Expertos en seguridad nacional le dijeron al periodista Nino Canún que la masacre ocurrida en el penal de Topo Chico, Nuevo León y que provocó 49 muertos demuestra que el sistema penitenciario mexicano “no ha cambiado, está podrido y es la mina de oro de las autoridades para enriquecerse.
A través del canal 145 de Totalplay en el programa “Y… usted qué opina”, Carlos Alberto Pérez, Edgar Sánchez Magallán, Francisco Gallardo y Eduardo López Betancurt coincidieron que las cárceles serán centros de readaptación social hasta que los presos dejen de ser un negocio.
Para comprobar los dichos el ex director de reclusorios, Eduardo López Betancurt, reiteró que la crisis del sistema penitenciario “es un todo” debido a que las instituciones nacionales “están sujetas al poder “, afectando principalmente a las universidades del crimen- cárceles-.
En la mesa de debate afirmó que a pesar de los avances en el tema las cárceles mexicanas siguen igual, detalló que dentro de las mismas domina la “la ley del más fuerte”, por lo tanto los que tengan la posibilidad de pagar protección estarán protegidos, mientras los que no se convertirán en esclavos de otros presos.
“Cada preso deja dinero, cada preso necesita protección; los que no tienen son esclavos, y por culpa de las autoridades nada va a cambiar”, externó.
Por su parte el experto en derechos humanos, el general Francisco Gallardo, dio a conocer que según datos oficiales actualmente en el país purgan una pena aproximadamente 300 mil personas, de los cuales el 40 por ciento tiene una sentencia, mientras que el resto aun sigue un proceso o es inocente
“En el sistema penitenciario existe una corrupción total, el Estado Mexicano promueve la corrupción en los penales, es innegable”, externó.
En cambio Carlos Alberto Pérez dijo que es ilógico que el Sistema Penal Mexicano permita mezclar presos en proceso con sentenciados, provocando que miles de personas inocentes se conviertan en criminales, por lo que propuso ordenar inmediatamente a los internos con la finalidad de evitar desmanes como el ocurrido en Topo Chico.
Finalmente Edgar Sánchez Magallán apuntó que el penal de Topo Chico es parte de un sistema penitenciario “en crisis”, afirmando que para el Estado no existe diferencia entre procesados, sentenciados o inocentes, adelantando que el nuevo Sistema de Justicia Penal no cambiará las cosas.
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