A sus 20 años, Arturo Figueroa cursaba el quinto semestre de Enfermería. Fanático del futbol y el Real Madrid. La noche del 30 de noviembre de 2012 salió de su casa con la camiseta de su equipo en tonos morados, una de las señas que su madre replicó por el municipio de La Antigua tras ser "levantado" junto a otros siete jóvenes por policías de Veracruz.
El caso de cinco de las ocho víctimas fue documentado por la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH) en la recomendación 03/2018, y responsabiliza a elementos del Grupo de Coordinación Veracruz Seguro, comandado en la región costera por el entonces delegado Marcos Conde Hernández, preso por la privación ilegal de otros cinco jóvenes originarios de Playa Vicente, presuntamente entregados a una célula del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
El destino de Arturo Figueroa Bonastre, de su amigo Miguel Ángel Sandoval Cervantes y otros dos agraviados se conoció mediante el reconocimiento genético de sus cráneos, hallados en el predio Colinas de Santa Fe, reconocida como la Fosa Clandestina más grande de Latinoamérica, donde han sido exhumados los restos de casi 290 personas.
Las ocho víctimas habrían sido presas del operativo Guadalupe-Reyes, que buscaba ofrecer seguridad a la entidad, con la coordinación de elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), Policía Federal y Secretaría de Marina (SEMAR).
La noche de películas que terminó en una desaparición múltiple
El 30 de noviembre de 2012, alrededor de las 21:00 horas Arturo regresó de su jornada estudiantil en el Centro De Estudios Tecnológicos En Ciencias De La Salud (CETCS). Reportó a su madre que iría a ver películas a casa de su amigo Miguel Ángel, quien también cursaba el quinto semestre de Enfermería, en la Universidad Veracruzana (UV).
Miguel Ángel y Arturo
Arturo salió de su domicilio ubicado en la localidad José Cardel; vestía una camiseta del Real Madrid que hacia juego con un short, ambas piezas en tonos morados. Usaba tenis y calcetines blancos. A las 23:30 horas avisó mediante una llamada telefónica que pronto estaría de regreso en casa. Luego no volvió a tener comunicación con su familia.
Con base en investigaciones recabadas por la CEDH, un menor de edad llamó al primo de Miguel Ángel Sandoval para advertirle: "Dile a tu abuelita y a la mamá de Arturo que (a los dos) se los acaban de llevar unas patrullas de policías".
Los familiares acudieron a la comandancia de la SSP, en Cardel, pero las autoridades negaron cualquier detención. Allí, los parientes de Arturo y Miguel Ángel se percataron que otros seis jóvenes también habían desaparecido en las inmediaciones de la colonia Modelo.
El principal testigo -menor de edad- señaló en su declaración del 29 de mayo de 2013 como responsables a elementos de la SSP. Dijo haber observado desde su casa el momento en que Miguel Ángel Sandoval "fue subido a la batea de la patrulla esposado boca abajo, identificando a las unidades por su color azul con blanco".
Para el 01 de diciembre de 2012, las familias de Arturo y Miguel Ángel se reunieron para emprender una búsqueda en La Antigua y como resultado encontraron un taxi abandonado con las puertas abiertas y el radio encendido, y dos motocicletas que pertenecían a los demás desaparecidos.
Los señalamientos de vecinos, también recayeron en elementos policiales que formaban parte del operativo Guadalupe-Reyes.
Hubo omisiones de FGE y SSP en investigaciones de los ocho desaparecidos
La primera omisión que la CEDH acreditó en la investigación de los ocho jóvenes fue desde el momento en que sus padres intentaron presentar una denuncia por el presunto delito.
Aunque el estándar de debida diligencia exige que, tras el conocimiento de un hecho como la desaparición de personas se debe iniciar una investigación inmediata e imparcial, a las familias les exigieron esperar entre 48 y 72 horas para poder ser atendidos.
Aunque se trataba del mismo hecho, la Agencia del Ministerio Público Investigador de Cardel optó por recibir por separado al menos seis querellas, lo que llevó un tiempo de más de 48 horas, que era un tiempo vital para las víctimas.
Fue hasta el 20 de febrero de 2013 (82 días después de la desaparición) cuando la FGE realizó inspección ocular en el lugar de los hechos, misma que, para la CEDH "consistió en ir con los denunciantes para que volvieran a repetir lo que ya habían dicho en sus denuncias. No hubo entrevistas a posibles testigos de los hechos, y sin duda, la diligencia fue tardía, pues de haber actuado desde el momento de los hechos habrían tenido la oportunidad de asegurar los objetos abandonados en el lugar y recoger algún otro indicio".
