Se tardó, pero finalmente se fue el vicealmirante LUIS FELIPE LÓPEZ CASTRO. Otro lamentable fracasado con la inseguridad en Tamaulipas.
Como nos la sabemos y así dejamos constancia en este espacio, su renuncia estaba entregada desde fines de noviembre pasado.
Los sucesos violentos de las últimas semanas no hicieron más que confirmar que no es con fuerzas castrenses como se solucionan los problemas de inseguridad en nuestro estado, ni en ninguna otra parte del país.
Quizás ahora, ya sin el cargo de secretario, el vicealmirante LÓPEZ CASTRO pudiera contestar una pregunta que los tamaulipecos le haríamos: ¿De veras, de veritas no sabe dónde están los criminales que tienen asolada a la entidad?
Vamos, ¿ni siquiera sabe cómo funciona la delincuencia organizada en la sede de los Poderes estatales?
Lo cierto es que LÓPEZ CASTRO como secretario de Seguridad Pública duró más que su primer antecesor en tiempos de EGIDIO TORRE.
Mandatario que debió transitar hasta con cuatro titulares en la SSP (UBALDO AYALA, RAFAEL LOMELÍ, ARTURO GUTIÉRREZ y JESÚS MARTÍNEZ), mientras su predecesor, EUGENIO HERNÁNDEZ, deberá cargar con la responsabilidad de haber encomendado esa ídem al gobierno federal, por la vía del comisario ANTONIO GARZA GARCÍA, aunque previamente había debutado el GRAL. ROBERTO GUTIÉRREZ, al que tras apenas cuatro meses relevaría JOSÉ IVES SOBERÓN.
El caso es que todos, absolutamente TODOS han tenido que ser cesados por ineptos y abandonan el cargo dejando la inseguridad en Tamaulipas peor que como la recibieron.
Y que en un desplante de cinismo el vicealmirante haya declarado, al hacerse público su cese (perdón, renuncia), “me voy dejando un Tamaulipas más tranquilo que el que recibimos”.
De verdad que tipos así son huérfanos maternales.
¡Hasta nunca, vicealmirante!
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