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La
democracia es el gobierno del pueblo, por el pueblo, para el pueblo.
Abraham
Lincoln (1808-1865) Político estadounidense.
Nunca antes en
la historia de la democracia mexicana una expresión tiene una gran
profundidad: la voz del pueblo es la voz de dios (vox populi
vox die). Y, el pueblo habló. No eligió a los mejores candidatos, sino que
castiga a quienes desde el poder han hecho papeles desastrosos, no tenían
contacto con la sociedad y, lo que es peor, se destacaron por el despilfarro y
la corrupción.
Por ello, sólo
4 de las 12 entidades donde se renovaron los gobiernos estatales los retuvo el
partido que estaba en el poder. Hidalgo, donde Francisco Olvera hizo un
gobierno sin barreras a la sociedad y con una deuda controlada; Tlaxcala, con
Mariano González Zarur, con la menor deuda en el país; Zacatecas, con Miguel
Alonso y una economía relativamente controlada así con bajos niveles de
violencia. El caso de Puebla, Rafael Moreno Valle presentó una entidad con
crecimiento económico, aunque con fuertes acusaciones de corrupción. Ellos
pavimentaron el camino a sus sucesores: Omar Fayad, Marco Antonio Mena,
Alejandro Tello y Antonio Gali, respectivamente.
No se pueden
hacer análisis son las mismas variables en todos los estados donde se
realizaron elecciones, pero es claro que hay un voto de castigo contra los
gobiernos en el poder. La sociedad ve a la clase política encumbrada, como la
culpable del galopante empobrecimiento de los mexicanos, de la falta de
oportunidades, del aumento de la violencia y la impunidad; todas ellas
responsabilidad del gobierno.
En México, el
pueblo tiene hambre y sed de justicia. Pero ahora, cuenta con el poder de la
venganza en la papeleta electoral. Por ello, la voz de la sociedad es
mayoritaria para culpar a quienes desde el poder demostraron incompetencia para
resolver los problemas.
Esto habla
además de la madurez política del electorado mexicano al alternar los gobiernos
cuando no llenan las expectativas de sus necesidades. Aunque muchos candidatos
serán más de lo mismo, si hay un voto de castigo a la clase política. Al
electorado no le queda de otra. Sólo puede escoger de la pobre oferta que
ofrecen los partidos políticos a sus administradores.
Pero, ahora
sabe que la mejor forma de castigarlos, es alternarlos en el poder.
Esta fórmula es
el arma del elector. Aunque elija a candidatos que no llenarán sus
expectativas, cuando menos logra el placer de la venganza contra quienes
traicionaron su confianza.
PODEROSOS
CABALLEROS.- Carlos Joaquín, en Quintana Roo, armó en 6 años toda una
plataforma para lograr la gubernatura. Tardó seis años y la estableció en
Chetumal y Solidaridad. No fue suficiente para el priista Mauricio Góngora
haber hecho un excelente papel como alcalde de Solidaridad, para ganar.
Priistas traicionaron al PRI y se aglutinaron con el panistaperredista.
*** En Veracruz, la campaña negra contra Miguel Ángel Yunes (PAN), mucha de ella cierta, no provocó que el electorado se volcara contra el expriista. El gobernador Javier Duarte, quien deja una entidad en ruinas, con la moral por los suelos y el tejido social roto, fue el factor en contra del priista Héctor Yunes.
*** En Chihuahua, dos sorpresas. La caída de Enrique Serrano, un buen alcalde en Ciudad Juárez, pero con el peso de un gobernador en contra (César Duarte del PRI), con serias acusaciones de enriquecimiento y de poseer un banco en Estados Unidos; chiquito, pero un banco al fin. La otra es el triunfo del candidato independiente a la alcaldía juarense, Armando Cabada Alvídrez. Ciudad Juárez será la primera ciudad fronteriza gobernada por un candidato independiente.
*** Aguascalientes, con un mal gobernador, Carlos Lozano, y una candidata peor, Lorena Martínez, hicieron factible el triunfo de Martín Orozco.
*** Pese a la guerra sucia en su contra, el priista Alejandro Murat gana cómodamente en Oaxaca. Buena parte del triunfo se debe a la operación política de los priistas en la entidad y al pésimo gobierno de Gabino Cué.
*** Con el triunfo de Francisco García Cabeza de Vaca, en Tamaulipas, modifica la composición de lo que podría ser la influencia para el 2018 en el priismo, al caer Baltazar Hinojosa, alfil de Luis Videgaray.
fuente.-Victor Sanchez/
*** En Veracruz, la campaña negra contra Miguel Ángel Yunes (PAN), mucha de ella cierta, no provocó que el electorado se volcara contra el expriista. El gobernador Javier Duarte, quien deja una entidad en ruinas, con la moral por los suelos y el tejido social roto, fue el factor en contra del priista Héctor Yunes.
*** En Chihuahua, dos sorpresas. La caída de Enrique Serrano, un buen alcalde en Ciudad Juárez, pero con el peso de un gobernador en contra (César Duarte del PRI), con serias acusaciones de enriquecimiento y de poseer un banco en Estados Unidos; chiquito, pero un banco al fin. La otra es el triunfo del candidato independiente a la alcaldía juarense, Armando Cabada Alvídrez. Ciudad Juárez será la primera ciudad fronteriza gobernada por un candidato independiente.
*** Aguascalientes, con un mal gobernador, Carlos Lozano, y una candidata peor, Lorena Martínez, hicieron factible el triunfo de Martín Orozco.
*** Pese a la guerra sucia en su contra, el priista Alejandro Murat gana cómodamente en Oaxaca. Buena parte del triunfo se debe a la operación política de los priistas en la entidad y al pésimo gobierno de Gabino Cué.
*** Con el triunfo de Francisco García Cabeza de Vaca, en Tamaulipas, modifica la composición de lo que podría ser la influencia para el 2018 en el priismo, al caer Baltazar Hinojosa, alfil de Luis Videgaray.
fuente.-Victor Sanchez/
La "HISTORIA de un CANDIDATO ELECTO contada con los DEDOS de una MANO".
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