El primero en dar un paso de acercamiento, cuando el intercambio de señalamientos había sido brusco por lo menos, fue el almirante Vidal Soberón. Con una declaración impecable, institucional, que vino a dar salud pública a la relación con Andrés Manuel López Obrador: apoyaremos al que elijan los mexicanos.
¿Por qué era tan importante? Muy sencillo, porque los “mensajes” intercambiados entre el candidato de Morena, el almirante Soberón y el general Cienfuegos, daban a entender que podía no ser así. Lo que sería gravísimo, contra todo lo que significa a las Fuerzas Armadas.
Lealtad a toda prueba, lealtad por encima de cualquier sigla partidista, simplemente lealtad.
López tardó, pero el pasado sábado 3 de marzo, le respondió con gratitud al almirante Vidal Soberón. Declaró, palabras más o menos, que las Fuerzas Armadas apoyan su movimiento.
Habilidad del tabasqueño, obvio, pero era legítimo decirlo así.
Según algunas versiones, se habrían reunido durante su visita a La Paz, lo que no tienen nada extraordinario, costumbre de candidatos presidenciales en las campañas. Lo cierto es que hubo una coincidencia, que ambos, candidato y almirante, estuvieron en la misma fecha en La Paz, Baja California Sur. Precisamente una entidad gobernada por el PAN, por un íntimo amigo de José Antonio Meade, compañero de estudios: Carlos Mendoza Davis.
Hay versiones, además, de que marinos vestidos de civil estuvieron cerca del recorrido de López Obrador. Lo que podría corresponder a un asunto de seguridad, ya que muchos marinos están comisionados en ese ámbito en Baja California Sur. De donde no ha habido un aviso de que serán retirados, regresados al cuartel, como ya sucedió en Tamaulipas.
Lo que está subyacente, mensaje mezclado para el Ejército, es que antes de este “intercambio” de amabilidades, López Obrador dijo que el general Salvador Cienfuegos debía dejarse de politiquerías, con relación al fallido doctorado honoris causa de la Universidad de Chiapas.
¿Se trata de un mensaje que diferencia a la Marina-Armada de México del Ejército? No lo creo. Simplemente fue el almirante quien expresó lo que todos entendieron como “apoyo”.
“Celebro que altos mandos del Ejército y la Marina estén actuando de manera institucional, que no intervengan y no se involucren en lo que corresponde a los ciudadanos”, aseveró el candidato presidencial.
Tiene razón. De eso trata la institucionalidad militar.
Lo cierto es que cuando hubo disparos, muchos, tres mil o más, desde un helicóptero de la Semar hacía unos presuntos criminales en Nayarit, a mediados del año pasado, López Obrador fue muy duro en sus calificativos. Y ha sigo refiriéndose a que habrán de terminar las “ejecuciones extrajudiciales” en su gobierno. Lo que es un tema sensible, de diferencia fuerte en el enfoque al combate al crimen organizado.
Las declaraciones de López Obrador, el presunto encuentro con el Secretario de Marina, están insertas en una crítica muy fuerte contra la supuesta utilización de la PGR en temas electorales, sobre todo por dar a conocer un video del candidato del Frente, Ricardo Anaya.
Así, de acuerdo con el hilo de pensamiento y declaración de López Obrador, tendríamos a Fuerzas Armadas que no van a permitir ser utilizadas en temas electorales, o que podrían tener implicaciones en esa materia.
Lo que falta ahora es una declaración del titular de la Sedena. Lo que no parece que sucederá. Ahí el tono de la “relación” ha quedado más en lo personal. Aunque faltan meses de campaña y, seguramente, habrá algún espacio propicio para que, también, los militares bajo el mando del general Cienfuegos reiteren su apoyo a quién sea que elijan millones de mexicanos en un proceso libre y democrático.
¿Importan las declaraciones de Vidal Soberón? Mucho. Por eso la insistencia de Andrés Manuel en “agradecer”. Son valores entendidos.
Tan sencillas que podrían ser las relaciones entre civiles y militares-marinos… Y tanto que se complican…
fuente.-Isabel Arvide
@isabelarvide
(Foto/Web)
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