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lunes, 21 de octubre de 2024

A «QUEMARROPA ?»: «GUARDIA NACIONAL lo EJECUTO y LUEGO MANIPULARON TODO por ORDEN MILITAR pero la NOVELA NO PEGO y AHORA la HERMANA BUSCA JUSTICIA pero NO HAY»…en vez de bajar las cifras, ayudan a aumentarlas.


Un agente de la Guardia Nacional es señalado por asesinar a tiros a Adán Morales Flores, custodio penitenciario en Tijuana, Baja California, por lo que su familia exige que ya sean cumplimentadas las órdenes de aprehensión existentes por los hechos.

Saraí Morales, hermana de la víctima, denunció que alrededor de las 2 de la mañana del 12 de junio, un agente de la GN disparó a quemarropa al custodio y otros elementos que lo acompañaban modificaron la escena del crimen, lo cual quedó grabado en video.

«Mi hermano viajaba en un vehículo oficial con un amigo, que también es vecino, quien iba al volante, ya iban de regreso a casa», relató en entrevista.

«Hay un video donde se observa que ellos van transitando, tranquilos, en la colonia Terrazas de San Bernardo, y en eso les prenden las torretas a la unidad, y ellos se paran, colaboran de inmediato».

«A mi hermano, antes de bajarse le disparan», sostuvo la hermana de la presunta víctima.

Al momento de la agresión, Adán Morales tenía un puesto de custodio penitenciario. No obstante, laboraba de tiempo completo como escolta, por lo que portaba un arma de cargo.

COMO OCURRIO la EJECUCION 

De acuerdo con «Punto Norte», el asesinato del policía penitenciario a manos de la Guardia Nacional ocurrió la madrugada del miércoles 12 de junio de 2024, minutos antes de las 3:00 horas, cuando el agente Adán Morales Flores viajaba como copiloto en una camioneta pick up Dodge Ram blanca, que tenía asignada, sobre la calle El Sueño en la colonia Terrazas de San Bernardo, en la delegación municipal San Antonio de los Buenos en Tijuna.

Los agentes de extracción militar una y otra vez cambiaron su versión de lo ocurrido, pues primero afirmaron que al intervenir al policía estatal, éste ya estaba herido de balaguero horas después de los hechos y al darse cuenta de que su narrativa no se iba a sostener debido a que no coincidía con la evidencia en la escena del crimen, admitieron haberle disparado.

Al cambiar su versión ante las autoridades que en ese momento debían haberlos detenido y no lo hicieron, los elementos de la Guardia Nacional fueron asesorados por sus mandos militares, asegurando que el custodio había levantado su arma de fuego y al sentirse amenazados, le dispararon.

No obstante, esta versión tampoco coincidio con lo narrado por un testigo, amigo del custodio y quien iba conduciendo la camioneta, quien relató que un agente de la Guardia Nacional efectuó el disparo con su arma larga sin mediar palabra.

Las contradicciones en las versiones que los agentes federales proporcionaron tanto a sus superiores como a las autoridades, quedaron asentadas en los informes oficiales y ante los policías y agentes de la Fiscalía.

La camioneta es propiedad del Sistema Estatal Penitenciario, en donde laboraba el hombre de 40 años, quien formaba parte de la división de la Fuerza Estatal de Seguridad Ciudadana (FESC) a cargo de brindar seguridad en los centros penitenciarios de Baja California.

Que paso y como paso

Seis agentes de la Guardia Nacional a bordo de una patrulla tipo pick-up le marcaron el alto al conductor, cuando iba camino a su casa.

El amigo del custodio avanzó una cuadra y luego frenó el pick up.

Sin embargo, cuando el conductor descendió de la camioneta, uno de los seis agentes de la Guardia Nacional que viajaban en la unidad con el número GN333333 caminó hasta la puerta del piloto y accionó su arma larga en contra del agente Morales Flores, quien continuaba sentado en el asiento del copiloto y quien llevaba sus armas de cargo.

El custodio recibió un impacto en un costado, quedando reclinado entre la puerta y la cabecera del asiento.

Tras lo ocurrido, uno de los agentes de la Guardia Nacional llamó al número telefónico 9-11 para informar que al detener a dos hombres que viajaban en un pick up blanco, observaron que uno de ellos tenía una herida de bala, por lo que pidieron una ambulancia.

En el reporte inicial tomado por el centro C4, el cual recibe tanto las llamadas a los números de emergencia como los reportes por frecuencia de radio de reportes policiales, quedó asentado que los agentes de la Guardia Nacional refirieron que el hombre herido se había disparado solo cuando les iban marcando el alto.

Antes de la llegada de otras autoridades, los agentes de la GN manipularon la escena, pues tomaron la pistola del custodio y la arrojaron a la calle, a unos pasos de la puerta del copiloto de la camioneta.

Esto para hacer creer que la tenía en la mano al ser intervenido, como lo aseguraron en una versión posterior.

Policías municipales y socorristas de la Cruz Roja fueron los primeros en llegar al sitio, donde los segundos declararon sin vida al hombre, quien tenía una sola herida por proyectil de arma de fuego del lado izquierdo de la espalda.

El casquillo del arma del agente de la Guardia Nacional quedó dentro de la camioneta, donde estaba el hombre sin vida.

A pesar de que existían datos suficientes para sospechar de la responsabilidad de los agentes de la Guardia Nacional, no quedaron detenidos por parte de la Fiscalía General del Estado.

Durante la mañana, la nueva versión fue dada por parte de los agentes federales, al asegurar que no fue cierto que al detener al pickup, el hombre ya estaba herido, sino que le dispararon por levantar con su mano derecha una pistola.

Ante esto,se convirtiéron en asesinos por eludir los protocolos de actuación policial, los cuales indican que el uso de la fuerza letal es la última instancia para una intervención, ya que primero se debe proceder a dar un comando verbal, desarmar o hacer uso de la fuerza no letal.

Ella compañante del custodio también contó que tras dispararle a su amigo, los guardias nacionales intentaron incriminarlo y lo acusaron de haberle disparado, pero él no estaba armado.

De hecho, en el reporte inicial al 9-11, la Guardia Nacional afirmó que los dos hombres intervenidos estaban armados, cuando el chofer no tenía ningún arma consigo.

Tanto el arma corta como el arma larga que llevaba consigo el custodio eran armas de cargo para su función policial.

Con informacion: ELNORTE/ PUNTONORTE/

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