En un testimonio difundido por la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CAEV), con motivo del Día Mundial contra la Trata, se señala a militares coludidos en la explotación sexual de una mujer, quien además asegura que les preparaba "crack".
La CEAV informó que ha estado asistiendo y dando atención a este caso, y que la intención de dar a conocer el testimonio es para visibilizar el delito de la trata de personas.
La víctima, cuyos datos personales no son revelados, narra su historia en un video de casi seis minutos, en el que sólo se observa su silueta y que fue editado para omitir también nombres de lugares o fechas.
La mujer cuenta que a los 19 años comenzó a estudiar inglés y en la escuela conoció a "La Güera", la enganchadora de un primer grupo que la explotó.
Entonces trabajó como mesera, donde conoció a un sujeto que le dio dinero y joyas hasta que se casaron y se fueron de luna de miel por seis meses.
"Me preñó y ahí empezó el martirio", cuenta la mujer.
Cuando nació su hija fue obligada a prostituirse en edificios con "10, 20 mexicanos".
En algún momento la detienen junto a su proxeneta y ahí se entera que la boda fue falsa.
Según la mujer, ya fuera de prisión no puede encontrar a su hija y vuelve a ser explotada.
"Tuvimos sexo con un policía federal, ocho chicas, y él se volvió muy loco y a todas nos golpeó. A él lo matan entre ellos, lo jalan para allá, le quitan toda la lana, un balazo, punto", expuso.
"Y nosotros, como fuimos testigos, teníamos también que morir".
Las llevaron a una zona con milpas, las desnudaron y arrodillaron. Les lanzaron una ráfaga con una metralleta, pero a ella no le dieron y aprovechó una distracción para levantarse y salir corriendo hacia una carretera.
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"Los soldados me vieron, me levantaron, me cogieron y regresaron", cuenta.
"Estuvimos en toda la República Mexicana en el secuestro, no nos podíamos salir; tuvimos sexo con federales y soldados y todos, pero no se podía hablar, quien hablaba moría, muchas murieron".
Según el relato, un comandante le dio la libertad y hasta le dio una "casita de madera".
"Yo fui cocinera de crack para ellos cuando ya no quise prostituirme, fumaba piedra, 60, 70 piedras diario", agregó.
Después de eso acudió a la Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia Contra las Mujeres y Trata de Personas e interpuso una denuncia.
"Claro que tienes que tener demasiados pantalones. Fueron 22 años, una violencia muy dura", dijo.
"Todo mundo que necesite apoyo debería, primero poner una denuncia, y luego acercarse a la CEAV".
La CEAV, dijo, la ha ayudado a tener un departamento y atención médica y psicológica.
fuente.-(Imagen/Youtube)
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