal de Investigación.
Es a partir de ese momento en que el nombre de Cárdenas Palomino empezó a asociarse con escándalos.
En 2005 fue requerido por la Procuraduría General de Justicia del Estado de México para declarar entorno al asesinato de Enrique Salinas de Gortari, hermano del ex Presidente Carlos Salinas, ocurrido el 6 de diciembre de 2004.
Para la Procuraduría mexiquense, los responsables del homicidio fueron agentes de la AFI, quienes primero intentaron extorsionar a Enrique Salinas amagándolo con una supuesta orden de localización girada en Francia por lavado de dinero.
Una de las llamadas a Salinas antes de su muerte, provino de la oficina del cuñado de Cárdenas Palomino, Humberto Castillejos, futuro consejero jurídico del Presidente Enrique Peña Nieto y quien en ese entonces era asesor del entonces Procurador Rafael Macedo de la Concha.
El mismo año, el ex fiscal especial para delitos del pasado, Ignacio Carrillo Prieto, acusó públicamente a Cárdenas Palomino de conflicto de interés, pues era el responsable de cumplir una orden de aprehensión contra Luis de la Barreda Moreno, ex titular de la Dirección Federal de Seguridad, defendido por Marcos Castillejos, entonces suegro del mando de la AFI.
Pero el caso más escandaloso ocurrió el 9 de diciembre de 2005, con el montaje para la televisión de las capturas de la francesa Florence Cassez e Israel Vallarta, en el sur de la Ciudad de México.
A diferencia de otros mandos que han sido señalados por este caso que escaló a nivel internacional, Cárdenas Palomino coordinó la puesta en escena para las pantallas televisivas. Si bien fue investigado, en el sexenio pasado la PGR archivó por falta de elementos este expediente en su contra.
Con la creación, en el sexenio de Felipe Calderón, de la Secretaría de Seguridad Pública, Cárdenas Palomino fue jefe de la División de Seguridad Regional y de la División de Caminos de la Policía Federal, así como coordinador de Inteligencia para la Prevención. Fue entonces cuando empezaron a aparecer acusaciones de narcotraficantes que se decían traicionados por el mando policiaco.
Uno de ellos fue Édgar Valdez Villarreal, "La Barbie", operador de los Beltrán Leyva, quien señaló a Cárdenas Palomino y al propio García Luna de cobrarle sobornos desde 2002.
Cárdenas renunció a la SSP en diciembre del 2012, después de 23 años en corporaciones federales, y después organizó un proyecto de seguridad privada para el magnate Ricardo Salinas Pliego.
Con la captura de García Luna en Dallas, Texas, el 10 de diciembre de 2019, era cuestión de tiempo para que llegaran a él.
El 30 de julio de 2020 una Corte federal de Nueva York ordenó su captura por la supuesta protección al Cártel de Sinaloa y el 6 de septiembre un juez en la Ciudad de México hizo lo propio por el delito de tortura en agravio de familiares de Israel Vallarta.
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