Jeany Rosado Peña, catedrática de la Universidad Autónoma
de Guerrero (UAG); su esposo, Nicéforo Cabrera Rojas, y su hijo de 13 años
fueron asesinados a balazos ayer. Ella fue encontrada muerta en el puente del
río Papagayo, en Acapulco, y su familia en Chilpancingo, informó el vocero del
grupo de coordinación Guerrero, Roberto Álvarez Heredia.
Rosado Peña fue secuestrada en su domicilio, en la
colonia Recursos Hidráulicos, en Chilpancingo, justo detrás del palacio de
Gobierno, casi a la una de la madrugada de ayer, y se presume que en ese
momento los criminales asesinaron a su esposo e hijo, refirieron fuentes
oficiales.
Se informó que cuando la policía fue al domicilio de la
víctima para dar aviso, encontraron a su esposo y a su hijo muertos a balazos.
Jeany Rosado Peña era responsable de la comisión de becas
en el Sindicato de Trabajadores Académicos de la UAG y laboraba en la Escuela
de Enfermería número 5 del municipio de Coyuca de Catalán, en la región de la
Tierra Caliente de Guerrero.
Su esposo, Nicéforo Cabrera Rojas, era médico en la
clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social de Pungarabato (Ciudad
Altamirano), y su hijo, Isaac Daniel, era jugador de futbol en la escuela de
Chivas Real Chilpancingo.
El rector de la UAG, Javier Saldaña Almazán, repudió en
un comunicado el asesinato de Rosado Peña y su familia, de quien dijo: “Siempre
tuvo una conducta intachable. Solicito a las autoridades de los tres órdenes de
gobierno una investigación exhaustiva y el castigo conforme a la ley para los
autores de este condenable crimen que consterna a la comunidad universitaria”.
El Grupo Universidad por Guerrero, que aglutina a la
mayoría de las organizaciones de la UAG, informó por la tarde que en meses
recientes universitarios del estado han sido víctimas de la delincuencia y
demandó que se castigue a los asesinos de Jeany Rosado Peña, su esposo e hijo.
A los responsables de la violencia les
pidieron “respetar a la comunidad universitaria, debido a que nuestra
labor educativa es en beneficio de todos, sin distingo alguno”.
En años recientes, académicos y estudiantes han sido
víctimas de secuestros, desapariciones y asesinatos presuntamente perpetrados
por la delincuencia organizada.
Los casos más recientes fueron los de Francisco Javier
Ramírez y César Urrutia (este último aún desaparecido), trabajadores de la
Unidad Académica de Sicología de la UAG, con sede en Acapulco.
En noviembre del año pasado, Ángel Mendoza Ocampo,
estudiante de tercer año de la unidad académica de Medicina, originario de
Ayutla de los Libres, fue asesinado. En diciembre pasado, Juan Carbajal Merino,
subdirector de la preparatoria número 5 de la UAG, ubicada en Ometepec, en la
Costa Chica de Guerrero, fue ultimado a balazos.
En 2015, en el poblado de Xolapa, municipio de Acapulco,
cuatro trabajadores universitarios desaparecieron. Tres eran médicos y fueron
localizados muertos el pasado 23 de junio en una carretera de Chilpancingo.
fuente.-
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