En tanto, la SSP, además de haber negado la detención ilegal y el paradero de los ocho jóvenes, el 5 de mayo de 2015, se comprobó que resguardaron por más de dos años en una oficina un disco compacto que contenía el detallado de mensajes y llamadas de los teléfonos de Arturo Figueroa y Miguel Ángel Sandoval, que, en el momento oportuno, pudo llevar a las autoridades hasta su paradero, que hoy se conoce, fue en las fosas clandestinas de Colinas de Santa Fe.
La sombra de Marcos Conde en La Antigua y Colinas de Santa Fe
Marcos Conde, ingresó a la SSP el 01 de noviembre de 2012 como delegado en José Cardel, ubicado a 15 kilómetros de Colinas de Santa Fe. A su llegada, los reportes de desapariciones comenzaron a ser denunciados ante la entonces Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJ), siendo de los primeros el caso de Arturo Figueroa y los otros siete jóvenes de esa localidad.
El 27 de julio de 2017, la Fiscalía General del Estado (FGE) identificó entre los restos de Colinas de Santa Fe, a cuatro de los ocho desaparecidos, entre ellos a Arturo Figueroa. Con ello, la CEDH, acreditó la desaparición forzada y ejecución extrajudicial, en manos de los ex policías de la SSP.
En el mismo municipio y en el periodo de Conde Hernández, el 15 de abril de 2013, el entonces fiscal Pedro Huesca Barradas y su oficial secretario Gerardo Montiel, fueron privados de su libertad presuntamente por un comando armado de la SSP. Los restos de ambos también fueron localizados en Colinas de Santa Fe.
Conde, y su grupo de escoltas fueron reincidentes en agresiones practicadas entre 2011 y 2016 en las regiones de La Antigua, Medellín de Bravo, Rodríguez Clara, Martínez de la Torre, Xico y Tierra Blanca. Sin embargo, pese a quejas de alcaldes con el entonces titular de la SSP Arturo Bermúdez, el delegado, junto a su equipo, solo era removido de adscripción.
El 11 de enero de 2016, el mismo equipo de policías interceptó en Tierra Blanca a cinco jóvenes originarios de Playa Vicente, quienes regresaban de un fin de semana en Veracruz. Los ex oficiales esposaron a sus víctimas, y posteriormente los entregaron con una célula del crimen organizado.
De acuerdo investigaciones ministeriales, los jóvenes fueron trasladados al rancho El Limón, ubicado en el municipio de Tlalixcoyan, donde les dieron muerte y posteriormente incineraron en hornos clandestinos. En el predio, tras investigaciones de la Policía Científica, se hallaron restos carbonizados de al menos 400 personas.
El jefe policiaco y siete de sus escoltas actualmente están presos en el penal de máxima seguridad de Gómez Palacio, Durango por desaparición forzada y delincuencia organizada, pese a los señalamientos incluidos los del expediente CEDH/1VG/DAM-1195/2016 estos casos no les han sido imputados por la FGE.
Los proyectos de "Pachito" que fueron frustrados por policías de Veracruz
Arturo Figueroa Bonastre, conocido como "Pachito" por su hermana y su madre, estaba a punto de graduarse como Técnico Profesional de Enfermería. Entre sus propósitos, comentaba, estaba el especializarse en instrumentación. Un joven alegre, que su papel de estudiante lo compaginaba con su pasión por el futbol.
Su madre, Basilia Bonastre Contreras, comparte que de nadie heredó el gusto por ese deporte. "A él lo veías jugando futbol en la canchita de la colonia Modelo o viendo partidos fines de semana en la televisión".
Aficionado del club América y la liga mexicana, pero a su vez seguidor del Real Madrid y de la liga española. Su ídolo del balompié: Ronaldo de Assis Moreira, "Ronaldinho".
En el caso de Arturo Figueroa, la CEDH menciona en la recomendación: Que la SSP deberá reparar el daño al proyecto de vida de la víctima (...) "Al efecto, deberá considerar que V1 era un joven estudiante de buen desempeño académico a punto de graduarse de la carrera de enfermería, que tenía el firme propósito de especializarse en instrumentación, y que de no haber desaparecido muy probablemente habría alcanzado esos propósitos".
Con el resto de las víctimas indirectas (cuatro familias) la CEDH menciona una reparación sustitutiva, como la indemnización pecuniaria, la cual se refiere primeramente a los perjuicios materiales sufridos. "Éstos comprenden tanto el daño emergente como el lucro cesante. También, la indemnización debe incluir el daño moral sufrido por las víctimas".
Fuente.-LaSillaRota/
Hasta cuándo van a terminar la calle plan de ayutla, no la chinguen , llevan casi un año, con esa obra pendeja por qué la callle estaba en buenas condiciones, estamos artos de tanto pendejo y sus pinches obras penejas en matamoros, , también la calle preciliano delgago entre11y plan de Ayutla le partieron su madre, si son pendejos, la pinche calle estaba buena, por qué la vinieron a desmadrar, no valen pa chingar su madre, bola de inutiles
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