Entre el cierre de antros, el derroche en mujeres, dinero, alcohol y comida, a veces hasta en prisión, los narcotraficantes se han caracterizado por celebrar a lo grande.
Los siguientes son ejemplos de cómo criminales viven rodeados de lujos.
La Barbie
A Édgar Valdez Villareal, alias La Barbie, disfrutaba de cerrar locales para disfrutar con socios, pistoleros y operadores financieros de música, comida y alcohol.
El capo, meses antes de su detención el 30 de agosto de 2010, comía en restaurantes exclusivos de la zona Diamante de Acapulco. Pedía cortes argentinos y champán Moët & Chandon para sus invitados.
Sus encuentros eran estruendosos, a Valdez Villareal le gustaba escuchar corridos diversos, sobre todo el suyo, y música norteña.
Entre sus antros predilectos eran el Palladium y Clásico del Mar, los cuales se ubicaban en la colonia Escénica de Acapulco.
El famoso e histórico antro Baby´O, ubicado en la costera Miguel Alemán, también fue cerrado para La Barbie y sus amigos.
La Barbie
Otro de sus lugares predilectos era El Alebrije. Ahí el costo de una botella de champán se elevaba a los 16 mil pesos, porque además se entregaba junto con un espectáculo: una persona de baja estatura disfrazada de Superman era lanzada por un mesero, cuando explotaba pirotecnia.
Aunque estas historias no están verificadas al 100%, personas que viven en Acapulco recuerdan también que La Barbie llegaba a pagar cuentas por arriba de los 100 mil pesos. Otros han llegado a comentar que a estos lugares lo acompañaban hijos de políticos y famosos.
Ramón Ayala también llegó a asistir a las fiestas de La Barbie, un testigo de la PGR contó que el "rey del acordeón" se presentó en la navidad del año 2006 en un rancho del capo ubicado en Cuernavaca, Morelos, junto con su grupo. También fue así el año siguiente y en año nuevo.
Los Beltrán Leyva
Ramón Ayala, el rey del acordeón, amenizaba los festejos de los hermanos Beltrán Leyva, de hecho, llegó a recibir regalos como un rolex con diamantes y un caballo pura sangre.
Un testigo contó que, a Arturo Beltrán Leyva, El Barbas, y a Édgar Valdez Villareal, La Barbie, les gustaba mucho hacer celebraciones con grupos norteños, y que Ramón Ayala era uno de los preferidos.
Arturo Beltrán Leyva
El artista interpretó sus canciones para los hermanos el 24, 25 y 31 de diciembre de 2007; a cambió recibió por cada concierto 40 mil dólares, además de un caballo con valor de 500 mil dólares, y relojes con diamantes.
Los Cadetes de Linares también asistían a las fiestas, pues el solista era amigo de Arturo Beltrán Leyva.
Ramón Ayala y sus Bravos del Norte, además miembros de la agrupación Torrente y Los Cadetes de Linares, fueron detenidos en diciembre de 2009, por elementos de la Procuraduría General de la República (PGR), en una "narcoposada", luego de un enfrentamiento entre marinos y miembros del cártel de los Beltrán Leyva en Cuernavaca.
Joaquín "El Chapo" Guzmán
"El Chapo" ni en prisión dejó de realizar fiestas.
Es recordado porque en su estancia en el penal de Puente Grande -de 1993 a 2001, cuando se dio a la fuga- tenía autoridad hasta la cocina, pues hasta le preguntaban lo que quería comer.
Al ganarse la confianza de la población, Joaquín Guzmán Loera podía hacer lo que quisiera.
Hacía fiestas en el patio y mandaba a pedir borrego o carnitas, además de bebidas alcohólicas. También pedía grupos musicales y él, junto con sus allegados, como "El Güero" Palma, se ponía a tomar whisky en una orilla.
Joaquín Guzmán Loera
Iván Archivaldo Guzmán, uno de los hijos del capo, también es conocido por las fiestas y los excesos con los que vivía.
Ha llegado a ser fotografiado con crías de león a bordo de un Mercedez-Benz, también mostrando grandes cantidades de dinero y armas de alto calibre personalizadas.
Se sabe que Iván y sus hermanos siempre han tenido este estilo de vida, pues han recibido de todo, hasta helicópteros, desde muy temprana edad.
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