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jueves, 23 de enero de 2020

"LALO el GORDO y la PAGUA" del CARTEL del GOLFO AMENAZAN con MATAR a TODOS los RESIDENTES de SAN FERNANDO que COMPREN AUTOS AMERICANOS en MATAMOROS...San Fernando otra vez quedo "en medio".


Pese que gobiernos van y gobiernos vienen, sin distingo de partidos y con un montón de promesas de seguridad incumplidas,la inseguridad y violencia prevalece en esta comunidad en los hechos alejada de todo esfuerzo federal y estatal,hoy una de las facciones bajo control de "Lalo el Gordo" del Cartel del Golfo en Reynosa y otro sujeto identificado como su "compadre" "La Pagua" que regulan la extorsion por la via del "Derecho de piso y el derecho de paso" en la Zona de San Fernando,"AMENAZARON con DARLES PISO",MATAR a todos aquellos habitantes del municipio que se atrevan a comprar en Matamoros  los vehiculos americanos de cuya internación sobreviven muchos comerciantes.


La nueva amenaza de los criminales se da en el contexto de la "pugna interna y eterna" que siempre termina perjudicando a San Fernando que aun recuerda el "viejo pleito de Zetas y Golfos" iniciado en 2009,hoy la facción del Cartel del Golfo en Reynosa en abierta pugna con el CDG-MATAMOROS  es secundada en esta ciudad por el "COMPADRE de LALO el GORDO identificado como "LA PAGUA" ,que a decir de las redes sociales fue el encargado de difundir la amenaza entre ellos habitantes de esta compungida comunidad de agricultores que siguen sometidos a los designios de los criminales de una y otra facción.

Quizá es saber que “este pueblo está maldito”, como dicen los periodistas de la entidad cuando se refieren a San Fernando,una comunidad llena de relatos de crimenes y criminales que en su momento fueron abordados en un amplio reportaje de "Periodista de a pie".

Aqui todos recuerdan el caso de Imelda Galván Zárate, una maestra que tenía un expendio de cerveza “La cucaracha”, uno de esos negocios en los que el cliente entra en su auto, sin bajarse jamás de él, compra y se va. La mujer se negó a pagar derecho de piso al grupo en turno que controla el pueblo. Un día le aventaron una bomba molotov en su negocio, donde estaba encerrada. Murió quemada. Su hijo Hugo, dentista, trató de rescatarla y también murió. Un joven recuerda cómo lo vio caminar en llamas, en medio de la calle en 2014. Hoy, el local sigue igual, quemado y abandonado, como testigo mudo en la arquitectura de San Fernando.

Otra historia: las mujeres de una familia salen muy temprano para hacer algunos asuntos en Ciudad Victoria. Viajan en una camioneta una mujer de 60, otra de 50, otra más de 40, una joven de 23, una adolescente de 15, un niño de 12 (el único varón del grupo) y otra de 2. En una de las incontables brechas los secuestran. Dejan ir a los niños más pequeños y a las mujeres de 50 y 60. Tras negociaciones fallidas o entorpecidas, las mujeres son violadas, asesinadas y enterradas en una fosa clandestina junto con otras 20 personas, una de esas fosas que no llegaron a las portadas de la prensa nacional.

Al este del municipio, se encuentra la Laguna Madre, un enorme cuerpo de agua salina, sólo separada intermitentemente del Golfo de México por bancos de arena cuyas formas y localización cambian constantemente. Este es un lugar privilegiado para las granjas de camarón, y para la llegada de paquetes de droga desde el mar, que luego serán trasladados a la frontera por tierra, aprovechando también los infinitos caminos de terracería de San Fernando.

Con informacion de:Twitter/Periodistasdeapie/

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