El crimen organizado ha sofisticado tanto sus métodos que a los empresarios ya no les sirve ni siquiera tener localizadores GPS en sus vehículos para prevenir los robos de pipas y camiones transportadores de gas LP, señaló en entrevista el presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Gas Licuado y Empresas Conexas (Amexgas), Octavio Pérez Salazar.
- Actualmente, las empresas tienen que recurrir a operativos de custodia de las fuerzas federales como el Ejército y la Marina para asegurar los tráileres que circulan por las carreteras, pues con los métodos del crimen organizado, ya ni los localizadores GPS funcionan.
“Están tan sofisticados que tienen sistemas para neutralizar los GPS”, mencionó el empresario, “el tema no se va a resolver y a nosotros no nos queda más que aguantar y seguir trabajando”.
A pesar de los operativos y las altas multas que impone la Secretaría de Energía a quien sea sorprendido comerciando gas LP “ordeñado”, para la asociación empresarial tres son los focos rojos en los que no disminuye el delito: la Ciudad de México -por la cantidad de tomas que hay-, Nuevo León y Tamaulipas, por la incidencia del crimen organizado.
Tamaulipas, señaló el empresario, se ha convertido en un punto aparte para la comparación pues los empresarios tienen que pagar por derecho de piso, lidiar con el robo de sus unidades y la competencia desleal por la venta de combustible robado. Los puntos más peligrosos del estado son Tampico, Reynosa y Nuevo Laredo.
“En el DF, la zona conurbada y el centro del país, el uso de pipas irregulares se dio como un fenómeno económico y Nuevo León y Tamaulipas como parte del crimen organizado, por el robo de combustible de los ductos y las unidades informales son las que usan para transportarlo”, comentó.
“Para nosotros, Tamaulipas es como un país distinto en el que tenemos que tener cuidado de manera diferente y la industria es completamente vulnerable porque tenemos a la mayor parte de nuestro personal en la calle proveyendo el servicio”.
Cálculos de la asociación apuntan al robo de cuando menos unas 300 pipas desde 2013 que después son utilizadas para transportar el combustible ordeñado.
Aunque ha disminuido, por ejemplo, en 2014 la propia asociación había reportado que entre enero y marzo habían sido sustraídos 18 tráileres para transportar el gas robado, en una ola de robos que crecía con rapidez: los empresarios tardaban más en reponer un tráiler, que la delincuencia en robarlo.
Y aumenta el riesgo
Tamaulipas está en la mira de los grupos del crimen organizado, no sólo por el paso a Estados Unidos por donde trafican desde droga hasta personas, sino porque por su subsuelo se encuentran ductos de hidrocarburos y de gas, lo que les permite una ganancia rápida.
Aunado a ello, especialistas han advertido el riesgo que representan grupos, como el Cártel del Golfo y de Los Zetas, ante la inminente explotación de los yacimientos de gas shale en el que invertirán empresas extranjeras.
En el 2011 una demanda presentada por Pemex ante una Corte de Texas puso en evidencia la capacidad que tiene el crimen organizad no solo para robarse el gas condensado, sino para asociarse con agentes externos para su transporte y comercialización en el mercado negro.
Fuente.-24hrs.
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