Vivimos un México donde la realidad, las libertades y los derechos están a merced de los dichos de la clase política. No hay Cuarta Transformación en la justicia y muchos menos en la verdad.
Esto ha quedado claro en el nuevo episodio que protagoniza el exgobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, quien ahora arremete contra la directora del medio tamaulipeco EnUn2x3, Martha Olivia López Medellín, por la nota sobre el hallazgo de posibles restos humanos en un predio presuntamente propiedad del político panista.
La información publicada integra un cruce de datos, el primero respecto al hallazgo de huesos posiblemente de personas desaparecidas hecho por el colectivo Amor por los desaparecidos la semana pasada; el segundo respecto a la propiedad del sitio del hallazgo basado en un dicho del entonces titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), Santiago Nieto Castillo.
López Medellín, como muchos periodistas hicimos, tomó los datos dados por Nieto Castillo, quien entonces encarnaba la autoridad justiciera y que fueron presentados como parte de la indagatoria en la acusación de desafuero contra Cabeza de Vaca. López Medellín, como muchos de las y los colegas lo hacemos, tomó los datos dados por el colectivo de búsqueda para informar sobre un nuevo hallazgo de la barbarie estatal, ahora en el ejido la Retama, en Reynosa.
La ubicación del hallazgo es el punto de la confrontación desatada por Cabeza de Vaca contra López Medellín. La periodista colocó en la nota un dato dado por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador que señaló la compra de casi todo el ejido la Retama por Baltazar Reséndez, presunto socio de Cabeza de Vaca en una empresa inmobiliaria, que fue aprehendido y excarcelado en abril de 2023. La defensa del panista sostuvo, en una carta aclaratoria basada en un dicho, que no hay ninguna propiedad suya en dicha zona rural. ¿Quién miente?
Hasta ahora la única verdad jurídica es la inocencia del empresario constructor, Baltazar Reséndez, en presuntos hechos de corrupción relacionados con la compra simulada del departamento de lujo en el fraccionamiento Bosques de Santa Fe, que sirvió a la Cuarta Transformación para desaforar al exalcalde de Reynosa. Cabeza de Vaca sí admitió ser propietario del departamento, pues no le quedaba de otra después de interponer un juicio de amparo para poder acceder al club de golf de la zona residencial.
DE PENA AJENA,NO TIENEN PROPIA:
Han pasado más de 29 meses de que Nieto Castillo reveló con dichos acompañados de una presentación, la investigación que la Unidad de Inteligencia Financiera presentó a la Fiscalía General de la República (FGR) para denunciar delitos presuntamente cometidos por Cabeza de Vaca, su familia y empresarios. Lo único comprobado por todas las partes fue la existencia de un departamento de lujo, de los datos de ranchos y parque eólicos nada. La dependencia encargada de la justicia no ha hecho un poco, por lo menos que sepamos públicamente, con la información sobre la compra de predios que, según el extitular de la UIF, el exgobernador concretó mediante triangulación de fondos y aprovechando su poder.
LA MANO QUE ROBA SE VE MENOS QUE LA MANO QUE GASTA:
Desde aquel lejano marzo de 2021, Cabeza de Vaca ha repetido que no es dueño de todas las casas y terrenos con ubicaciones privilegiadas para la industria eólica. Desde aquel lejano marzo de 2021, Santiago Nieto ha repetido que el panista es responsable del delito de enriquecimiento ilícito gracias a sus vínculos con los poderes fácticos. Nadie ha aportado documentos para soportar sus dichos. Desde aquel lejano marzo de 2021, el fiscal general Alejandro Gertz Manero ha callado.
Cabeza de Vaca se le “escapó” a la Cuarta Transformación, como se les “escaparon” los expresidentes Enrique Peña Nieto, Felipe Calderón Hinojosa, por lo menos.
Desde Texas, Cabeza de Vaca sigue en la vida política de Tamaulipas y de México, gracias a que la Cuarta Transformación no quiso, no pudo comprobar las acusaciones o porque es inocente. Mientras el presidente López Obrador se concentró en quitarle el poder político, Cabeza de Vaca construyó un poder económico y legal paralelo, no para hacerle frente a sus opositores estatales, sino para contener a López Obrador; dentro de los vaivenes propios de la nostalgia del poder, el panista lo ha logrado.
La historia de Cabeza de Vaca no ha terminado y el legado de López Obrador, por más que se empeñe en dictarlo él mismo, no tendrá absolutos a su favor cuando se hable de justicia, verdad, combate a la corrupción y el pleno ejercicio de derechos, como la libertad de expresión.
A cinco años de la Cuarta Transformación queda claro que a las personas que ostentan el poder político y económico, en su mayoría, la justicia a rajatabla les inquieta, les molesta, la aborrecen. Por eso hoy Cabeza de Vaca puede darse el gusto de amagar a la directora de EnUn2x3. Por eso López Obrador puede darse el gusto de decir “no somos iguales” cuando se le cuestiona de la impunidad. Por eso hoy Martha Olivia López tiene que llamar al Estado mexicano, al mismo que no hace justicia, para que la proteja.
Las libertades y la justicia no pueden estar a merced de los dichos de la clase política.
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